Narrador Omnisciente
Haewon era despertada por Seyoung cuando apenas estaba amaneciendo y aén medio dormida fue con él hasta un lago cercano en donde haía una fogata prendida en las orillas y en el lago una improvisada balsa con la bandera de su reino.
---¿Qué hacemos aquí, tio?--- Preguntó.
---Vamos a darle una despedida digna a tus padres--- Le respondió.
Haewon no sabía a que se refería, solamente vio dos sábanas que cubrían algo sobre la balsa llena de hojas y ramas secas.
Poco tardó en darse cuenta de a que se refería su tio.
Por fin después de todo lo que había pasado Haewon soltó sus primeras lágrimas, siendo brevemente consolada por su mayor, quien empezó a preparar todo para la ceremonia.
---Que los ángeles los reciban y guien sus almas hacia un descanso en paz--- Seyoung agarró una rama grande con una tela en una punta que ya tenía preparada---Que se coree sus nombres con fuerza de tal modo que incluso nosotros podamos oirlo y sepamos que han reclamado su lugar en el banquete de los reyes--- Le entregó la rama a Haewon---Porque han caido grandes personas...--- Volvió a sobarle el hombro intentando darle fuerzas para lo que practicamente la estaba obligando a hacer---Un guerrero, una virtuosa, unos líderes en todo su nombre, unos padres...--- Haewon miraba la rama y luego la fogata entendiendo lo que debía hacer mientras las últimas lágrimas caían---Un amigo...--- Haewon prendió la rama en fuego y la lanzó a la balsa para después empujarla hacia el mar---Leo, Mina... amigos... siempre creí que yo me iría primero---
El humo alertaría a cualquier enemigo o posible amenaza, por lo que se fueron del lugar lo mas rápido posible.
No sabían que lugar podía ser seguro, por lo que terminaron quedándose en una cabaña abandonada que encontraron de pura suerte.
Los primeros días el lugar era difícil de soportar, por lo que tuvieron que limpiarlo y ordenarlo.
La cabaña estaba cerca de Gebacia, un reino aliado, pero que no podían asegurar que sea seguro para ellos estar ahí.
El tiempo pasó y ambos se acostumbraron a ese estilo de vida que no sabían que pronto acabaría.
Pov ____
Tras lo ocurrido con la familia real las cosas estaban tensas en el castillo y sus alrededores, por lo que preferí ir al puelo a ver como estaban las cosas.
Claramente muy diferente al castillo, pero esta vez la diferencia no era mala, se estaba mas cómodo en el pueblo.
---¿No desea llevar algo mas? Siempre compras solo verduras, frutas y especias ¿No comen carne en tu casa?--- Escuché la conversación de una mujer del mercado con una clienta completamente cubierta.
---No, gracias, alguien mas se encarga de conseguir la carne--- Respondió la misteriosa chica.
---Entiendo. Que te vaya ien querida, te veo en una semana--- Se despidió la mujer y la chica empezó su camino.
Me causaba intriga esa chica por lo que la empecé a seguir para ver hasta donde iba.
Cuando la vi salir de la ciudad casi me detengo, pero algo dentro mio me decía que esa chica escondía algo importante, por lo que continué siguiéndola.
Fueron unos 10 minutos caminando hasta que llegó a una cabaña en el que la chica dio vuelta al acabarse la pared.
Al intentar hacer lo mismo fue abatido y tumbado al suelo con una daga en el cuello.
Tenía su rodilla sobre mi pecho lo que me impedía ponerme de pie.
---¿Quién eres y Por qué me has seguido?--- Le vi el rostro.
Era muy bella.
---¡Te hice una pregunta!--- Presionó mas la daga.
---¡Solo te seguí por curiosidad!--- Dijo el chico.
---Aunque haya sido así ya viste donde vivo y mi rostro. Discúlpame, pero no puedo dejarte vivir--- Creí que era mi fin y cerré los ojos esperando lo peor, pero al contrario de eso sentí como se levantaba la daga---No puedo hacerlo--- Dijo reduciendo la fuerza que tenía sobre mi pecho y alejando la daga de mi cuello.
Aproveché ese momento para dar un giro brusco y liberarme logrando desarmarla y agarrar la daga.
La chica cayó al suelo y me miró con miedo para luego mirar al suelo.
Noté resignación en su mirada, pero no pude decir nada mas por la aparición de un hombre mayor que se acercaba de manera violenta.
Salí corriendo de ahí hasta que regresé a la ciudad y después al castillo.
Mi padre notó mi exaltación y me preguntó que había pasado.
Le espliqué mostrándole la daga y él solo miró sorprendido la daga para luego quitármela.
Después de una hora me hicieron entrar a una sala en donde estaba la reina quien parecía mas calmada que los últimos días.
---¿A quién dijiste que le quitaste esta daga?--- Me preguntó el caballero a su costado.
---A una joven en el bosque que aparentemente viene una vez a la semana al mercado de la ciudad--- Expliqué.
---¿Sabes su nombre? ¿Puedes describirla?--- Preguntó la reina directamente.
Hice mi mayor esfuerzo para describir correctamente a la chica ya que no sabía su nombre.
La reina sonrió cosa que me extrañó.
---Esta daga perteneció a nuestros antiguos aliados hasta antes de que el príncipe matara a los reyes--- Dijo la reina---Tengo la fuerte sospecha de que te has encontrado con la princesa Haewon--- No podía creer lo que oía---¡Que una comitiva me acompañe a buscarlos antes de que se vayan! Necesito una charla con la princesa--- Ordenó y rapidamente un grupo de soldados liderados por el que estaba a su lado salieron hacia la cabaña guiados por mi.
