Capítulo 28

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Adara

—Es bueno volver a verte bambina—dice Lorenzo mientras deja un beso mi mejilla.

—Lo mismo digo, pero no son las mejores circunstancias —le comento mientras él me suelta de su agarre.

—A veces querida raggaza las peores circunstancias son las mejores, aunque no lo parezcan.
Ladeo un poco mi cabeza sin saber si estoy de acuerdo con lo que él ha dicho.

—Bueno, sé que no va a sonar muy bien lo que diré, pero no tenemos tiempo, necesito encontrar a mi hija.

La mirada de Lorenzo pasa de estar relajada, estar muy seria y asentir a lo que he dicho.

—Tienes razón, llévame a donde me voy a quedar mientras hago unas llamadas —dijo en un tono serio mientras sacaba su celular.

—Okay, vamos.

Así nos comenzamos a dirigir al carro de Mia y Lían.








[...]








Narrador omnisciente.

En otra parte de la ciudad, nos encontramos con Alonso, que se encuentra al frente de un enorme edificio sin entrar a confirmar lo que había hablado con Julio Bird.

Nuestro querido Alonso sabe o tiene la intuición que el señor Bird sabe el paradero de su costalito.

Ya hace tiempo él había hablado con Julio sobre algunas cosas que en su momento serán reveladas, ya que son de suma importancia para el ahora y el después de la vida de todos, o bueno, la de Adara, Aurora y Alonso.

Después de una media hora de estar al frente del edificio, decide entrar, ya que cree que entre más tiempo, tarde en entrar, más tiempo es el que su hija pasa al lado de extraños.

Las cosas comienzan a ocurrir muy rápido y sin darse cuenta ya está preguntando a la secretaria por el señor Bird.

—¿Usted es Alonso Sanper? —pregunta con educación la secretaria.

—Sí, soy yo —él respondió con cortesía.

—Sígame por favor.

Así lo hizo, siguió a la secretaria hasta que esta lo dejó al frente de una puerta de vidrio, a la cual no podía ver nada de lo que ocurría adentro de ella por el material que le habían colocado a la misma.

La chica se hace a un lado y le indica que pase.

—Puede pasar, el señor lo está esperando.

Con eso ella se desaparece por el pasillo mientras Alonso piensa si es necesario pasar.

No pasan muchos minutos cuando por fin decide entrar para saber qué le espera detrás de esas puertas.

Con desconfianza se adentra a la oficina y puede observar como un hombre con un traje elegante está de espalda mirando hacia el exterior por las grandes ventanas de la oficina.

Él no llega hasta donde está el señor y prefiere quedarse cerca del escritorio indeciso sin saber muy bien qué decir, unos momentos después Alonso decide hablar con firmeza.

—Aquí estoy.

Volteándose y caminando hasta quedar a una distancia considerable, Julio Bird con una sonrisa habla:

—Pensé que nunca ibas a entrar querido hermano.








[...]








Adara.

—Bueno, al menos ya hemos comenzado con la demanda en contra de la novia de tu ex pareja—comenta Lorenzo.

Dejo de mirar la ventana que en realidad no estaba viendo nada de interés para darme la vuelta y acercarme hasta el punto que tocó el hombro de Lorenzo, ya que se encuentra sentado en uno de los sofás.

—Gracias por estar aquí ayudándome en lo que puedes Lorenzo—dije con una pequeña sonrisa en mis labios.

Ubicando su mano en la mía me observa regalándome una sonrisa confortante.

—No hay nada que agradecer piccolina sabes que me importas más de lo que quiero admitir, pero también sé que este no es el momento para hablar de mis sentimientos hacia ti.

Aparte mi mano con notable incomodidad porque tocará ese tema.

Él ya en una ocasión me había hablado de sus sentimientos hacia mi persona, pero lo de la Alonso estaba reciente y no estaba preparada para buscar o intentar algo con alguien, creo que todavía no lo estoy, ya que no solamente es conmigo que se iniciaría una relación, también sería con mi hija, aunque sé que a ella le agrada Lorenzo yo no he superado del todo Alonso, más en estos momentos, como él dijo No estamos para hablar de eso, ya que mi hija sigue sin aparecer y ya han pasado dos días y sigo con la preocupación en mi pecho pensando si algo malo le pasó a mi pequeño Ángel.

—No quise incomodarte Adara—dice rápidamente Lorenzo colocándose de pie para quedar delante de mí.

Sonrío con incomodidad:

—En este momento tampoco creo que sea correcto hablar de eso y no sé si...—antes de que pueda terminar él me interrumpe.

—No sabes si has superado completamente a tu ex, lo entiendo tranquila, mejor dejemos el tema—dice rascándose con notable incomodidad la parte trasera de su nuca.

Antes que pueda decir algo escucho como mi celular comienza a sonar, así que rápidamente lo agarro pensando que puede ser algo con respecto a mi hija y no observo qué número indica o si el número está guardado en mi celular.

—Bueno —conteste.

—Ya sé dónde se encuentra la niña.

Holiiis, espero que esten bien, estoy super emocionada porque este mes después de tantos años voy a terminar de publicar esta hermosa historia, que en lo personal me a acompañado en momentos muy importantes, nos lees más pronto de lo que piensan, besos 💋



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