¿Una forma de limpiar tu conciencia?

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Martin y yo acabamos de llegar a la puerta de  la academia de baile donde Ruslana  ese mismo día empezaba como profesora,  obviamente comentando el tema del día, que no podía ser otro mas que el encuentro de la cafetería. Saco el móvil y entro al grupo para visar de que ya estamos fuera esperando para ir a cenar los tres juntos.

Marruski

Kiki: Rus ya estamos fuera

Russ: Enseguida salgo

Russ: Vais a flipar

Russ: Vamos mas que flipar

Russ: Os vais a caer muertos

Martin: Cuenta

Russ: Mejor salgo y os veo la cara

-¿Qué será?.- Lo peor que ha podido hacer Ruslana con nosotros es soltar algo así y esperar que no nos entren las ansias por saber que es lo que nos tiene que contar.
-Fijo que algún famoso esta en su clase.- Contestó Martin y no nos dio tiempo a pensar mas opciones porque enseguida Ruslana vino hacia nosotros.
-Vale, no dejéis de mirar hacia la puerta.- Salía mucha gente del local, y no veíamos nada extraño hasta que de repente una chica rubia y aparentemente sin ningún café en la mano esta vez salía por la puerta.
-¿Qué narices?.- Le preguntamos casi a la vez Martin y yo a Ruslana.
-Resulta que Denna, que así se llama, también da clases aquí, es muy fuerte eh, quiere hablar contigo Kiki.
-¿Conmigo? Que vergüenza nono, vam...- No me dio tiempo a decir nada porque ya estaba la rubia delante de nosotras.
-Hola..Chiara ¿verdad?.- Me preguntó en un tono suave.
-Depende, ¿No vas a tirarme nada esta vez?

Pude ver algo de culpabilidad en su cara.

-Lo siento mucho, de verdad. Lo de esta mañana ha sido una equivocación.- Reconoció con una sonrisa de arrepentimiento.- Mi amiga Violeta no esta pasando ahora mismo por un buen momento. De verdad que sentimos mucho lo de esta mañana. Si necesitas llevar la ropa a la lavandería porque no salga en la lavadora normal yo te lo pago, y prácticamente todas las mañanas desayunamos donde esta mañana, si coincidimos cualquier otro dia te invito al desayuno, es lo mínimo, hoy te has quedado sin desayunar.
-¿Una forma de limpiar tu conciencia por la cagada de esta mañana?.- Le pregunté viniéndome arriba con media sonrisa juguetona.
-Algo así.
-¿Cómo era tu nombre?
-Almudena, pero bueno todos me llaman Denna.
-Pues supongo que entonces nos veremos alguna mañana que otra. Me apunto ese desayuno.
-Genial
-Por cierto Denna.- La llamé cuando ya estaba dándose la vuelta, no podía perder esa oportunidad.-¿Por qué os sabéis mi nombre?

La rubia parecía dudar por un segundo.

-Prefiero no decírtelo, Chiara.
-¿Por qué no?
- Me guardo ese misterio para que aceptes el desayuno.- Le sonreí una vez mas mientras la rubia se alejaba.

Me acerqué de nuevo a Martin y Ruslana que se habían apartado para dejarnos intimidad.

-¿Qué te ha dicho?.- Preguntaron.
-Pedirme perdón e invitarme a un desayuno.
-¿Como disculpa o con segundas intenciones?.- Preguntó Martin.
-No estoy segura.
-¿Y vas a ir?
-No lo sé
-Y tanto que vas a ir Kiki, necesitamos resolver este misterio y a lo que surja.- Me dijo Ruslana con mucho énfasis.

Y a lo que surja. Hacia un tiempo que lo había dejado con mi ex y en parte el empezar esta etapa de mi vida en Madrid era para empezar nueva vida y poder pasar al fin pagina. Paula, mi ex, no se tomo nada bien que cortara la relación, y eso que fue a ella a la que pillé poniéndome los cuernos. Me escribía mensajes pidiéndome perdón, venia a verme a casa e incluso me encontraba alguna que otra carta en la que me repetía lo mucho que me quería y todo lo que se arrepentía de lo que había hecho.
Y nunca había compartido aquello de "un clavo saca otro clavo" pero quien sabe, llevaba cinco meses intentando olvidarme de Paula y no caer en sus falsas promesas de nuevo y quizás esa rubia podría ayudarme a hacerlo. Además necesitaba resolver el misterio de porque esas dos chicas sabían mi nombre.

"Lo de esta mañana ha sido una equivocación".
"Mi amiga Violeta no está pasando por un buen momento".

Estaba claro que me habían confundido con otra persona. Con alguien que había estado jugando con la tal Violeta de una forma que no le habia gustado demasiado a la rubia. Y lo mas jodido de todo es que ese alguien, el que habia dejado a Violeta con cara de cachorrito en mitad de ninguna parte, tenia mi cara y se llamaba igual que yo.

