SERENDIPIA

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A la edad de 18 años Freen presenció por primera vez ver a una pareja homosexual darse cariño. El aire se le había estancando y la boca del estomago se le cerró, no podía hacer nada más que mirar, aunque quisiese apartar la mirada simplemente no podía.

Pensó que su cuerpo le estaba jugando una mala broma cuando sus mejillas se ruborizaron de un tierno color rojo.

Sus padres le recordaban que las parejas homosexuales desviadas, que caminaban por el camino del pecador no entrarían al reino de los cielos. Ella como fiel creyente no aceptaba tales actos.

Simplemente no.

Pero entonces se vio en medio del centro comercial, mientas caminaba con su fiel amiga Nam y hablaban animadamente de comprar un para de ropa a juego. Fue entonces que hallo con la mirada al par de hombres que se tomaban de la mano; parecían rondar los veinte y llevaban ropas azules a juego.

Se les veían tan felices y platicaban animadamente, hasta que un beso confirmó lo que Freen tanto negaba, sus pensamientos giraron en torno a la pareja, debatiéndose consigo misma si aquello estaba bien o mal.

Y pronto paso una semana sin obtener respuestas, sus pensamientos no la dejaban tranquila y ella misma se preguntaba por qué le daba tanta importancia cuando solo tenia que ignorar y concentrarse en sus estudios.

Un día mientras caminaba por el campus de la universidad pensando que tenia varios proyectos que terminar, se le acerco Kirk un pelinegro que tenia media universidad tras el, dándole un beso en la mejilla.

-¡Freen! - ¿Cómo estás? – preguntó sonriente. Ambos caminaron por los pasillos de la universidad junto con otros estudiantes.

-Uhg, bien ¿Y tú?..

Freen se sorprendió por la compartía del chico, si bien hacia ya dos meses que le hablaba aún no se acostumbraba a su presencia.

-Bien, aunque estoy ansioso por los resultados de los exámenes. De pronto Kirk le sujeto el brazo suavemente y le pregunto:

- ¿Me aceptarías ya una cita o tendré que seguir intentándolo? -

Ciertamente el chico era simpático, popular y un buen amigo. Simplemente no era para Freen.

-Kirk, sabes que no puedo corresponderte porque no me atraes, lo siento. Deberías buscar a alguien más que te acepte y no buscar una compañía como la mías.

-Esta bien....perdón si te incomodé Freen, todo esta bien entre nosotros ¿no?

-Claro que si- y antes de irse le dejo un beso en la frente. El pelinegro suspiró cuando la vio desaparecer entre los pasillo, con su pecho oprimido y una sonrisa triste. Aún así, se sintió feliz de que al menos Freen se comportara linda con él y no fuese cruel.

Aunque la verdad que ninguno conocía era que Freen, ni aunque lo intentase, podría estar con otra persona, siempre sentiría un vacío enorme que la dejaría insatisfecha.

Cuatro años después.

Freen regresaba cansada del trabajo.

La universidad había terminado ya y su preparación para comenzar el posgrado comenzaría dentro de poco.

Estaba emocionada.

Su amiga Nam, le insistía por teléfono que dejara de ser un poco aburrida, incluso podría buscarse un novio.

Y aunque ella todo lo posible para hacerle entender a su amiga que no estaba interesada en aquello, ella siempre le daba el mismo sermón de siempre.

¡Ya te haces vieja Freen! Sal y consíguete un lindo novio, ve a tu restaurant favorito y mueve el tarsero un poco.

Nam se había casado a los 21 años, alegando que había encontrado al amor de su vida y queriendo pasar el resto de su vida con él.

¡Incluso Kirk estaba comprometido ahora!

Se preguntaba si algún día aparecería alguien quien le llamase la atención y la quisiera demasiado. Si alguna vez se casaría y tendría hijos.

E incluso más de una vez se preguntó si había algo malo en ella que le impedía enamorarse.

Lo que Freen no sabia es que sus deseos estaban a nada de cumplirse....

El ladrido de un perro le hizo saltar mínimamente en su lugar, apretó una mano sobre su pecho y se detuvo para echar una mirada a las calles.

Sus sentidos pronto se activaron, se sentía incomoda y hasta podría jurar que alguien la seguía. Más cuando volteo una vez más a sus lados no vio a nadie y apresuro el paso con la idea que ya pronto estaría en casa y podría cenar su comida favorita,

El aire se volvió pesado y comenzó a temer por su vida. Tal vez había algún ladrón por ahí, siguiéndola para dar con su casa.

Sin embargo, no esperaba que su ladrón saliese de un Rool- royals y que pareciera sacada de una pasarela de modelaje,

Mucho menos esperaba que su captora estuviese acompañada de cinco monjas encapuchadas.

Claro que ella se negó y se echó a correr con todas sus fuerzas pero a pesar de todo su esfuerzo la terminaron atrapando y subiendo al coche.

Cuando se despertó de la oscuridad no esperaba estar en un convento y que su principal captora fuese una mujer blanca, ojos chocolates, cabello castaño, muy hermosa, oh y que poseyera un lindo perro Samoyedo.

Pero esa ladrona no le quería robar su dinero o algún objeto, ella no iba por las cosas materiales.

Iba por ella en todo sentido...

BORN FOR EVILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora