El avión aterrizó sin contratiempos y Angeline salió del aeropuerto junto a Alice y Dylan. La ciudad era un soplo de aire fresco, llena de vida y posibilidades. Tomaron un taxi hacia el apartamento que habían encontrado en línea, esperando que fuera tan perfecto como parecía en las fotos.
Llegaron a una zona encantadora, llena de árboles y flores. El edificio era antiguo pero bien cuidado, y al bajar del taxi, Angeline sintió una mezcla de emoción y alivio.
"Este lugar es hermoso," dijo Alice, observando los alrededores con una sonrisa.
Dylan llevó las maletas mientras ellas subían las escaleras hasta el apartamento. La puerta se abrió para revelar un espacio amplio y luminoso. Ventanas grandes dejaban entrar la luz del sol, iluminando los muebles de madera clara y los detalles encantadores.
Angeline caminó hasta una de las ventanas y miró afuera. Justo al lado del edificio había un césped verde que llevaba a un río serpenteante. La vista era de ensueño, como sacada de una película de Studio Ghibli.
"Es perfecto," murmuró Angeline, con los ojos brillando de felicidad.
Alice corrió hacia ella, abrazándola. "¡Estamos en casa!"
Dylan observaba en silencio, manteniendo su habitual compostura. Angeline se volvió hacia él, sonriendo tímidamente. "Gracias por ayudar con las maletas, Dylan."
Él asintió, con una leve sonrisa en sus labios. "Es mi trabajo, señorita."
Angeline sabía que su nueva vida no sería fácil, pero en ese momento, en su nuevo hogar junto al río, sintió que todo era posible. Era un nuevo comienzo, y estaba decidida a aprovecharlo al máximo.
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Protección Prohibida
RomanceAngeline siempre ha vivido rodeada de lujos, pero también de restricciones. Tras la muerte de su madre, su padre se volvió extremadamente protector, aislándola del mundo exterior. A los 18 años, Angeline decide dejar atrás la mansión y buscar su ind...