(POV Freen)Esto era una mierda. La chica que odiaba y que me molestaba ahora estaba en mi casa, y lo peor es que no podía hacer nada. Sabía que ella no tenía dónde quedarse, y tampoco era la idea dejarla en la calle, aunque eso era lo que más deseaba.
Dejé mis pensamientos intrusivos a un lado y tomé el último sorbo de mi café.
Becky: Oye, rarita, ¿en dónde voy a dormir?
Freen: En el piso, seguramente -dije de una manera sarcástica-. Qué pregunta más tonta.
Becky: ¿Cómo te atreves a hablarme así, eh?Ella dijo bufando, con una mano levantada como si me fuera a pegar.
Freen: Te recuerdo que esta es mi casa, y si me pegas, te vas a dormir en una banca del parque.
Dije, entrando a mi habitación y buscando una pijama para mí y para Rebecca.
Freen: Toma -lancé la pijama a su cara-. Cámbiate en el baño.
Cerré la puerta mientras me quitaba la camisa y los pantalones para ponerme mi pijama.
Escuché la puerta abrirse tan repentinamente que me tapé lo más rápido posible.
Becky: ¿Dónde está...? Mierda -dijo Rebecca cerrando la puerta-.
Freen: ¿Qué no sabes tocar? -dije enojada-.
Becky: Lo siento... ¿Dónde está tu baño?
Freen: En el pasillo derecho. No entres al cuarto que dice "Sasa."
Becky: ¿Por qué?
Freen: Porque no, y ya.
Becky: Mmh, bueno.(POV Becky)
Realmente tenía curiosidad por lo que había en el cuarto al que la rarita me dijo que no entrara. No entendía el hecho de prohibirme algo, pero por más que lo quisiera, tenía que respetarlo. Sí, soy una mierda, pero tengo algo de educación; además, me echarían y no tendría ningún lugar a dónde ir. En cierta parte, la rara Sarocha tenía razón: esta era su casa, y si no me acoplaba a las reglas, seguramente terminaría como los vagabundos de las esquinas.
Entré al baño. Era incluso más grande que mi propio baño; en realidad, toda la casa era bastante grande a comparación de la mía. Supongo que ser cocinera y maestra le deja mucho dinero a la señora Peraya.
Me lavé la cara y me cambié. ¿No tenía otra cosa que no fuera rosa? Parecía obsesionada, y eso me molestaba. Incluso el peluche que siempre llevaba era rosa.
Salí del baño encontrándome con Sarocha mirando a la nada con una pijama de ositos color beige claro. Tenía el cabello húmedo y los ojos un tanto llorosos. Me quedé un rato ahí sin saber por qué me dolía el corazón.
Escuché una puerta abrirse de la nada y a alguien golpeándome desde atrás, haciendo que me cayera y me torciera el pie.
Becky: ¡Carajo! -dije mientras me mantenía en el piso.
Mis oídos me zumbaban mientras escuchaba cómo un niño, supuse el hermano de Sarocha, gritaba emocionado:
"¡Atrapé al ladrón!"
¿Era igual de retrasado que su hermana o algo así? Me pregunté desde el fondo de mi cabeza.
Escuché la voz de Sarocha gritando mi nombre y regañando a su hermano por pegarme.
(POV Freen)
Freen: ¡Jeong, carajo! ¿Por qué le pegaste?
Jeongin: Atrapé al ladrón. ¿Por qué me regañas?
Freen: Jeong, ella no es un ladrón, y en todo caso, si lo fuera, no puedes golpearla.
Jeongin: ¿Por qué?
Freen: Porque el ladrón podría tener un arma.
Jeongin: Ah, ya. ¿No crees que deberías ayudarla? -dijo mientras señalaba a Rebecca, todavía en el suelo-.
Freen: ¡Ay, mierda! Casi me olvido de que estaba ahí tirada en mi pasillo.La cargué de caballito hasta mi cuarto. Fui por alcohol para que ella despertara. Ya llevaba varios minutos con el algodón en la nariz cuando, después de un rato, Rebecca abrió los ojos.
Freen: Pensé que habías muerto.
Becky: Tú eres la que va a morir, ¿cómo dejaste que ese mocoso me pegara?
Freen: No hables así de mi hermano.
Becky: Pero no miento. Ya me iba a morir. Te vas a hacer cargo de mí.
Freen: No, no lo haré. Hazte cargo de ti misma.
Becky: No entiendes el humor. A ver, ¿verdad que eres tonta? -dijo con arrogancia.No soportaba el hecho de que la gente me llamara tonta. Era igual de capaz para entender y hacer las cosas por mí misma. Me daba rabia el simple hecho de ser inútil para los demás solo por ser una persona neurodivergente.
Ya no quería seguir la corriente a Rebecca. Tal vez me iba a ver muy tonta por tomarlo personal, pero el hecho de que dudaran de mí me daba rabia e impotencia.
Freen: Lo que tú digas, Rebecca. Iré por comida; quédate aquí.
Becky: Sarocha, yo...Ni siquiera la dejé terminar cuando azoté la puerta del cuarto para ir por comida, aunque, vaya mi sorpresa, cuando me di cuenta de que mi tía se había olvidado de comprar.
No me quedó de otra que cambiarme para salir a comprar algo, pues ningún restaurante con delivery estaba abierto.
Simplemente dejé una nota en la cocina avisando que me fui.
(POV Becky)
Sarocha ya se había tardado mucho. No me preocupaba, pero no podía evitar pensar en ella.
Salí del cuarto, encontrando la nota de Sarocha. ¿Mierda, acaso está loca? ¿Por qué saldría a la calle a media noche solo para comprar comida? No importaba lo que fuera. Agarré mis zapatos y una chaqueta para salir, no sin antes tocar la puerta de la señora Mali para avisar que saldría.
No recibí respuesta de parte de la tía de Sarocha, así que supuse que ella estaba dormida. Por suerte, Sarocha había especificado en qué tienda iba a estar.
Salí de la casa apresurada, caminando por las calles oscuras. No sabía por qué sentía tanta necesidad de encontrarla, pues me preocupaba que alguien le hiciera daño.
¿Qué estaba pensando? ¿Por qué me importaría una persona que odio y desprecio?
Después de unos minutos, vi la tienda en donde se encontraría Sarocha. Entré y volteé a todos lados mientras la buscaba. La vi por un momento, jalando su peluche mientras otra señora ya mayor le gritaba que se lo diera.
Fui corriendo hacia ella, arrebatándole el peluche a la señora y dándoselo a Sarocha, que ya tenía los ojos llorosos.
Becky: ¿Qué mierda le pasa? -pregunté mirándola con rabia-.
Señora: Porque mi hija quiere ese peluche.
Becky: Sí, pero este es el peluche de ella; no tiene derecho a quitárselo.
Señora: Pues no creo que le afecte tanto; ella ya está grande para tener peluches.
Becky: Pues si tantas ganas tiene su hija de tener un peluche, simplemente vaya a comprarlo y deje a ella en paz.
Señora: ¡Dame el maldito peluche de una vez! -mientras intentaba agarrar de nuevo a Sarocha por el brazo.No tuve otra opción que empujarla al piso.
Becky: Le avisé que no se acercara a ella.
Freen: Bec, por favor, vámonos. Todos nos están viendo -dijo, agarrando mi chaqueta, escondida detrás de mí.Era la primera vez que Sarocha me llamaba "Bec" y no "Rebecca" o "Patricia" como solía hacerlo. No quise admitir que me gustó que me llamara así.
Becky: Está bien, vámonos, Saro. Pero antes hay que comprar algo para comer -dije mientras me acercaba a la caja para pagar lo que habíamos agarrado.
Salimos de la tienda, caminando por el camino oscuro, y nos desviamos al parque cerca de la casa de Sarocha para comer allí.
Freen: Gracias...
Becky: ¿Y el "gracias" por qué?
Freen: Por lo de la tienda.
Becky: No fue nada. Aparte, la única que puede molestarte soy yo -dije sin mucha importancia.Freen me sonrió. Su sonrisa... nunca la noté, y mierda que se veía tan linda. Nunca me había fijado, pues siempre estaba seria o llorando.
Llorando por mi culpa...
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Regrese que tal JAJAJA los abadone después de decir que no me me iba a ir pero tengo razones ok
Espero les guste esta actualización
Cada vez Becky se va enamorando más de freen
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Tu lugar seguro
Teen FictionFreen una chica autista se muda a Bangkok con su Padre despues de que sus Padres se divorciaran y Becky la hija de unos abogados famosos con problemas familiares