-no otra vez, no otra vez, no otra vez-
Pensaba en silencio en la habitación, podía imaginarse lo que vendría, lo que siempre venía, era una relación macabra entre él y el mundo, de un lado, del otro,
-no otra vez, no otra vez-
dijo bajito, y no era miedo, era cansancio; sintió un beso en la frente, luego dos manos en las rodillas y lo vio en cuclillas frente él, le sonreía,
-no es nada, se les va a pasar, se les olvida siempre-
Pero no era él quien recibía ese constante conteo de cuerpos, no era él quien vivía en la imaginación de todo el mundo durmiendo con todo el mundo, no era a él al que señalaban. El confort de tenerlo cerca, tan tranquilo como siempre, ayudaba, el calor de su cuerpo, los chistes tontos, los silencios largos; no es lo mismo querer a alguien a través del tiempo, van pasando etapas, formas, conoces cada rincón, cada inseguridad, cada faceta; cambias, cambian, todo está siempre en movimiento, los sentimientos cambian, se construyen y reconstruyen con el pasar del tiempo, con los acuerdos, con las necesidades, el pasado de uno se impregna en el otro, como los olores, las muecas, los gustos, el deseo.
-¿con cuántos hombres había dormido en realidad?-
se puso a pensar de la nada, el recuento de los cuerpos que le hacían siempre no tenía mucho sentido, de los últimos ocho años, cuatro habían sido de una monogamia que nadie le había pedido y el resto casi de un celibato ridículo y auto impuesto;
-de lo que lo acusaban ahora debieron acusarlo hace mucho, pero entonces no eran tantas las voces hablándole al oído -
Se puso a contar con los dedos, sin decir nada y escucho una carcajada,
-¿Qué cuentas?- le preguntó
-hombres-
-¿qué?-
-hombres con los que me he acostado, ¿te importa cuántos han sido?-
-¿incluyéndome?, no realmente, me importa uno, pero eso ya lo sabes, ¿tengo que saber?-
-¿no quisieras?-
-¿para qué?, nunca supuse que fuera el primero-
No recordaba cuándo empezó a gustarle, pero recordaba cuándo lo noto, cuando dejó de actuar, cuando el brincarle encima, los abrazos forzados, los besos, la persecución, cuando todo se hizo real, no quería perseguirlo, no tenía sentido, pero solo jugar no estaba fuera de sus opciones, jugar a perseguirlo, podía en esas condiciones hacer lo que quisiera y nada estaría fuera de guión; a veces las cosas solo pasan así, sin cuidado, con impaciencia, empiezan y acaban con igual velocidad, a veces todo es una persecución; el año del karma se le había roto el corazón un poco, eso no lo había calculado, que pasaría si él conseguía a alguien de verdad, qué pasaba si dejaba de jugar. Lo escuchaba caminar por el apartamento desde el sillón,
-él no iba a recibir todo el odio- pensó -él no se enfrentaría a los cientos, miles, de comentarios horribles, no tendría que leer el conteo de cuerpos ni el odio de todos los fandoms posibles, el suyo, el otro, el inventado-
Lo escucho reír de pronto, mientras entraba a la cocina, escucho el refrigerador abrirse y el choque de botellas que intentaba sacar con cautela mientras sostenía el teléfono,
-¿con quién hablas?- preguntó,-
-Es New, tranquilo, está preparando lo que va a decir-
Necesitaba que se detuviera, que se sentará junto a él, que le devolviera el teléfono, abrazarlo, quedarse cerca y solo lo veía caminar por el apartamento con cara de serio diciendo quien sabe que, no quería volver a terminar, pensó, y en este momento no tenía certezas de nada, comenzó a hacer muecas, de pronto, sin sentirlo, empezó a llorar, era un llanto silencioso, las lágrimas le brotaban entre pensamientos, "¿y si terminaban otra vez?, tenía demasiadas cosas en su casa, ahora si no podía quedarse haciendo como si nada, el nivel de presencia que tenía la forma en la que se trataban ya lo hacia demasiado evidente, ¿estaría enojado de verdad y todo este deambular era su forma de demostrarlo?"
