Na-ri estaba cansada. En ese momento se encontraba en la empresa de su madre, quien había organizado una conferencia de prensa para celebrar y anunciar el lanzamiento de su nueva marca de ropa, en la cual Na-ri es la modelo principal.
—La verdad, me encuentro muy feliz de compartir este momento con todos ustedes. Este proyecto es muy importante ya que esta vez me arriesgué más de lo habitual. Gracias a los que participaron y estuvieron conmigo, a mi hija Park Na-ri por ser esta vez la modelo principal, a mi esposo por apoyarme y no dejarme sola, gracias a todos los que hicieron que esto sea posible—. En cuanto Mi-suk finalizó su discurso, todos aplaudieron.
—Disculpe por la pregunta, pero, ¿la joven Na-ri tiene alguna relación sentimental? —dijo un periodista.
—Buenas tardes, en este momento no tengo ninguna relación sentimental, eso es algo que decidiré en un futuro —habló Na-ri.
—¿Y sus padres no piensan comprometerla? Usted es mujer, ¿cómo liderará su empresa? —habló alguien.
—Buenas tardes —habló Park Jaehyun—. No es de su incumbencia si mi hija tiene o no una relación con alguien. Sigue siendo la principal heredera de nuestras empresas. Nosotros no pensamos comprometerla con nadie, es la vida de nuestra hija, ella puede decidir quién será la persona con la que estará el resto de su vida. Además, el género no tiene nada que ver, miren a mi esposa: es una mujer exitosa, bella, y tiene una grandiosa empresa, la cual ella misma dirige. Ser mujeres no las hace menos. —Contestó Jaehyun a sus preguntas, recibiendo aplausos de las demás personas.
—Bueno, eso es todo por hoy, que tengan buena noche —habló Hong, la secretaria de Mi-suk.
Cuando terminó la conferencia, sus padres y ella se fueron a casa. Mientras llegaban, Na-ri recibió un mensaje de He-ra diciendo que Jae-i había vuelto. Na-ri se alegró por eso, hacía tiempo que no la veía.
—¿Y esa sonrisa? —dijo su madre.
—Jae-i volvió, saldremos mañana —contestó.
—¿En serio? Esa es una buena noticia entonces —dijo su padre.
—Sí, estoy feliz —contestó Na-ri con una sonrisa, la cual sus padres correspondieron.
Al voltear hacia la ventana, Na-ri vio la hermosa entrada a su hogar. Cuando llegaron, los empleados le abrieron la puerta a ella y a sus padres para que bajaran del coche. Na-ri se despidió de sus padres y fue directamente a su habitación, donde se quitó el maquillaje, se dio un baño, hizo toda su rutina de higiene y se durmió. Ella estaba realmente agotada
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Un nuevo día comienza. Na-ri se había levantado un poco tarde esta vez, pues era su día libre y no tenía que ir al instituto. Al ver el reloj digital que se encontraba en la habitación, se dio cuenta de que ya tenía que ir al encuentro con sus amigos. Así que se levantó, se dio un baño, hizo toda su rutina de higiene y fue a su gran clóset para decidir qué se pondría.