Han pasado un par de días desde lo ocurrido en el interior de la cárcel, ahora solo faltaba vengarnos del último culpable. Sin embargo, esta venganza la tome como propia.
Lo primero que hice, fue ir a buscar a este sujeto el cual estaba con libertad condicional. Una vez que lo encontré, me meti en su casa, me acerque lentamente detrás de él y le pegue con un bate en la cabeza.
Luego que cayera inconsciente, lo lleve a una bodega abandonada, en donde lo encandene y espere que despertara. Después que lo hizo, tome un látigo y lo azote por todo el cuerpo, ni siquiera sus gritos de dolor, me causaron lastima.
Una vez que termine, saque una daga, le corte su miembro y para finalizar, lo deje allí muriéndose. Luego de eso, me fui a casa, me di un baño de tres horas para limpiar mi cuerpo como mi alma y al estar listo, fui a ver a Yu.
- ¿Qué ocurre ? - preocupado.
- El tipo que te violo, ya está muerto.
- ¿Le pagaste a alguien para que lo hiciera?
- No, yo mismo lo hice.
-impactado- Oh, Yami lo siento mucho por mi causa, cometiste un pecado.
- No, importa, lo importante es que ahora esta a salvo y pudiste cumplir con tu venganza.
Yugi no me dice nada, solo se para y me abraza con dulzura, mientras que yo le correspondo el gesto con la misma intensidad.
- ¿Puedo saber porque aceptaste ayudarme?
- Porque siempre te he amado y me llene de rabia el no poder haberte evitado todo ese sufrimiento pero ahora si podía hacer algo para darte un poco de felicidad.
- Oh, Yami yo también te amo.
Ambos unimos nuestros labios en un dulce primer beso.
Continuará...
