𝐋𝐈𝐋𝐀𝐒 𝐘 𝐉𝐀𝐂𝐈𝐍𝐓𝐎𝐒

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Aquella misma noche Daemon había regresado de sobrevolar la ciudad, el camino sobre el mar hasta rocadragon y la misma isla esperando encontrarse a Aemond pero no lo había visto. Visenya había volado casi todo la tarde por el valle y la tierra de los ríos pero tampoco había visto a Aemond. 

Lucerys y Jace habían seguido la caravana dorniense que viajaba con una princesa hacia desembarco, Aemond tampoco había estado ahí ya que más adelante habían hablado con el comandante y este se había alegrado al ver a los dragones que protegían a la joven.

...

— ¿dónde está? —mencionó Daemon a la joven de cabellos bicolor y está metió un pedazo de carne en su boca sin mirarlo.— Aerys, estoy hablandote.

La joven miraba un punto fijo mientras masticaba, si a Maegor le guardaba secretos antes ahora le guardaba a Aemond siendo peor que la piel de dragón para traspasar.

— Aerys, sé que deseas proteger a tu hermano pero necesitábamos encontrarlo y traerlo de vuelta. —habló Arya y está metió otro pedazo de carne en su boca.— necesitamos saber que esta bien.

— está bien, pero no les diré donde. —suspiró bebiendo del vino dulce y la sirvienta levantó el plato de Aerys saliendo de la habitación.—

— Quiero que me digas donde esta Aemond. —Daemon camino hacia la mesa aun cuando Arya quiso impedirlo y quitó la copa de la mano de la joven y está levantó la mirada observandolo.— O..

— ¿o qué? —Se levantó para así quedarse frente a él.— ¿vas a venderme como a una esclava? ¿Harás lo mismo que le hiciste a Aemond?

— Aerys, no es como lo están viendo. Solo quiero lo mejor para ustedes, quiero que sean felices. —trató de sujetarla y está quitó sus manos evitando el tacto—

— No les diré donde está, fuera de mi habitación. —habló y caminó hacia su cama tirándose en esta boca abajo mientras Daemon suspiraba saliendo de ahí al igual que Arya.—

Cuando la puerta se abrió de nuevo minutos después Aerys suspiró poniendo una de las almohadas sobre su cara.

— no voy a decirles nada —suspiró para sentarse y miró Alicerys que estaba de pie frente a su cama jugando con los anillos qué traía en los dedos.— Alicerys... ¿Qué haces aquí?

— ¿está bien? —preguntó y Aerys la miró a los ojos asintiendo.—

— sí.

— ¿dónde?

— Alicerys...

— Solo quiero saber que esta noche no dormirá en algún campo o que estara en peligro... —suspiró observandola y Aerys negó.—

— está en princesa rosada, es amigo de un joven roto ahí que comparte sus gustos por la historia. —mencionó y Alicerys suspiró asintiendo.— a veces va ahí cuando pasea, Lord Piper tiene un hijo inválido qué Aemond conoció cuando la abuela fue de visita a esa fortaleza hace unos años, durante tu.. ausencia. No le digas a nadie, Aemond regresará mañana por su propio pie.

— guardaré el secreto. —asintió y Aerys la miró.—

— lo sabes, ¿cierto? Sobre su matrimonio.

Alicerys que caminaba a la puerta asintió ligeramente sin mirarla.

— Tu padre pidió que se comprometieran antes de que mi padre dijera sobre su compromiso.

Alicerys miró a Aerys que le sonrió ligeramente.

— habrían hecho una buena pareja. —susurró y la pelirroja suspiró para salir de la habitación cuando su guardia abrió la puerta cruzando por los pasillos hacia su habitación que estaba del otro lado de ese piso.—

𝐋𝐀 𝐃𝐀𝐍𝐙𝐀: 𝐄𝐋 𝐅𝐔𝐓𝐔𝐑𝐎. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora