Capitulo 2: El Ataud (2/2)

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La situación había escalado de una manera tan absurda que todavía no podía procesar todo lo que estaba ocurriendo. Estábamos hambrientos, sin comida, y la idea que alguna vez fue una broma macabra entre nosotros se había convertido en realidad. Recuerdo a Ashley, tan despreocupada, rompiendo la puerta con una roca, como si fuera la entrada a una fiesta y no a la guarida de un lunático con malas decisiones musicales.

Andrew, mientras tanto, fue directo al refrigerador. Yo, más desesperada por la paz que por comida, corrí a apagar la molesta música. "Por fin", murmuré mientras el silencio envolvía el lugar. Pero como siempre, el alivio fue breve.

—¿Y bien? ¿Encontraste algo, Andy? —preguntó Ashley con esa sonrisa burlona que siempre me sacaba de quicio.

—No soy Andy. Y no, no hay nada —respondió molesto, como si el apodo fuera peor que nuestra situación.

Nos acercamos al cuerpo del cultista, el cadáver del hombre que, minutos antes, había invocado una criatura infernal. Había algo inquietante en verlo ahí, tan quieto, tan... disponible.

—Eso es mucha carne —dijo Ashley, rompiendo el silencio. Andrew y yo la miramos como si acabara de decir la cosa más absurda del mundo, aunque, en ese momento, todo parecía absurdo.

—¿Qué? —dijimos Andrew y yo al unísono, confusos.

—¿Lo pensé en voz alta? Bueno, quiero decir... ¿sigue siendo ilegal si no lo matamos nosotros? —añadió Ashley, como si estuviera considerando la ley como una mera formalidad.

—Claro que es ilegal —respondí, más como un reflejo que por convicción. Nada de esto parecía tener sentido, pero si algo sabíamos era que comerse a alguien no era una opción moralmente aceptable, ¿verdad?

—¿Qué cosa es ilegal? —preguntó Ashley, haciéndose la tonta, mientras Andrew se veía más angustiado.

—Ya sabes... —Andrew intentó explicarse, pero estaba claro que ni él sabía lo que estaba sugiriendo realmente.

—¡Oh! ¡Te lo quieres comer! —Ashley lo señaló, divertida, mientras Andrew parecía estar a punto de desmayarse.

Yo me quedé observando el cuerpo del cultista. La lógica estaba rota en este momento. Era carne, sí. Pero... ¿realmente íbamos a hacerlo? ¿Era esta la línea que estábamos a punto de cruzar?

—Es imposible que no nos atrapen cuando salgamos de aquí —dije, intentando racionalizar. Pero, la verdad es que ya no estábamos seguros de nada. Y para ser sincera, ni siquiera sabíamos si algún día saldríamos.

—De verdad creen que alguien nos va a dejar salir de aquí? —añadió Ashley, encogiéndose de hombros, casi despreocupada.

Andrew parecía a punto de romperse. Se llevó las manos a la cara, incapaz de soportar la presión de lo que estábamos haciendo. Yo no dije nada. Solo lo miré. A veces, el silencio es la única respuesta.

—A ver, están pensándolo demasiado, ¿vamos a hacerlo o no? —Ashley se veía impaciente, como si esto fuera un mero trámite antes de la cena.

Andrew tomó un cuchillo de la cocina. Lo observé acercarse al cuerpo, dudando con cada paso que daba. Cuando comenzó a cortar, sentí como si todo se desmoronara dentro de mí. Esto era real. Esto estaba sucediendo.

Ashley, sin embargo, actuaba como si todo fuera normal. Fue a buscar bolsas para las extremidades como si estuviera organizando las sobras de la cena. Yo, por otro lado, me quedé mirando, congelada. La escena se desarrollaba como una película de terror en la que no podía hacer nada para cambiar el curso de los eventos.

—¿Estás bien? —Andrew me sacó de mi trance.

—Sí... supongo —murmuré. Pero nada de esto estaba bien.

Ashley regresó con las bolsas y empezó a guardar las extremidades, trabajando con una eficiencia espeluznante. Andrew intentaba hacer lo mejor que podía, pero no podía evitar ver la desesperación en sus ojos.

—Esto es... —Andrew dejó caer el cuchillo, agotado emocionalmente.

Finalmente, después de meter las extremidades en el congelador, Ashley tomó uno de los brazos y me jaló hacia nuestra cocina. La idea de que estábamos a punto de cocinar a un hombre era nauseabunda, pero no tuve fuerzas para resistirme.

—¿Qué deberíamos cocinar, Ellie? —preguntó Ashley con una sonrisa tan alegre que parecía desconectada de la realidad.

—No lo sé... —No quise responder realmente. No quería ser parte de esto.

—Vamos, Ell, no seas así. ¿Te preocupa que nos descubran? —Ashley se inclinó y me susurró al oído—. No te preocupes, yo te cuidaré.

La cena fue silenciosa, aparte de las insistencias de Ashley. Andrew estaba pálido, yo apenas podía tocar mi comida, y lo que comí me supo a cenizas. Pero lo hice. Lo tragué. Porque sabía que Ashley no me dejaría ir hasta que lo hiciera.

Cuando finalmente todo terminó, me excusé para ir al baño. Vomité. Todo lo que había comido salió de mí como un torrente incontrolable.

Me apoyé en el lavabo, tratando de recuperar el aliento. Estábamos condenados, lo sabía. No había vuelta atrás. Y sin embargo, la única opción que teníamos... era seguir adelante.


























                                                                        Fin Del Capitulo 2


𖤐 The Coffin Of Andy And Leyley With Ell 𖤐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora