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LUNES 23 NOVIEMBRE 2020
BRASIL

LANDO

Desperté con otra nausea, esta harto de estar vomitando, me levanté con cuidado de no despertar a Carlos para poder ir al baño

En cuanto terminé regresé a acostarme e inmediatamente me abrazó por la espalda quedando de cucharita

— ¿Vomitaste otra vez? — Habló con su voz adormilada

— Un poco, pero hay que dormir otro rato, casi no dormimos

Anoche después de convencerlo que no fuera a conseguir comida tocaron la puerta y vi que regresó con una bolsa de un restaurante
Me dijo que Toto nos había mandado la comida, así que intenté comer lo que más pude para después quedarme dormido

— Hay que ir a los análisis Lan — Puse mi mano sobre la suya

— Lo sé, pero no has descansado por estarme cuidando

Me giré para quedar frente a frente

— Y lo voy a seguir haciendo hasta que estés bien

Me dio mucha ternura, asi que lo besé cortamente

— Perdón por haberte ignorado estos días, pero me sentía mal y no quería preocuparte hasta que ya no pude fingir y Toto me encontró

— Sinceramente pensé que había hecho algo para que te molestaras

— No no, perdón, no — Lo tomé de la nuca para volverlo a besar

— Tranquilo, pero solo avísame, en verdad Lan, viajaría desde el otro lado del mundo por venirte a cuidarte

— Yo no se como dices que no eres romántico

Le di la espalda, pero me moví hasta quedar completamente pegados, agarre su brazo y me abracé con el sin soltarle la mano, escuchando como se reía

— Eres un consentido Lando — Pasó su otro brazo por debajo de mi cabeza y subió una de sus piernas para intercalarla con las mías

— Te encanta estar así conmigo aunque lo niegues

— Nunca lo he negado Lando — Susurró en mi oído — me encanta estar así, amo abrazarte, ver como te pones nervioso justo como ahora, ver como con unos pequeños toques te tengo temblando, hay algo que me encanta, y es que eres muy expresivo con tu cuerpo y gracias a eso he descubierto esos lugares donde puedo hacer que te estremezcas, no necesitas decírmelos con palabras

Era verdad, siempre me ponía a temblar con solo un pequeño toque

— Carlos sueltame, quiero verte — Por la posición que teniamos estaba aprisionado con su cuerpo y no podía girarme

— No bebé, quédate así — Me dió un beso en el lóbulo de mi oreja, con lo que me estremecí, era uno de mis puntos débiles — En verdad crees que voy a negar que me encanta como reacciona tú cuerpo a mi, como se te corta la respiración cuando beso tú cuello — Dejó un beso húmedo debajo de mi oreja, maldición, estaba cayendo en su juego — Cómo me ves cuando crees que no me doy cuenta y muerdes tú labio seguramente recordando alguno de nuestros encuentros o pensando en alguno futuro

— Carlos déjame verte — Hablé con un hilo de voz

— ¿Ya no puedes hablar bien? Y eso que no he hecho nada Lando

Cerré lo ojos intentando tranquilizarme, no había hecho absolutamente nada y yo ya estaba comenzando a exitarme

— Sabes que, nunca lo he hecho, pero sin problema dejaría que me follaras, hacernos versátiles por una vez

I Get To Love You | CarlandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora