Susurros se escuchan por mi cabeza,
Decían "fracasaras".
Susurros escuchaba,
decían "todo saldrá mal".
Susurros me decían,
"No sirves para éso".
Susurros se fueron multiplicando cada vez más,
decían "no puedes hacerlo"
Pero un susurro de todo ese remolino me dijo:
"Se que puedes hacerlo".