5 - Entre la multitud.

142 42 8
                                    


Ignacio

Descendí del ring sólo cuando supe que todos se habían retirado. Eso había sido un desastre.

—Bueno, creo que podría haber sido peor —dijo Ben ayudándome a bajar, a su lado Irene y Eva me observaban cautelosas. —Podrías haber ganado.

—Estaba bastante cabreado el chico ¿no? —consultó Irene observando el lugar por donde mi rival se había perdido.

Asentí. Su ego había sido herido a pesar de haber ganado.

—¿Habrá una revancha?

—No Eva, él y yo no volveremos a pelear —aseguré quitándome los guantes. —La próxima vez no tendré tanta suerte, es astuto, se dió cuenta que predecía sus movimientos. Si hubiéramos tenido unos rounds más podría haberme noqueado.

—Y si tuvieras más tiempo de práctica, el noqueado habría sido él —dijo mi hermana orgullosa.

—Estoy agotado... mi resistencia física no es ni cerca la de él. No tenía chances desde el principio.

—Porque no las buscaste Ignacio —dijo Ben, con seguridad.

—Como sea... necesito una ducha y descansar.

—Nada de eso, tenemos que festejar —aseguró mi hermana accediendo a que pudiera ir a casa a darme un baño.

El bar al que asistimos era uno cercano a mi departamento, por lo tanto también al gimnasio, lo que significó que allí hubieran asistido algunos de nuestros compañeros que anteriormente habían presenciado la pelea. Ninguno había dicho nada antes, pero allí, en el bar, recibí algunos reconocimientos por no "haber muerto en el intento". Sonreí agradecido, pero recalqué muchas veces que sólo había sido suerte.

—El tipo suertudo viene a festejar su triunfo —observó Jude sentándose a mi lado, en la barra.

Mi hermana junto con nuestra pareja de amigos se habían movido a la pista para bailar y yo había decidido quedarme un rato en la barra, aunque no hubiera sido una pelea larga, había sido agotadora y sentía todo el cuerpo adolorido.

Jude arrastró una cerveza hasta mí e intentó una sonrisa que no le salió.

—Yo no gané —fue mi respuesta aceptando la rama de olivo. —Pero gracias por el trago.

—No ganaste, pero tampoco perdiste —citó antes de darle un largo trago a su cerveza. Se acomodó en el taburete junto al mio y giró su cuerpo hacía mi. Jude había cambiado su ropa de gimnasio y llevaba una simple camisa blanca, abierta en los primeros botones, un jean negro y unas zapatillas converse. Aparté mi vista rápidamente de su vestimenta y la dirigí a sus ojos. —No había entendido lo que habías querido decir, pero esta tarde lo supe.

—No hay manera que te gane nunca, invencible Jude —dije rodando los ojos. Jude sonrió grande y orgulloso, lo había visto anteriormente, pero era la primera vez que me dirigiría el gesto a mi. Desde que él había reparado de mi existencia, sólo había sido su enemigo. —Llevo apenas dos meses entrenando, tú llevas allí toda la vida.

—En realidad, tú llevas aquí tres días, yo llevo aquí tres años —dijo distraídamente antes de darle un sorbo a su cerveza. Sonreí y miré mi propia bebida. Había entendido la referencia.

—Llevas aquí tres años, pero sigues aquí...*

El silencio a continuación fue un poco pesado, así que decidí girarme y mirarlo.

—Oye, puede que nos llevemos bien —decretó estudiandome con detenimiento. —Pero antes que nada, necesito una revancha.

Negué con mi cabeza. No. Ya lo había decidido.

—Vamos, todos saben que mi triunfo no fue real. Necesito sostener mi título.

—No tendré tanta suerte la próxima vez... así que no habrá una —dije levantando mi cerveza a la suya.

—Puedes ganarme.

—Sabes que no. Incluso yo, si pudiera apostar, apostaría por tí **—dije y un brillo divertido apareció en sus ojos. También había entendido aquello.

—Mi ex amaba esa saga —dijo volviendo su vista a la pista. Respiró superficialmente unos segundos antes de bajarse del taburete. —Te entrenaré. Haré que me ganes, sólo para que esa apuesta sea en vano.

Y así, sin más, se perdió entre la multitud.











*Ref: "El corredor de Laberintos".

**Ref: "Los juegos del hambre".

Segundas OportunidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora