POSESIVO

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Entraron a YOLO tomados de las manos y se separaron con un rápido beso, Sand se encaminó al escenario donde sus compañeros ya se encontraban preparando sus instrumentos, Ray se dirigió a la barra para pedir alguna de las exclusivas bebidas que Plug preparaba para él, totalmente libres de alcohol, se giró en su banco para no perderse la actuación de su novio, sus amigos no se vislumbraban así que decidió quedarse en el banco alto.

Su público lo recibió con vítores y la música inicio, la adrenalina que le regalaba el escenario lo emocionaba, su corazón latía con ahínco cuando sus ojos se cruzaban con los de Ray, el cual levantaba su copa hacia él y guiñaba con sensualidad uno de sus ojos de media luna, su actuación iba perfecta pero sus instintos posesivos se activaron cuando vio una silueta masculina acercarse a su chico, peligrosamente cerca, el extraño se atrevió a chocar su copa con la bebida que sostenía Ray llamando su atención, Sand no pudo evitar fruncir su ceño aunque siguiera tocando los acordes de su guitarra y entonando la canción, el desconocido pegaba su cuerpo poco a poco al de su novio mientras le susurraba algunas palabras demasiado cerca del oído usando de excusa la fuerte música para acercarse a su novio, Sand no apartó la mirada de la escena, observó a Ray contestarle al otro individuo y su gesto se suavizó un poco al ver como su novio movía su cabeza en una clara negativa y aprovechando el gesto para descubrir su cuello, dejando al descubierto el hematoma que descansaba en la zona, fue un movimiento casual pero era obvia la intención de Ray, eran las marcas que Sand disfruta esparcir por su cuerpo y a él le encantaba recibirlas, sus amigos algunas veces se burlaban pero a él no le afectaban los comentarios, de hecho abría más el cuello de sus camisas para evidenciarlas sin discreción, a pesar que tanto Ray y Sand habían cambiado las pulseras verdes por rojas en sus muñecas, al más bajo le gustaba enseñar que no estaba disponible por los chupetones que Sand estampaba en su cuello.

La actuación de Sand se terminó, la adrenalina aún seguía en sus venas, era hora de disfrutar de la noche en compañía de sus amigos y obviamente alado de su novio, el cual había recibido demasiadas ofertas de parte de hombres y mujeres, por supuesto que en el escenario se concentraba en su banda, su canto y que el público disfrutara su música pero jamás perdía de vista a Ray, menos al ver lo peligrosamente frecuentado que estaba siendo últimamente, no se consideraba un hombre celoso y Ray tenía toda su confianza, ya no había dudas de sus sentimientos y fidelidad, pero no podía evitar que una pequeña ira burbujeara en su interior al ver la confianza y cercanía de personas desconocidas, menos al saber la claras intenciones de todos, él muchas veces actuó de esa manera para obtener aventuras de una noche, eso era lo que despertaba su mal humor, su mirada se oscurecía y su ceño se fruncía, lo trataba de disimular, al bajar del escenario trataba de mandar su mal humor por el caño y continuar con su noche, al irse acercando a la mesa donde estaba Ray y los demás chicos, los cuales ahora ya eran también sus amigos, no podía evitar echar miradas discretas a sus alrededores solo para identificar a los conquistadores de su pareja.

Los chicos lo recibían con aplausos y vítores, como todos los fin de semanas, Ray miraba a su novio tomar asiento en uno de los sillones individuales de la mesa, no ocultó su sonrisa traviesa, conocía a la perfección a Sand, ese saludo a medias a los presentes, su manera de tomar una botella de cerveza de la mesa y darle un sorbo rápido sin lograr quitar ese ceño fruncido mientras su mirada escaneaba el lugar tratando de localizar algo, mejor dicho a alguien y el chico rico sabía perfectamente a quien buscaba con cautela su novio, Sand quería localizar a cada una de las personas que se habían atrevido a acercársele mientras él estaba en el escenario con coqueteos y propuestas que la verdad a él no le interesaba, talvez sonara algo cursi pero Ray solo tenía ojos para su músico, aun así disfrutaba ver esa faceta de su novio, esa posesividad le encantaba, por eso enseñaba sin decencia las marcas que Sand dejaba en su cuello, pertenecer al músico era su placer.

