Please don't (k.will)

Final

En una fría tarde de invierno, Seo In-guk y Ann Jae-hyun se encontraron casualmente frente a la máquina de café de un edificio de oficinas. Ambos se sorprendieron al verse después de tanto tiempo. Había pasado años desde la boda de Ann Jae-hyun y el distanciamiento gradual entre ellos. Sin embargo, en ese momento, los viejos recuerdos y emociones comenzaron a aflorar.

Ann Jae-hyun, con una sonrisa nerviosa, rompió el hielo pidiéndole a Seo In-guk su número de teléfono para poder volver a hablar y retornar la amistad que gradualmente se perdió con los años. Seo In-guk, sintiendo un nudo en la garganta, accedió con una mezcla de nostalgia y esperanza. Hablaron brevemente sobre sus vidas, evitando mencionar los años perdidos, hasta que Ann Jae-hyun confesó que se había divorciado de su esposa debido a problemas personales.

El reencuentro reavivó algo en el corazón de Seo In-guk que creía haber enterrado. A pesar de su miedo y las dudas, fue él quien tomó la iniciativa y llamó a Ann Jae-hyun para invitarlo a salir después de pensarlo por una par de días, alegando que no podía volver a caer por amigo, sin embargo ese sentimiento de amor fue más grande que su propia conciencia. Las semanas pasaron rápidamente mientras trabajaban juntos, salían a beber y compartían momentos como en los viejos tiempos.

Una noche, con los efectos del alcohol embriagando sus sentidos, Seo In-guk se atrevió a besar a Ann Jae-hyun. El beso fue un torbellino de emociones largamente contenidas, pero también lleno de miedo y confusión. Después de ese momento, Seo In-guk se retiró, temeroso de las consecuencias de sus acciones.

Sin embargo, Ann Jae-hyun no se rindió. Le habló a Seo In-guk y lo invitó a dar un paseo y a hablar de lo que había pasado alegando en sus pensamientos que tal vez solo fue por lo efectos del alcohol temeroso por volver a perder a Seo In-guk. Caminaron juntos por las calles, compartiendo silencios incómodos pero cargados de significado. Eventualmente, se desviaron por un túnel, buscando un atajo hacia su destino.

Seo In-guk se sentía atrapado por sus propias emociones. Quería contarle a Ann Jae-hyun la verdad sobre sus sentimientos, pero el miedo y la incertidumbre lo paralizaban negó todo, no queriendo hablar del tema. En un momento de desesperación y confusión, decidió alejarse, pidiendo solo un último abrazo como despedida.

"Amigo, quiero decirte una cosa más... ¿Puedo abrazarte una vez más?"

El abrazo fue corto antes de que Seo In-guk se escapara de sus brazos, teniendo una ansiedad indeseable de volver a tocarlo, y ahí es donde se dió cuenta de lo que realmente pasaba con él. Ann Jae-hyun, con lágrimas en los ojos, intentó confesar sus sentimientos, admitiendo que había estado enamorado de Seo In-guk durante años que no se había dado cuenta de ello y que fue la causa de su divorcio que jamás amo a su esposa y no la necesito tanto como a él en su vida. Pero antes de que pudiera decir algo más, Seo In-guk se fue, dejándolo solo en medio del túnel oscuro y frío.

Esa misma noche encontraron a Seo In-guk sin vida, con la nota de que el amor si te puede matar, que duele más que mil espadas incrustadas en el pecho. Ann Jae-hyung solo pudo llorar al darse cuenta que el amor de su vida se fue de este mundo sin saber que él también lo amaba, esa tarde una mariposa voló cerca de él, y como último acto de amor le pidió una segunda oportunidad antes de tirarse de un puente buscando la manera de volver con su amado.

El miedo y la preocupación lo atormentaban mientras caía hasta que finalmente se levantó de la cama al amanecer. Confundido se dió cuenta de la fecha, y con inmensa felicidad corrió hacia el trabajo de Seo In-guk, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. Buscando que él siguiera vivo, la mariposa turquesa le había dado una segunda oportunidad...

Cuando lo encontró, sin aliento y con los ojos llenos de lágrimas, Ann Jae-hyun le confesó todo a Seo In-guk. Le pidió que fuera su novio de la manera más sincera y romántica posible, prometiéndole que si sus sentimientos no eran correspondidos, estaría bien.

Seo In-guk, con los ojos llenos de sorpresa y alivio, tomó las manos de Ann Jae-hyun entre las suyas. Le aseguró que también había guardado esos sentimientos durante años, temiendo perder su amistad si los expresaba.

Desde ese día, Seo In-guk y Ann Jae-hyun se convirtieron en pareja. Se apoyaron mutuamente, compartieron risas y lágrimas, construyeron nuevos recuerdos juntos mientras sanaban las heridas del pasado. Aprendieron a amarse de una manera que nunca habían imaginado, sabiendo que su amor era más fuerte que cualquier miedo o duda que pudiera surgir.

Y así, entre abrazos y promesas susurradas al oído, Seo In-guk y Ann Jae-hyun encontraron la felicidad que tanto habían anhelado, cerrando el capítulo de su amistad perdida y abriendo uno nuevo lleno de amor y esperanza.