Capítulo 175: Solo esperando su turno para llorar y vomitar sangre

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Diez días después, Shi Qingluo ya había entregado todas las colmenas que tenía.

Solo pudieron entregar más después de que Mo Qingling trajera las colmenas que compró en el exterior.

Ella y Xiao Hanzheng fueron a echar un vistazo a los campos en el templo taoísta.

El maíz estaba listo para la cosecha.

Shi Qingluo rompió un trozo de maíz. "Viejo Xiao, comamos mazorcas de maíz hervidas esta noche".

Xiao Hanzheng quería sostenerse la frente. "Esposa mía, probemos uno cada uno. El resto lo guardaremos para plantarlo".

Parecía que aquí se cosechaba bastante maíz, pero no era suficiente para la siembra y la distribución.

Shi Qingluo sostuvo las mazorcas de maíz rotas y de repente sintió una sensación de culpa, como si hubiera comido muchas reservas de maíz para el próximo año.

Suspiró. "Entonces no coman uno cada uno. Comamos cada uno la mitad".

Si quisieran comer maíz sin ninguna restricción, tendrían que esperar hasta el próximo año.

Después de que el maíz se diera a conocer al público, compraría más tierra y contrataría a más personas para plantar más.

Quería comer tortas de maíz, bollos de maíz, etc.

Xiao Hanzheng miró la apariencia de su pequeña esposa y dijo con una sonrisa: "No necesitas sentirte tan culpable.

......

"Además, nuestra familia no podrá conservar muchas semillas de maíz, así que si queremos comer maíz libremente, me temo que tendremos que esperar hasta el año que viene".

Incluso el emperador tendría que usar las semillas con moderación, entonces, ¿cómo podría el emperador reservar demasiadas para ellas?

Shi Qingluo hizo una pausa por un momento y miró a Xiao Hanzheng. "Spoiler del estado de ánimo".

Xiao Hanzheng se rió a carcajadas y bajó la cabeza para besarla en la cara. "¿Por qué no escondemos algunos en secreto?"

Realmente no quería maltratar a su pequeña esposa.

Shi Qingluo lo miró con asombro. "Así es como eres, Xiao Hanzheng. ¿Qué pasó con tu lente visionaria?

Xiao hanzheng sonrió y dijo: "Nada es comparable para satisfacer tus deseos".

Para él, su pequeña esposa era más importante que cualquier otra cosa.

Un poco de maíz no era nada.

Además, su mujercita fue la que empezó a sembrar maíz.

Shi Qingluo se dio la vuelta y abrazó a Xiao Hanzheng. "Zhengzheng, eres tan bueno. Realmente no puedo soportar dejarte más".

Xiao Hanzheng pronunció en voz baja, parece que todavía quieres dejarme.

Abrazó a su pequeña esposa con fuerza. "Así que, si quieres estar a mi lado por el resto de tu vida, seré aún mejor".

El corazón de Shi Qingluo era tan dulce como la miel. "Está bien, mientras seas tan bueno, siempre estaré a tu lado".

Ella frunció los labios y dijo: "Olvídalo. No lo mantengamos más en secreto. No es bueno que el emperador se entere.

"Y cuando lo sacamos a comer, siempre nos sentiremos culpables. En cambio, será desagradable.

"Comamos libremente el año que viene.

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