El cielo nublado le daba color y confort a todo aquel que ya no soportara el calor.
En medio del paisaje grisáceo, se encontraba una eriza azabache debajo de un árbol, sin apartar la mirada de la lápida que estaba frente a ella, específicamente del nombre grabado de aquella piedra, el mismo que ahora era protagonista de sus pensamientos: Sonic The Hedgehod.
Aunque no mostrara ninguna emoción en su rostro, su mente ahora mismo era un revuelo de recuerdos y emociones, siendo tan caóticos como el clima.
Su ropa goteaba lentamente, cayendo al suelo una a una, como si la prenda llorara en su lugar, hasta que ya no hubo más agua que drenar. Sin embargo, ajena al frío después de empaparse completamente, permaneció ahí, inmóvil. Aún si eso significaba tener que pagar las consecuencias con un fuerte resfriado, no le importaba.
No planeaba irse. Ya había soportado demasiado tiempo estando lejos de ella, y estar ahí era lo más cercano a tener su compañía.
No quería dejarla sola.
Sabía lo mucho que odiaba la soledad. La hoja que tenía en su mano solo era un recuerdo de ello.
Shadow de verdad esperaba que el día permaneciera sombrío, pues solo así no se sentiría fuera de lugar. Le causaba un pesar enorme sentir el sol en su piel y no poder sentirse cálida como lo hacía antes.
Quizás era porque su propio sol se había apagado. Y no había hecho nada para impedirlo.
Pero ¿Qué habría hecho de haberlo sabido?
¿Llevarla a terapia? ¿Motivarla a seguir adelante? ¿Hablar con ella?
No era suficiente.
Shadow no era suficiente.
Era la única explicación que hallaba sobre la nula confianza de Sonic en ella.
Justo cuando sentía que el amor y confianza era mutuo, no pasaron más de 5 horas cuando ese pensamiento le dio paz en la noche, siendo esa la última vez en la semana que descansaría sin pesares.
Esa noche fue como cualquier otra, no hubo nada fuera de lo normal hasta que la mejor amiga de su novia la llamó, con una noticia que ni en sus peores pesadillas imaginó.
Su mente no lo procesó a la primera y su corazón no cabía por el dolor. Ese día no lo recordaba con claridad, solo fue consciente de la profunda tristeza y las desalentadoras lagrimas que nadie fue capaz de calmar.
Fue el peor día de su vida.
Aun recordaba el vuelco que le dio el corazón cuando vio en la piel melocotón el líquido carmesí ocasionado por los cortes masivos en su muñeca izquierda.
El horror que sintió en ese momento no podía compararse con ninguno que hubiese sentido antes. Y el dolor en su garganta al soltar el grito que salió de lo más profundo de su corazón, seguía raspándole cuando hablaba.
Por eso y más razones, evitaba hablar tanto como podía.
Ya había perdido la cuenta de las noches sin dormir, atormentada por su propia mente, que constantemente le recordaba lo insuficiente que era. Sus párpados pesaban, pero no podía cerrarlos sin ver la imagen de la erizo cobalto postrada en la camilla de hospital, tapada con una sábana blanca hasta la cabeza, la palidez de su piel combinaba con el frío helado al tacto.
ESTÁS LEYENDO
Petricor •|𝐒𝐨𝐧𝐚𝐝𝐨𝐰|
FanfictionShadow intenta buscar calma después de la tormenta. 🌥Aclaraciones🌥 🌼 Contenido LGBTQ+ 🌼 Two-shot Sonicfem x Shadowfem 🌼 No copias ni adaptaciones o si no los funo 😠🔪 Psd: comenten sin pena, me encanta fangirlear con ustedes 🥰