Please don't (k.will)

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Seo In-guk y Ann Jae-hyun habían sido mejores amigos desde que eran niños. Compartieron risas, lágrimas y todos los momentos importantes de sus vidas. Desde la infancia, Seo In-guk había guardado en secreto un amor profundo por Ann Jae-hyun, pero nunca se atrevió a confesarlo por miedo a perder su amistad. Su amistad através de los años se intensificó incluso después de entrar a la universidad.

Todo cambió cuando Song Hye-kyo se mudó al vecindario. Su dulzura y encanto natural atrajeron la atención de ambos amigos. Pronto, los tres se convirtieron en inseparables, compartiendo aventuras y risas. Seo In-guk, aunque feliz de tener a Song Hye-kyo como amiga, no podía evitar sentir un dolor sutil cada vez que veía a Ann Jae-hyun y ella juntos.

A medida que crecieron, los sentimientos de Seo In-guk hacia Ann Jae-hyun se intensificaron, pero siempre se mantuvo en silencio, viendo cómo su amigo y Song Hye-kyo se acercaban más, pronto sus salidas de amigos se convirtieron en citas de solo dos, sus salidas a jugar videojuegos o simplemente el compartir diálogos entre ambos se desvaneció. Aquella noche de invierno ambos amigos decidieron formalizar su relación como pareja y a pesar de sus propios sentimientos, Seo In-guk apoyó la relación de sus amigos con todo su corazón, deseando su felicidad por encima de todo incluido de sus propios sentimientos. El tiempo pasó sin embargo ese dolor seguía latente incluso con los años. Compararse con ella era poco a lo que realmente sentía, sentía dolor al compararse el saber que nunca sería ella para que Ann Jae-hyung lo volteara a ver siquiera una vez más.

Un día, antes de la cena de navidad Ann Jae-hyun y Song Hye-kyo anunciaron que se iban a casar. Seo In-guk sintió que su mundo se desmoronaba. Aunque sonrió y felicitó a sus amigos, por dentro luchaba contra una tormenta de emociones encontradas. Ver a la persona que amaba prometerse con otra era una agonía indescriptible.

Durante la despedida de soltero de Ann Jae-hyun, Seo In-guk intentó mantenerse fuerte y divertirse, pero su corazón estaba en pedazos. Recordaba cada momento compartido con Ann Jae-hyun, desde sus juegos de infancia hasta sus confidencias más profundas. Ahora, todo eso parecía un sueño distante.

En la víspera de la boda, Seo In-guk se retiró a su habitación, incapaz de soportar la idea de ver a Ann Jae-hyun y Song Hye-kyo casarse al día siguiente. Se sentó solo en la oscuridad, no era culpa de sus amigos que él estuviera perdidamente enamorado de alguien que jamás lo voltearia a ver de otra forma más que de amistad.

Al día siguiente, en la ceremonia, Seo In-guk luchó por contener las lágrimas mientras veía a Ann Jae-hyun y Song Hye-kyo intercambiar votos de amor eterno. Cada palabra resonaba en su corazón, recordándole lo que nunca podría tener.

Después de la boda, Seo In-guk se alejó discretamente mientras los invitados felicitaban a los recién casados. Se sentó en un banco solitario en el jardín, mirando al horizonte con los ojos enrojecidos por las lágrimas que no pudo contener más.

Ann Jae-hyun lo encontró allí, con una mezcla de preocupación y cariño en su rostro. Se sentó a su lado en silencio, dejando que el tiempo pasara entre ellos.

"Lo siento, Seo In-guk", dijo Ann Jae-hyun finalmente, rompiendo el silencio tenso. "Sé que esto debe ser difícil para ti tus dos mejores amigos se están casando cuando al principio ni siquiera se soportaban".

Seo In-guk miró a su amigo con ojos tristes pero sinceros. "No tienes que disculparte. Estoy feliz por ustedes dos", respondió con voz temblorosa.

Ann Jae-hyun suspiró, sabiendo que las palabras no podían sanar el dolor de su amigo. "Eres mi mejor amigo, Seo In-guk. Siempre lo serás. Te necesito en mi vida, más que nunca, ambos te necesitamos, eres una persona importante para nosotros", dijo con sinceridad.

Seo In-guk asintió, sintiendo un nudo en la garganta . "Y yo siempre estaré aquí para ti, Jae-hyun. Siempre", respondió con voz firme, aunque su corazón seguía roto.

Los dos amigos se abrazaron en silencio, compartiendo un momento de comprensión y amor verdadero. A pesar del dolor que Seo In-guk sentía, encontró consuelo en la amistad inquebrantable que compartían. Sabía que, aunque las cosas nunca serían iguales, el amor que sentía por Ann Jae-hyun perduraría a través del tiempo, en silencio y en secreto, como una canción que sólo él conocía.

Aquel día solo él supo el dolor que sintió, aquel carro supo cuánto lloro por un amor no correspondido, y la luna fue testigo de aquel hombre con un corazón roto.