Han pasado tres meses desde la ruptura de Hye-won con Park Jimin, y aunque ahora sale con Hwang Hyunjin, algo dentro de ella no termina de encajar. Hyunjin la adora, pero esa chispa que esperaba nunca llegó. A pesar de todo, las cosas entre ellos pa...
Mordí mi labio inferior levemente y tomé las flores, aún intrigada por saber quién era "mi admirador". A la mente me vino Jungkook, pero él no se veía de ese tipo de cosas, y nos acabábamos de ver. Sin embargo, era el único chico con el que hablaba que sabía mi dirección.
– Mejor le pregunto mañana, a ver si él las dejó – dije para mi misma.
Deje las flores en mi escritorio. No eran muy grandes, pero eran bastante lindas. Me puse mi pijama, me desmaquille, me cepillé y me acosté en mi cama. Al segundo de tocar la almohada, me quedé dormida.
AL DÍA SIGUIENTE.
6:00 a.m.
Me levanté con pereza y me arreglé como siempre para ir a la escuela. Esta vez me vestí con un vestido blanco, largo, que me llegaba hasta arriba de los tobillos y dejaba descubiertos mis hombros y clavícula, unas botas negras y algunas joyas. Bajé a la cocina y me hice un café. Realmente creo que soy adicta a la cafeína. Me llegó un mensaje y tomé mi teléfono para verlo.
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Me limité a contestarle un "está bien" y me quedé observando por la ventana, esperando a que Taehyung llegará. Minutos después vi un auto estacionarse frente a mi casa, pero no lo podía reconocer. De igual manera, en el puesto del copiloto podía ver a mi amigo; seguro había venido acompañado en el auto de alguien más.
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Al ver el mensaje tomé mi mochila y dejé la taza vacía en la encimera. Dejé una luz encendida para que el departamento no quedara completamente oscuro al llegar del instituto. Saliendo de la casa, me subí al carro, encontrándome con cuatro hombres adentro. Mi expresión fue de un poco de sorpresa. Se encontraba Han, Taehyung, Yoongi y Jungkook.
– Buenos días. – dije con un tono de amabilidad y me acomodé en mi asiento.
– Buenos días. – todos respondieron al unísono, excepto por un chico, si, Yoongi.
En el camino a la escuela, los chicos se la pasaron hablando y haciendo bromas entre ellos. Yo estuve mirando por la ventana, podía sentir como, a veces, Jungkook ponía su mirada en mi. Llegamos a la escuela y cada uno se fue hacia un salón diferente. Me despedí con un abrazo de Tae y Han, y con una sonrisa de Jungkook.
