El bullicio de la mudanza resonaba en el nuevo apartamento mientras Diane y Madeleine organizaban cajas. Las paredes aún estaban vacías, esperando ser llenadas con recuerdos y risas, pero el aire estaba cargado de emoción por el nuevo comienzo que se avecinaba. Diane, que se preparaba para iniciar sus estudios en psicología, tomó un sorbo de su café caliente, disfrutando del aroma que le brindaba una sensación de calidez.
—Psicología, ¿eh? —dijo Madeleine, arqueando una ceja mientras acomodaba algunos libros en la mesa—. Pensé que querías ser diseñadora de modas. ¿Qué pasó con eso?
Diane se detuvo por un momento, dejando que la pregunta fluyera. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras recordaba sus antiguos sueños.
—Lo sé, era algo que siempre había querido. Pero luego me di cuenta de que realmente me interesa entender a las personas, sus emociones, lo que hay detrás de sus decisiones. La moda es genial, pero creo que puedo hacer una diferencia mayor al ayudar a otros.
Madeleine asintió, viendo cómo la pasión de su hermana iluminaba su rostro.
—Eso suena como un gran cambio, aunque siento que tiene que ver cuando empezaste a salir con Andrew. La forma en que hablaste de él, de cómo tu amigo Jackson, le dijo todo lo que sentías por él.
Diane se sonrojó levemente, evocando esos días llenos de mariposas en el estómago y la emoción de un primer amor.
—Sí, fue un momento inolvidable. Nunca había sentido algo así antes. Pero, por otra parte, mientras salía con Patrick y con Jack, a menudo me sorprendía extrañando lo que tuve con Andrew. Era como si parte de mí todavía estuviera atrapada en ese recuerdo.
Madeleine se acercó, comprensiva, y apoyó una mano en el hombro de Diane.
—Es completamente normal. A veces, esas conexiones pasadas nos enseñan lecciones importantes, incluso cuando nos movemos hacia adelante. Tu relación con Andrew fue intensa, y puede que haya dejado una huella en ti.
Diane miró por la ventana, contemplando el horizonte que se extendía ante ella. Sentía que cada experiencia había moldeado su camino, incluso las complicadas.
—Sí, pero ahora siento que estoy lista para abrir un nuevo capítulo. Quiero entender más sobre mí misma y sobre lo que quiero en mis relaciones. La psicología es el primer paso para eso.
Madeleine sonrió, llena de orgullo por la claridad de su hermana.
—Y lo harás, estoy segura. Recuerda que cada experiencia cuenta. Y, aunque Andrew siempre será parte de tu historia, ahora tienes la oportunidad de escribir un nuevo capítulo.
Diane asintió, sintiendo una mezcla de emoción y alivio. Con su hermana a su lado, sabía que podía enfrentar cualquier desafío que se presentara en su camino.
—Gracias, Mads. Tu apoyo significa el mundo para mí.
—Siempre estaré aquí, Di. Ahora, vamos a desempacar estas cajas, quiero ver cómo se verá tu habitación.
Mientras se reían y comenzaban a trabajar, Diane sintió que el futuro estaba lleno de posibilidades. Aunque pensaba sobre su pasado, realmente quería compartir todo lo que sintió al mundo, y eso hizo.