𝐃𝐄𝐉𝐀́𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐒𝐀𝐋𝐆𝐀.

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Te hablo, te hablo. Pero no sé por qué lo hago.

Quiero que me escuches, pero mis palabras no llegan a tus oídos.

Te siento tan perdido.

¿Es así? ¿O es una percepción errónea?

Y no sé qué decir, cómo mirarte, cómo hablarte.

¿Qué querés de mí? ¿Qué deseás?

Ya no lo sé. No me escuchás.

Veo tus ojos llorosos, tus labios apretados.

Amagás, intentando sacar palabras. Pero no salen.

Las lágrimas caen, siguen cayendo. No paran.

¿Pararan alguna vez? ¿O continuaran así por siempre?

No hay respuesta.

No tenés seguridad. No importa. No importa.

Dejá que fluya como el riachuelo en un día tempestuoso.

Que todo se destruya, que todo se lo lleven las aguas turbulentas

que ahora son tus lágrimas. Son tus gritos ahogados.

Dejálo salir. Está bien. Yo estoy aquí. Está bien.

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⏰ Última actualización: Jun 27 ⏰

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Hecatombe. (𝒑𝒐𝒆𝒎𝒂𝒓𝒊𝒐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora