Sembrando semillas

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Pasos apresurados resonaban en el pasillo, la pequeña figura moviéndose con una enorme urgencia, hace poco había llegado la noticia del terrible accidente que habían sufrido sus padres y el trágico desenlace de estos. No, no podía creer eso sus padres estaban bien, tenían que estarlo ellos gozaban de los mejores privilegios siempre estaban vigilados, custodiados por ellos y la seguridad que les otorgaba su posición en aquella familia.

Schmelze estaba por romperse, sus nervios alterados, miles de pensamientos pasando por su cabeza, su estado de ánimo en constante cambio al comunicarle la noticia fue lo más cruda posible, sin tacto sin una consideración para un pequeño que se había quedado completamente solo, la partida de sus padres significaba que ahora el quedaba completamente solo no tenía a nadie más y no creía tener el cobijo en sus demás familiares. Esa familia no era así, esa familia se gobernaba por la jerarquía, el poder y la ambición.

Llegando al salón donde se colocaban al centro dos enormes ataúdes cerrados estaban sus padres, aproximándose a ellos los toco, intentando abrir su tapa fue detenido por sus demás tíos alejándolo del lugar colocándolo en un rincón. Contemplaba la aproximación de los demás miembros de la familia depositando flores, dando el pésame con palabras vacías y caras hipócritas se supone que aquello era un funeral más sin embargo para unos familiares parecía una celebración su perdida significaba una oportunidad de escalar y alcanzar una nueva posición en la familia, el tema del duelo pronto se olvidó y cambio la atmosfera a una reunión de charla, planes a futuro a establecer nuevas conexiones y lazos de alianzas, Schmelze cambio de sentirse perdido a enojado, iracundo con todos aquellos que se decían eran su familia, sus acciones eran una blasfemia hacia el recuerdo de sus padres una burla hacia su dolor una falta de respeto hacia lo único y lo más apreciado que tenía, el daño que causo la pérdida de su pequeño hermano lo marco dejándole heridas que aún no cerraban y ahora con esto se sentía completamente acabado. Tiempo atrás había tenido una plática con su abuelo dijo que un espíritu débil tiende a sucumbir, se deja caer y una vez perdido todo. Te puedes quedar a contemplar el piso eternamente siendo un endeble.

No, no quería ser quebrado no de esa manera, no quería quedarse ahí lamentando todo lo malo, sus padres le habían inculcado a salir adelante, habían repetido en constantes ocasiones que ellos estarían para él y su hermano cuidando de ambos siempre, no física sino espiritualmente. El correr de las manecillas avanzo y pronto aquel salón lleno de personas se fue quedando poco a poco solo, solo quedaba él y pronto llegarían las personas encargadas de llevarse esos ataúdes y depositarlos en la bóveda familiar. Se dejó caer en medio de ellos de rodillas y comenzó a llorar intensamente hasta que no le quedaron lágrimas en su cuerpo lloro por ellos, lloro por su hermano y lloro por no poder estar con ellos lamentando su trágico final con sentimientos de culpa por ser lo que era, llenándose de rabia, odio y resentimiento hacia todos.

El sonido de las puertas abiertas se escuchó dando paso a la persona que había ingresado, la figura contemplo al niño en el piso de rodillas emitiendo quejidos viéndolo como era, una cría desprotegida ideal para ser el banquete de los demás. Contemplo por unos momentos más aquella imagen, dos ataúdes colocados en el centro en medio de ellos su hijo que caía derrotado por la pérdida de sus dos figuras más cercanas e importantes para él, lo que quedaba de aquella familia un ser débil emitiendo fuertes quejidos e implorando que todo aquello fuera un engaño, pedía con tal desesperación que volvieran, hacia promesas daría cualquier cosa para que le devolvieran a sus padres. Quererse aferrar a un pasado no servía, el contraste de ver ese cuadro de lamentos recayó en lo que el mismo sentía un sentimiento de alegría afloro, el sufrimiento de otros despertaba su felicidad. Contemplar la pérdida de su hijo aquel hijo que siempre había buscado aquel al que había esperado para dejarle todo lo que poseía en un principio aquel hijo que había sido su más grande orgullo y aquel mismo se fue transformando en su más grande fracaso. La influencia de personas inferiores lo contaminaron, lo habían manchado de pensamientos equivocados. Y su desenlace fue el resultado de oponerse a lo que llevaba en la sangre al negar su naturaleza se negó a el mismo y lo que representaba, se negó a recordar las enseñanzas que él le había inculcado.

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