Tres

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Amelia.

Nunca hago cosas tan temerarias, suelo salir con chicos para quitarme el estrés de las clases, me gustan las aventuras de una sola noche, pero este tipo, este sujeto me hizo ir mas allá, no pensé que tuviera un auto, incluso viajar con él en autobús hubiera sido interesante.

Tiene todo el estereotipo de chico rudo, de los que podrían pasar en los carteles de "se busca"

Pero en realidad ha sido cortes, me ha dejado hablar todo el tiempo sobre mis clases, sobre lo que me gusta y el como mis amigas reaccionaron a darle mi numero aun tipo en una celda, me excuse con que es demasiado atractivo.

Su piel es perfecta incluso con esas cicatrices de peleas, su sonrisa tiene un toque de picardía que haría a cualquiera derretirse, sus ojos son levemente rasgados para ser asiático además de que su cabello rubio peinado para atrás le da el toque sexy que necesita, sin mencionar lo bien que se que esta debajo de la ropa que tiene puesta.

—Siento que estoy hablando demasiado y tu no me has dicho nada, ni a donde me llevas, ni ¿Qué es lo que haces para vivir?

—Secuestro mujeres y las vendo al mercado negro —me quede callada y el soltó una carcajada — iremos a donde trabajo.

—Oh por dios, no me digas ¿eres stripper?

—Claro que no, ese es mi amigo San.

—¿Tienes un amigo que es stripper? Cada vez eres mas interesante.

Negó con la cabeza y lo deje conducir hasta que llegamos a un restaurante algo grande, entramos por el estacionamiento de empleados, haciendo que mi intriga creciera cada vez mas. Bajo para dar la vuelta al auto y abrirme la puerta.

—¿Vienes?

—Un momento —marque por teléfono mordiendo mi uña del dedo gordo hasta que contestaron —¿papi? —alzo una ceja Hoongjoon —me quedare con Ana para estudiar, si papi yo te aviso, dale beso a mami.

—¿Me ocultas?

—¿No quieres ser mi secreto? —se acerco a mi oído haciéndome oler su colonia deliciosa.

—Solo si soy uno de los sucios.

Tomo mi mano y me llevo dentro del restaurante, entrando por la cocina.

—BUENAS TARDES CHICOS, ¿Cómo va el servicio?

Se subió las mangas y tomo un mandil que ato a su cintura.

—¡DE LUJO CHEF!

¿Chef?

¿Le dijeron chef?

—Bienvenida a mi restaurante, nuestra cita es para comer, me encargo de la comida, pero discutiremos el postre.

Me guiño un ojo y comenzó a moverse por la cocina con una habilidad impresionante, a mi me había dejado en una barra sentada con una bebida preparada, se notaba serio y verlo trabajar de algún modo me estimulaba demasiado, gritar las ordenes y hacer que sus empleados se movieran no hacia mas que incentivar mis deseos de saber mas de él.

Me fije que su menú mayormente consistía en hamburguesas, pero habia tanta variedad y la manera en que la emplataban las hacían lucir fuera de lo simple, se acero a mi con un menú.

—¿Esta lista para ordenar?

Me dio el menú y todo lucia delicioso, además de que los precios eran algo económicos para los platillos que salían de la cocina, ¿sabrá de ganancias?

—No soy quisquillosa con la comida, dejare que me sorprendas.

Dejo el menú y casi salto la barra para quedar frente mío, me tomo por la cintura y hablo cerca de mis labios.

—Deja de hacer que me gustes mas, necesito terminar un turno al menos —mordió mi labio inferior —las mujeres que les gusta probar la comida ante de juzgarla, me ponen como no tienes una idea.

—¿Traes a muchas mujeres aquí?

—¡CHICOS! ¿Cuántas mujeres han estado en mi cocina?

—NINGUNA CHEF.

—Les pagas, pueden decir lo que sea.

—Es tu elección creerme o no, voy por tu orden.

Le creeré pero no se lo voy a decir.

Mamma Mia (Hoongjoong, Ateez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora