"Un par de balas indiscriminadas estampadas en mi piel, una cajetilla de cigarrillos y las esposas de metal que he tenido que reemplazar más de veinte veces son mis únicos acompañantes.
Hasta el momento, nunca había titubeado porque jamás me detuve...
Subo esto porque... ya le completé a mi patrón sus deducciones >:)
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«Parecen estar aquí por el mismo motivo: una carta de un benefactor, quien les hizo la promesa de obtener su mayor deseo si decidían participar en unos juegos que se llevarían a cabo en una mansión en medio del bosque, sin comunicación con el exterior, y sin un fin aparente.»
(T/N) suspiró, cerrando su bitácora de investigación y guardándola debajo de la cama, sin saber cómo demonios proceder. Su carrera como oficial de policía era muy corta, pero de todos modos era la primera vez en la que no tenía idea de qué haría para salir del aprieto, en el que de paso se metió sola.
«Ahora no tengo que sacar solamente a esas dos, también debo sacar al resto de los sobrevivientes. Tal vez ellos tengan el mismo estatus de desaparecidos en sus lugares de origen, incluso yo lo tendré tarde o temprano cuando mi madre y el jefe se den cuenta de que no los he llamado en un lapso prolongado de tiempo…»
Le desagradaba no tener el control de la situación, se sentía como si alguien más estuviera apuntándole en la sien, sin dejarle muchas opciones disponibles.
Acorralada.
Trató de dejar de lado aquello, abrió la maleta para sacar los artículos de higiene, las pantuflas y la ropa de dormir. Entró a la ducha, en donde se quedó durante casi una hora completa bajo el chorro de agua fría, pensando en exceso. Tan sólo salió de su burbuja cuando escuchó el lejano sonido del reloj marcando las once de la noche en punto, por lo que cerró las llaves y se vistió para sentarse en la cama y secarse el cabello.
