Ephemeral melodies

Monotonía

"•El gato se enamoró tanto, que negoció sus siete vidas, por una con ella" 
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Monotonía. Era lo que adornaba sus noches y días.
Ella consumiéndose por su adición, El, por su falta de adicción a algo, alguna pasión que le revolcara el alma, o un amorío que lo hiciera sentir vivo, simplemente ya no sentían, atrapados por la rutina, anhelando un momento, aun que los momentos son efímeros, que los hiciera despertar, sentirse deseo, angustia, tristeza, amor.
Algo que en el pasado solía moverlos, ahora solo les traía memorias amargas que eran punzantes por ser la rememoración constante de que no estaban viviendo.

Ella en un círculo vicioso  y el sobreviviendo a no caer en uno. El amor era una droga, y fue la primera adición que él tuvo, una que terminó con un corazón lento y fragmentado, impulsándolo a seguir su única meta, ser la persona que era a día de hoy, y sin embargo sentía una decepción profunda, ya que había alcanzado su sueño ¿Que seguía? Solo lograba sentir un vacío en su pecho, ahuecado por los recuerdos de lo que había sido estar enamorado, lo que había sido estar vivo.

Solo él podía extrañar una sensación tan odiosa como un corazón roto, y es que no la extrañaba a ella, extrañaba lo que ella le hacía sentir.

Ella quería devuelta todo el tiempo, quería vivir otra vida, una en donde no hubiera recuerdos fugaces, había elegido un camino, y lo había seguido, entonces quería sentirse como pensó cada día que no podía más, que al final tendría dicha. Todo lo que sentía ahora era que esos momentos felices se desvanecían como gotas de lluvia, rápidamente y sin dejar mucho rastro, se sentía sola pensando que al final ella solo tenía su cigarro.

Y el, el solo tenía su orgullo.