Una vez más, me encuentro atrapado en los mismos pensamientos, cuestionándome mi rumbo y planteándome opciones como si tuviera el lujo de elegir. Escuchar los planes futuros de los demás y compartir los "míos" se ha vuelto una constante, especialmente en esta etapa en la que se espera que nos preparemos para una carrera. No deseo estudiar una carrera, no puedo hacerlo.
Estoy sumamente perdido, en un laberinto de incertidumbre. La concentración en el presente se desvanece y el solo pensar en la inminente independencia me llena de temor.
Anhelo regresar a esos días en los que mi única preocupación era terminar el regalo para mi mamá o reunir suficiente papel para mis maquetas, cuando esperaba con emoción el nuevo año con la ilusión de hacer un nuevo amigo. No recuerdo cuándo todo cambió, aunque tampoco anhelo volver atrás, ya que aquellos días también tenían su carga de dificultades. Simplemente añoro la inocencia que solía tener.𝘧𝘦𝘤𝘩𝘢:¿?