Esa vista de su novio fue lo que motivo a Ray a levantarse del sillón que compartía con Cheum y April para sentarse en las piernas de Sand, sin afectarse por las burlas de sus amigos envidiosos, en otras circunstancias el músico se hubiera quejado, incluso lo hubiera empujado lejos de su regazo alegando la presencia del grupo de amigos con algo de pena frenando el atrevimiento de Ray pero hoy no, un Sand posesivo deseoso de demostrar al bar entero lo que era suyo, tomó con fuerza la cintura de su novio acomodándolo mejor entre sus piernas, Ray paso su brazo tras el cuello de su chico recargándose en su pecho buscando estabilidad, dejando un beso en el largo cuello de Sand.

"Estuviste genial como siempre" Ray siempre elogiaba las actuaciones del músico mientras chocaba su colorida bebida virgen con la botella de cerveza que Sand sostenía en la mano que no estaba rodeando su cintura, sintió que la mano apretaba más en su piel mientras veía a su novio asentir en silencio y tomar otro trago de su botella, Ray estaba disfrutando al máximo la actitud de su hombre.

La noche continuo con algunas charlas en la mesa hasta que fue el momento del D'j de subir a escena para hacer bailar a todos los presentes, la noche estaba por terminar y Ray no desaprovecharía la oportunidad, él sabía sacar ventaja de las actitudes de su novio, así que jaló a Sand a la pista de baile, tan pronto llegaron al centro de la pista el músico tomó con fuerza la delgada cintura de Ray y pegó el cuerpo más pequeño al suyo, Ray no podía borrar su pretensiosa sonrisa mientras su cuerpo se balanceaba al ritmo de la música, alternando con movimientos rápidos, suaves, sensuales y provocadores, le gustaba bailar y siempre se jactaba de sus buenos movimientos, Sand danzaba con él, sus cuerpos se pegaban, sus manos recorrían el cuerpo contrario a ritmo del compás musical, Ray se giraba para pegar su espalda al pecho de Sand sin detener el movimiento de sus caderas provocándole exquisitos escalofríos por el roce con las caderas del músico, aumentados al sentir la respiración de Sand en su oído y su lengua saboreando su cuello, la tarea de Sand de demostrar a todos los presentes que Ray no estaba solo, que le pertenecía, realmente excitaba al chico rico y encantado se dejaba hacer por su novio, giraba al ritmo de la música y dejaba que Sand hundiera su lengua en su boca, era emocionante sentir las callosas manos recorrer su pequeño cuerpo, lo mejor la noche los húmedos besos de Sand en su cuello, el roce de los dientes del musico sobre su punto de pulso, la succión de su piel hasta obtener un tono rojizo que con el paso del tiempo se volverá morado, las marcas que Ray amaba y presumía, la huella de Sand en él.

"¿Qué es tan divertido?" le susurró Sand pegando su cuerpo al suyo.

"Tus celos, son tan lindos" Ray le regalo un pellizco en su mejilla con diversión.

"No son celos, simplemente me has vuelto presuntuoso" contestó el musico mientras hundía su cara en el cuello de su chico, logrando que un leve gemido escapara de la boca de este.

"¿Qué presumes?" preguntó Pakorn disfrutando del escalofrío que recorrió su cuerpo.

"Al novio que tengo" Sand delineo la curva del cuello contrario con su lengua.

"Al chico que te pertenece" tal vez Ray era conocido por su narcisismo y superioridad, pero con Sand cedía, le encantaba otorgarle ese poder sobre él, era excitante.

Sus bocas se pegaron con fuerza, sus lenguas danzaban, sus cuerpos necesitaban más.

"¿Hora de irnos? ¿continuar la fiesta en casa?" susurró Ray cerca al oído del chico alto, dando un pequeño mordisco al lóbulo, la ensombrecida mirada de Sand le respondió su pregunta, sabía que el resto de la noche seria fantástica, de seguro también un amanecer glorioso, porque Sand posesivo era insaciable, el músico sabía complacerlo mientras se encargaba de marcar su territorio.

Sin duda amaba todo de Sand, su lado tierno, romántico, protector, al igual que ese lado dominante y posesivo, a él le encantaba gritarle al mundo que Ray Pakorn tenía dueño y ese era Sand.

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