Capítulo 4.

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Año 2024


Despierto sobresaltada quedando sentada en mi cama, nuevamente por una pesadilla recurrente, veo la hora en mi reloj que está en la mesita de noche y son las 05:05 am, suspiro mirando el techo de mi habitación y vuelvo a recostarme, estoy sudando, mi corazón late fuerte, comienzo a derramar algunas lágrimas traicioneras, intento calmarme pero me es difícil... Un nombre viene a mi mente y es muy extraño, por qué jamás lo he escuchado, Naruto... Me confunde, me hace sentir extraña ese nombre, tomo mi teléfono para distraerme, pero lo vuelvo a dejar donde estaba, ya que en unas horas más debo ir a clases, pero Naruto...Naruto... Dónde lo he escuchado antes. Quedó observando el techo que es iluminado por la luna llena e intento dormir nuevamente, Pero no me funciona.

Me levanto temprano, ya que no pude dormir nuevamente, así que ingreso a la ducha lavando mi largo cabello, amo que esté tan largo me ha costado años mantenerlo así, cae por mis pechos como si fuese cascada, realmente se ve sensual como se ve en mi cuerpo, enseguida viene a mi mente Naruto, ese hombre de mi extraña pesadilla, de pronto me doy cuenta que me estoy tocando y estoy un poco húmeda, saco mis manos de dónde las tenía, con ambas manos golpeó mis mejillas, pero que me pasa. Termino de ducharme bien y voy a alistarme para ir al instituto.

- ¡Hinata!- mi abuela me ve sorprendida - por qué te levantaste tan temprano y ya estás bañada -

Comienzo a reir por la cara que coloca al verme- abu tsuna, tuve esa pesadilla extraña, pero recordé un nombre bastante extraño jaja era Naruto - de un momento a otro mi abuela cambio su semblante a uno muy serio.

-Aaay abu tsuna, fue solo un sueño raro no hagas caso de esas tonterías -

-Hinata debo hablar contigo de esos sueños extraños que tienes-

- ya me dirás que es por el celular o por ver películas - volteo los ojos aburrida del tema, cuando mi abuela toma mi muñeca y me mira fijamente bastante sería.

-Los sueños que tienes te mostrarán tu verdadero destino hijita mía, solo quedate atenta a las señales- ahora sí la tomo en serio y solo asiento con mi cabeza a lo que ella me acaba de decir.

Mi abuela me suelta y va hacia el comedor para tomar el desayuno.

Unas horas más tarde...

Estoy casi por llegar al instituto cuando divisó en la entrada que hay un gran lienzo de "Bienvenidos al nuevo año escolar"
Espero que este nuevo año me vaya igual de bien que el anterior, por qué deseo ingresar a una buena universidad.
Mi abuela estaría orgullosa de mis logros, cuando de pronto a lo lejos comienzo a escuchar un ruido extraño iba en un estado de ensoñación, que no escuché a mi amiga Sakura que gritaba fuerte que tuviera cuidado, un auto había chocado a un motorista, no logré moverme para evitar que el accidente llegara hasta mi, quedé paralizada, cuando de pronto un chico se abalanzó sobre mi haciendo que ambos cayeramos al suelo rodando por la acera, a lo lejos se escuchó el estruendo del choque, gracias a Dios él joven me logro rescatar, pero sin querer cuando caímos me azote la cabeza contra el pavimento, me duele demasiado, siento unos brazos fuertes que me rodean, del susto cerré los ojos y comienzo a abrirlos, esos ojos... Son tan azules, son como unos zafiros, tan profundos logran que me pierda en ellos.

-Son hermosos- pronuncié suavemente, no me dí cuenta que lo pensé y lo dije en voz alta. Abro mis ojos de par en par de la vergüenza.

- yo lo.. yo yo este lo siento no se que ocurrrio- él me suelta de apoco, siento una punzada fuerte en mi cabeza , pero no quiero que se aleje de mi, deseo estar en sus brazos, que me proteja por siempre.

- Te grite tonta y no me escuchaste ¿como estás?, ¿dónde te golpeaste? ¡¡¡Contesta Hina!!!- Sakura me gritaba desesperada, mientras los estudiantes y profesores se iban acercando al lugar del accidente, eso fue un accidente y no lo ví venir,que despreocupada andaba.

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