U n d í a d e e n e r o
Suspire con pesadez dejando los recibos por pagar y el libro de cuentas en la mesa, el dinero faltaba, era claro, debería de tomar algo de mi ahorro de nuevo y eso me fastidiaba porque al fin había podido llegar a un número bueno.
Estaba considerando seriamente el tirar todo al carajo, y dejar que lo prestamistas me comieran vivo, cuando mi mejor amigo y compañero de departamento entro a la sala, Ta lucia agotado, pero sonreía como solo él podía hacerlo, me miro y rápidamente entendió la situación en la que estábamos.
--- falta mucho, ¿no es así? --- pregunto dejándose caer en el sillón junto a mí.
--- lo puedo poner, son solo 2,200 --- dije en voz baja fastidiado tomando algo de agua
--- ¿seguro? --- pregunto insistiendo un poco
--- si claro, solo vamos a cenar --- sonreí levemente y me puse de pie para caminar a la pequeña mesa que teníamos pegada a la zona de la cocina.
Rápidamente mi amigo comenzó a sacar la comida que había traído del trabajo, eran las sobras del restaurante, el dueño le dejaba llevarse la comida que sobraba al final del día y eso era bueno, todo era delicioso.
Ta era mi amigo desde que tenía los nueve años, éramos como hermanos y honestamente lo amaba como a uno, a pesar de que era tres años mayor que yo siempre fue dulce y atento conmigo, era un chico intachable, tranquilo y la mayoría del tiempo solía ser alguien que evitaba los problemas y las confrontaciones así que era agradable para cualquier persona.
Él mandaba dinero a sus abuelos en la provincia donde vivían, ambos eran ya adultos mayores y estaban agotados como para trabajar, a pesar de tener varios hijos todos les dieron la espalda, así que Ta tuvo que salirse de la universidad a trabajar por que no podía mantenerse y a ellos al mismo tiempo, yo por mi parte tenía problemas con los prestamistas de mi mamá.
Cuando aún vivía con mis padres y mi hermano éramos una familia unida, mi hermano era cuatro años mayor que yo y aunque era medio molesto siempre nos llevamos bien, todo era bueno, las cosas se complicaron cuando papá comenzó a salir cada vez más tarde del trabajo, al principio ponía excusas pero después de un tiempo dejo de importarle lo que mamá pensara, la relación se rompió cada vez más hasta que mamá empezó a salir y beber, después de eso las cosas se fueron al carajo cuando papá pidió el divorcio.
La relación que tenían estaba jodidamente rota y a pesar de que ambos se sometieron al terapia de pareja un tiempo, en un desesperado intento de mejorar algo, la verdad es que nada se podía hacer, todo estaba dicho, al final se divorciaron, lo cual nos llevó a una batalla por dinero, custodia y responsabilidades.
La pelea legal fue extensa y papá reclamaba la custodia de mi hermano por que el si era "como él", yo era más parecido a mamá, a su familia y eso era algo que a papá le molestaba, decía que era como si no fuera suyo, al final mamá le confeso que realmente yo no era su hijo, de hecho, ni siquiera ella estaba segura de quien era mi padre en realidad, se hizo una prueba de adn y en cuanto papá supo que no era su hijo simplemente se fue.
Después de eso es historia, papá se llevó a mi hermano lejos de mi madre y de mí, eso fue cuando yo apenas estaba entrando a la secundaria, al poco tiempo mi vida comenzó a caer en picada, mamá me culpaba por todo, supongo que era más fácil decir que todo era mi culpa a decir que ella había hecho algo mal al engañar a papá en un principio, me odiaba, decía que soy la desgracia de su vida y que no merecía la pena.
Mi salud comenzó a empeorar al poco tiempo, los doctores dijeron era una falla en el circuito de mi corazón, a veces iba muy rápido, otras veces muy lento, en resumen, el tratamiento era una operación cara y medicamentos costosos, algo que claramente no podíamos pagar.
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Baila para mí.
Teen FictionBailar, servir, sonreír, fingir, todo en un ciclo sin fin, estaba atrapado, ahogándome en mis propias angustias y problemas, solo deseando poder salir como fuera, hasta que lo conocí. Imponente, fuerte, serio y sobre todo un jodido peligro, nada me...