-¡mierda!, lo veo mañana, hazlo, tengo que colgar, esta llorando- escucho a la distancia y escucho pasos apresurados, sus manos grandes se le acomodaron en las rodillas,
-¿qué pasa, bebe?, ¿qué piensas?, ¿por qué lloras?- le dijo suavecito muy cerca de su rostro,
-vas a terminar conmigo- dijo entre un revoltijo de lágrimas y lo escucho reír,
-no- le contestó entre risas -es otro show de mierda, estás sobre pensando todo de nuevo- le dió un beso en la mejilla.
Al principio, los primeros años, todo era estira y afloja, ese mundo es así, entre más dulce pareciera todo más personas los verían, más imaginaciones girarían en torno suyo, la fantasía de lo que personificaban, las aspiración de un montón de corazones influenciados por esos amores perfectos que se encontraban en situaciones cotidianas y se volvían eternos; la fantasía de los amores sin asegunes, sin peleas, con conflictos que se resolvían siempre porque el amor lo puede todo; ese amor imposible que se volvía real de la noche a la mañana y cumplía los sueños de cualquiera. Pero para ellos esos primeros años no se le parecían a eso, incluso ahora eran distintos. La cotidianidad, el trabajo, los celos, las peleas ridículas, los estira y afloja constantes; los amores de fantasía están en la pantalla, en el papel, en la imaginación. Le costaba mucho trabajo no sentirse inseguro en ese punto, no hubiera sido la primera vez que terminaban por estar donde estaban, ni la primera que regresaban por ser quienes eran. Al principio era fácil, lo perseguía, actuaba como si él fuera un amor imposible, luego, entre los abrazos forzados y los besos en el cuello, que eran más bien la forma sutil de Off de quitar la cara y evitar el beso en la mejilla, se le fue metiendo, la aspiración se volvió real y la actuación se iba extinguiendo, pero tener un amor imposible es siempre una mala decisión, no quería perseguirlo ni aspirar a él, pero no podía evitarlo, en ese punto era su trabajo.
Sintió un par de manos rodeando su cintura, el peso de un cuerpo que se le acomodaba entre las piernas, le rodeo con los brazos el cuello y con las piernas la espalda, necesitaba silencio, pero una lengua áspera y ancha sobre su cuello lo desenfoco, la lengua le camino sobre el oído y no pudo evitar soltar un gemido agudo. No le afectaba lo que había pasado, no le afectaba el cuestionamiento, pero el bombardeo insaciable de fantasías volviéndose monstruos, señalando, odiando, gritándole al oído lo afectaba, como afectaría a cualquiera, lo hacía sentirse pequeño, le enumeraba fallas que tal vez no estaban ahí, pero se volvían historias y lo suplantaban, alguien por ahi tenia un recuento de cuantos hombres habían pasado por su cama mucho mejor que él; sintió el jalón cuando lo levantaron del sillón, las manos sosteniendo sus nalgas, la respiración asfixiante, la presión.
En el reino del consumo de cuerpos todos esperaban que sus nalgas fueran del dominio público. A la mierda con todo, pensó, no sería ni la primera ni la última vez que el mundo le estallara encima; lo dejaron caer sobre la cama, tenía la cara llorosa y mil pensamientos horribles sobre sí mismo, pensamientos que alguien había dejado en algún comentario; él que tenía enfrente era la única opinión que le valía, pensó, estiró la mano y le apretó el pene sobre la ropa, se estiró sobre la cama sin dejar de acariciarlo. No estaba enamorado de otro, no era una puta, tal vez a veces, no se estaba aprovechando, no estaba rompiendo su contrato, no estaba rompiendo su ship; miró la mueca de satisfacción y para cuando dejó de pensar en las horribles cosas que leería ya estaba también agitado,
-Necesito vacaciones- dijo entre susurros.
-Necesitas dejar de llorar, siento que hago algo malo- le contestaron entre risas.
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Retazos
FanfictionEstas últimas dos semanas fueron estresantes y cansadas, no quedaba más que obsesionarse con un momento insignificante y el momento que ganó fue el TayGun de no me acuerdo cuando. Es una historia en retazos de algo que no se, pero que inquieto las f...