Tu lugar seguro

capitulo 4

(POV freen)

Solo sentí agua corriendo por mi cuello y ahí caí en cuenta, ¡mierda! Me había quedado dormida. Desperté alterada por el agua congelada corriendo por mi cabeza y cuello. Solo pude voltear a ver un rostro, el de esa chica Becky, con una sonrisa, y a los demás estudiantes burlándose claramente de mí. No tenía a nadie quien me defendiera. La clase de mi tía ya había acabado y ninguna de mis amigas estaba para ayudarme.

Bec- esta fresca el agua-ella preguntó con cinismo
Freen-porfavor para-ya no lo soportaba el agua que corría realmente odiaba esa sensación
Bec-no te parece chistoso-siguió sonriendo

Más ojos mirándome, más ojos juzgándome. Ya no aguantaba, me sentía asfixiada, me sentía encerrada. Empecé a respirar entrecortado mientras intentaba con todas mis fuerzas quitarme la corbata y abrirme la camisa para dejar de sentir esa sensación

Freen-te lo pido por favor para
Bec-no hasta que te arrodilles

Era claro que no me iba a dejar hasta que no me disculpara, pero eso llevaría mi humillación total. Pero no me importaba, ya no me importaba, solo quería dejar de sentir eso

Freen-por favor Becky, lo siento mucho -ya no pude más, mis ojos llorosos se delataban

Ella paró, supongo que escuchó mis súplicas, pero estaba equivocada, la directora había entrado.

Directora- la señorita Sarocha Chankimha? -Ella preguntó intentando buscarme con la mirada.
Freen-aquí-simplemente levanté mi mano.
Directora-tiene visitas, señalándole a alguien que pasará.

Un pequeño niño pasó por esa puerta. Lo reconocí al instante. Corrió hacia mí haciendo que Becky se apartara.
Era mi pequeño hermanito Jeongin. Desde que me fui de casa con mi papá no lo veía, tampoco hablaba de él. El simple hecho de recordar que ya no estaba conmigo me partía, tenía ganas de llorar y abrazarlo con todas mis fuerzas. Tenía que mantenerme fuerte para él."

Jeong-pimpim

Era normal que él no supiera pronunciar mi nombre, lo que lo llevaba a llamarme por sobrenombres como "pimpim" o "cham".

Freen-Hola mi bebé Jeon.

Dije inclinándome para estar a su altura. No me aguanté, lo abracé con todas mis fuerzas. Sabía que después de eso no lo vería en semanas, incluso meses, hasta que mi madre se dignara a darle la custodia a mi tía Faye. No podía desaprovechar mis momentos con él y supongo que mi madre lo sabía. La directora había salido informándome que mi hermano estaría conmigo el resto del día. No me quejé, ni él tampoco. Sabíamos que mientras más tiempo pasáramos juntos era mejor. Era mejor que estar en casa con papá o él en casa con mamá. Era mejor si la tía Faye lograba obtener la custodia completa, solo seríamos felices hasta que todo el tema se resolviera, e incluso él, tan pequeño, lo sabía.

Unos segundos después entró un profesor y yo tuve que sentarme mientras Jeon dormía en mi regazo. Supongo que venía cansado, era un viaje largo y no quería molestarlo.

La clase terminó, a pesar de que la clase duró 30 minutos, sentía que duraban horas. Todas las miradas contra mí, que había hecho para que ellos quisieran que yo me fuera, era tan malo que yo estuviera ahí, era horrible el sentimiento.

El sentimiento de no encajar en ningún lado, que incluso te sientas mal con tus propias mejores amigas, sentir que no tenía a nadie, era horrible. El sentimiento de ser un cero a la izquierda, no importarle a nadie ni a nada, pero supongo que era mi destino, tal vez mi castigo, pero ¿era realmente necesario este castigo?

No lo sabía y tampoco me interesaba, o tal vez sí, pero no quería saberlo porque sabía que eso me iba a doler. Como si me estuvieran clavando una estaca en el corazón, algo que no era nuevo de sentir, algo que sentía desde que tenía uso de razón. Supongo que es lo que se vive, es lo normal, ¿no?

Jeong-pimpim

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el llamado de mi hermanito menor.

Freen-dime Jeon.
Jeong-tengo hambre.

Él dijo sobándose la panza. Era obvio que no había comido. Sabía que mi madre era irresponsable y que seguramente se había olvidado de alimentarlo antes de venir aquí.

Freen-vamos a la cafetería.

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Volví después de mil años. Dios mío, si me dieran dinero por actualizar cada año sería millonaria jajajaj.
Quiero avisar que este libro será uno bastante triste y eso se nota JAJAJ. Estoy trabajando con mi otro libro "Que nadie se entere". En fin, cuídense y nos vamos en otros 5 meses JAJAJ. ES BROMA, ya voy a actualizar.