Todo turbio de narices.





Al final me quedé dormida, abrazada a Denna, con lagrimas en los ojos y una desagradable sensación de vacío justo en mitad del pecho. Como si algo hubiera desaparecido de golpe dejando impresa su silueta en mi. Un "¿Y ahora qué? Que dolía mas que nunca, porque "nada". Ahora nada.

Cuando me levanté el día anterior lo primero que hice fue tachar un día mas del calendario, como si fuese una niña pequeña deseando que llegase navidad, pero esta vez estaba deseando que llegara Chiara, y cada vez que tachaba un día mas me temblaban las piernas. Me imaginaba todo lo que íbamos a hacer juntas, las promesas que nos habíamos hecho. Pensaba en lo que seria la primera vez que pudiera mirarla a los ojos, atrapar sus labios con los míos. Poder sentirla. Y ahora nada.

Los mensajes de la noche anterior aun estaban pendientes de ser recibidos, su teléfono continuaba apagado, y nada de lo que me había imaginado iba a a pasar. Nada de lo que llevábamos planeando los últimos meses iba a pasar, y ante mi, una sucesión de días vacíos y fríos, todos los que había reservado para estar con ella, para empezarlo todo con ella. Lo veía tan real que quizás por eso dolía tanto.
Habia perdido la conexión mas especial que había sentido en toda mi vida sin siquiera haberla tenido.

Removí el tercer café del día, estaba en la hora del descanso en el trabajo mientras Juanjo y Suzete, mis compañeros de trabajo, ponían verde a mi jefe con toda la razón del mundo, pero tenia la cabeza en otro sitio y no tenia fuerzas para participar. Porque la verdadera dueña de mis ojos favoritos no sabia que me gustaban tanto, desconocía que me había pasado meses enamorándome de ellos. Chiara no sabia que existía, así de claro.

Keeks no era ella físicamente y la Chiara real no era ella, a secas. Enamorada entre dos aguas y ninguna de las orillas era verdad. Está misma mañana cuando Denna me contó la conversación que tuvo con ella al salir del trabajo y me dijo que casi que había tonteado con ella me entraron ganas de llorar de nuevo.

-Violeta, ¿qué te pasa?- La voz de Juanjo me sacó de mis pensamientos.- Tienes mala cara.

Les sostuve la mirada por unos segundos, pensando que hacer, Suzete se sumo a la pregunta.

-Ayer por la mañana vi a Chiara.

De repente a Juanjo se le formo una sonrisa enorme. Tenia ganas de decirle "tomate tu tiempo que lo mejor viene ahora". Ver esa emoción en Juanjo me revolvió por dentro porque, joder, las cosas podrían haber sido taaaaan diferentes.

-¿Quién es Chiara?.- Preguntó Suzete mientras nos miraba a los dos.
-La novia de Violeta.- Contestó Juanjo
-No es mi novia.- Aclarar eso me dio un pinchazo en el corazón.
-Lleváis meses hablando 24/7, se te cae la baba con ella y os habéis correros la una a la otra, creo que es buena definición de novia.- Aseguró Juanjo.
- No es mi novia porque no era ella.

Juanjo borró la sonrisa de su cara y toda la efusividad que mostraba antes parecía que le acababa de abandonar.

-Mierda, Violeta si no era ella no digas que te la encontraste.- Dijo Juanjo molesto por haber derrochado tanta emoción.
-Era ella, pero no era ella.- Le dije al fin y Juanjo puso cara de que acababa de escuchar lo mas raro que había oido nunca.- Era la de las fotos, físicamente era ella, e incluso se llamaba Chiara.- Expliqué mientras miraba el café porque tan solo tener que explicar eso hacia que el pinchazo en el pecho pareciera más fuerte.
-No me jodas Violeta ¿te han hecho un catfish?.- Exclamó Juanjo volviendo a tener interés en el tema.
-Parece que si.

Y es que decirlo en voz alta hacia que se sintiese mas real. Me habían hecho un catfish y quien estuviese al otro lado, el obeso cincuentón o quien quiera que fuese no habia tenido la decencia de dar la cara. No sabia ni siquiera su nombre, nadie a quien pedirle explicaciones.

-¿Y qué te ha dicho ella?.- Quiso saber Juanjo mirándome interesado.
-Le pedí que me lo explicara y ha desaparecido, me ha bloqueado de whatsapp y ha bloqueado el teléfono.
-Mas que catfish eso es ser muy hija de puta.- Dijo Suzete.
-Es el riesgo que se corre cuando conoces a alguien a través de una pantalla.- indico Juanjo.

Amén hermano.

Lo acepte, había perdido, y había perdido a  lo grande.

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