𝐕𝐄𝐍𝐀𝐃𝐎

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A la cena como era la costumbre la gran mesa se sirvió, en casa extremos de aquella barra de madera se sentaba Baelor a espaldas del trono de Rocadragon y del otro lado frente a él Viserys como segundo al mando en ausencia de Baelor, aunque aquel lugar en un inicio había sido de daemon pero este lo había rechazado.

Aemma y su familia estaban ahí ya, pronto se unió Daemon y Arya junto a todos sus hijos a excepción de la pequeña Visenya que dormía cuidada de sus nanas.

- ojalá den venado, escuché que desangraban uno en la cocina. -mencionó Maegor a su hermano y se acomodó en la silla mirando a Aegon que estaba del otro lado jugando con uno de los tenedores.-

A comparación de los hijos de Helaena y Jacaerys, los hijos de Daemon y Aemma se llevaban bien, solían jugar en una habitación que Baelor les había dado para ellos todo el tiempo aunque ahora los mayores de Daemon tenían más tareas que cumplir.

Minutos después Maelor llegó con sus hermanos sentandose a un lado de Saera que jugaba con el cuchillo en silencio.

Cuando el guardia de la entrada al salón del trono se enderezó todos se levantaron haciendo una reverecia cuando Baelor entró en la habitación siendo seguido por Rhaenyra que caminaba su lado.

- pueden sentarse. -mencionó Baelor y caminó hasta la silla del extremo sentandose una vez que Rhaenyra tomó asiento para así suspirar acomodando la servilleta en sus piernas mirando a todos allí.- me alegra que todos estén aquí. -dijo e hizo una señal al hombre del servicio para que empezará a servir.-

- Mi principe, mis hermanos han venido hoy, si su voluntad es buena puede permitir que se queden un par de días conmigo. -mencionó Maelor y Baelor lo observó asintiendo observando a Ryr y Alicerys a su lado que jugaba con sus manos.-

- sí, es tu hogar también Maelor, haré que preparen sus habitaciones. -le sonrió sin muchas ganas y Daemon lo miró.-

- están preparadas ya, te evite ese trabajo.

Baelor asintió a su hermano y se acomodó mirando Aegar servir vino en su copa con cuidado de no derramarlo, Saera lo seguía con la mirada mientras esté iba por los lugares llenando las copas con cuidado.

- Mi principe, mi hermana ha traído un regalo para usted, verdad Alicerys? -mencionó ryr y Alicerys lo miró a los ojos para luego asentir.-

- sí, le traje libros.

Baelor asintió sonriendo de manera amable y miró a la doncella de Alicerys acercar los libros hasta un lado de la mesa donde estaba.

Rhaenyra tensó la mandíbula y suspiró antes de beber del vino que Aegar le había servido.

- gracias, Alicerys.

- sé que le gusta leer, es un gusto que compartimos. Son algunas historias del continente, una más real que otra quizás. -le sonrió y Baelor asintió mirándola.- quizás podríamos leer juntos si gusta.

Viserys alzó una ceja escuchando aquello y Daemon miró a Arya mientras jugaba con uno de sus dedos sobre la mesa.

- sería una buena idea, pero debo dejar a Rhaenyra algún día sin mi compañía, es con ella con quién leo desde que se mudó aquí. -mencionó y miró a su hermana que le sonrió de mala gana.-

- Sí, rompamos un día la costumbre, no es importante. -le dijo con cierto tono enojado y Aemma miró a Daemon dándole a entender algo sobre aquella actitud.-

Cuando dejaron el plato de la carne frente a cada uno de estos, Maegor chilló de emoción para cortar un pedazo de carne comiendola mientras suspiraba sintiendo el sabor del venado.

𝐋𝐀 𝐃𝐀𝐍𝐙𝐀: 𝐄𝐋 𝐅𝐔𝐓𝐔𝐑𝐎. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora