capítulo 10

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Pond terminó de dar la nueva información, anotando en el pizarrón, como lo había estado haciendo los días anteriores.

cuando volteó a ver a sus amigos, lo estaban mirando con preocupación.

— Pond, ¿entiendes que interactuaste con Phuwin? — Krist habló en representación de todos. — le diste permiso de sentarse frente a ti, conversaron. si fue en el patio de comidas, probablemente comieron juntos, ¿de verdad no lo recuerdas?

— de verdad no lo hago. — se lamentó, cada vez más cerca de descender en la desesperación.

— ¿tenemos que llevarte a médico o Phuwin se operó el rostro? — Winny se cruzó de brazos. — ¿o Force te mató algunas neuronas de tantos golpes en la cabeza?

— no me culpen a mí, — se defendió. — Pond era así antes de conocerlo.

— esos comentarios no lo ayudan, Force. — lo regañó Book. — tiene que haber algo que estamos omitiendo.

— ¿estamos? — Force rió. — es Pond quien no recuerda, ¿quieres que te golpee para ver si evoco algo?

— no me están ayudando. — cedió a la frustración.

Satang oficialmente se rindió. — no estamos llegando a ningún lado, ¿no has pensado que quizás Phuwin te está jugando una broma? — titubeó.

— eso, tal vez te mintió. — Force reformuló las palabras del otro.

Pond negó, sabía que Phuwin era honesto. — me dice la verdad, yo estoy siendo el problema.

— te apoyo en la decisión que tomes respecto a esto. — Satang palmeó su hombro cuando se levantó de su asiento. — estamos aquí para ti.

— ¿igual que estuviste el día que me invitaste a salir por ser los amigos solteros y me abandonaste en el patio de comidas por tener una cita en el cine con Winny? — ironizó, sintiendo su corazón acelerarse de golpe. — Satang, te amo. — lo abrazó con fuerza. — me abandonaste ese día.

— ¿yo también? — le devolvió el abrazo confundido.

Winny frunció el ceño. — Satanás, no le digas que también lo amas.

— cerramos sesión, debo irme, gracias equipo. — Pond se alejó de su amigo, corriendo fuera de la sala, en busca de Phuwin.

— 💌 —

casi un año atrás.

Pond tomó asiento en una de las mesas, acomodando la bandeja con las hamburguesas y las bebidas, había pedido la misma promoción para él y Satang, quien lo había invitado a salir ya que sus amigos disfrutaban de compartir con sus parejas.

pero ya había pasado media hora y él no aparecía, ¿lo acababa de dejar plantado? pensó en preguntarle, encontrándose con la llegada de un mensaje de su amigo.

Satang: Pond, no fui al patio de comidas.

— no me digas, — habló en voz alta. — si Winny tuvo algo que ver en que me hayas dejado solo, te daré mis peores deseos.

Pond: entonces, ¿quién está sentado conmigo? — tecleó.
Pond: [foto] — acomodó su mano frente a la silla vacía y le enseñó su dedo medio.

— disculpa, ¿puedo sentarme contigo o esperas a alguien? — le preguntó un chico que lucía cabizbajo.

Pond miró alrededor, no había otra disponible. — estoy solo, adelante. — lo invitó. — ¿te gustan las hamburguesas? — le acercó la bandeja. — pedí la promoción 6, es mi favorita. come conmigo.

el chico tomó asiento frente a él, cubriendo ligeramente su rostro con su mano, como si se avergonzara de ser visto. — no quería causar lástima.

Pond movió su silla, sentándose a su lado, intentando reducir su incomodidad. — no es lástima, ¿por qué no compartiría de mi comida?

— porque las personas me consideran-. — sus labios se apretaron en una fina línea. — lo siento, no vienes a escuchar los problemas de un desconocido.

— a veces hablar con un desconocido nos ayuda a entender nuestros problemas. — mordió su hamburguesa. — te escucho, tengamos una charla de desconocido a desconocido.

— esto es ridículo, me estás viendo, no soy un desconocido. — murmuró. — lo siento. hablo sin pensar.

no había logrado ver bien su rostro, porque el chico no dejaba de mirar hacia el suelo, ni de intentar cubrirse. así que se levantó, giró su silla dándole la espalda, volviendo a tomar asiento, comiendo más de su hamburguesa. — entonces, desconocido, ¿qué problema tienes?

— las personas dicen que soy desagradable por hablar sin pensar, sea algo bueno o malo, simplemente brota de mi boca. sucede sin que me dé cuenta. — le contó. — ni siquiera tengo amigos, ¿sabes? las personas me avergüenzan por mi forma de ser.

— diría que esas personas son las desagradables al hacerte esos comentarios, no todos tienen filtro al hablar, lo cuál no tiene nada de malo. — habló Pond. — lo importante es que te percatas de tu error, y te disculpas. solo los valientes piden perdón. los cobardes fingen no haberse equivocado.

conversaron de esa forma por algunos minutos, en donde Pond intentó aconsejar lo mejor que pudo a ese chico, porque comprendía lo difícil que era ser víctima del rechazo, ya que lamentablemente su amigo Aou estaba expuesto a eso.

no se dijeron sus nombres, y se vieron los rostros unas fracciones de segundos, cuando Pond acomodó bien su silla.

— que guapo. — murmuró el chico, cuando sus miradas se cruzaron.

— ¿dijiste guapo? — le sonrió, pero el chico abandonó rápidamente la mesa, sin alcanzar a oírlo.

así había sido su primer encuentro con Phuwin. él había conocido a un chico que se sentía abatido, que no se parecía en nada al sonriente chico que tocó su hombro.

finalmente comprendió mejor sus sentimientos, la atracción por Phuwin no surgió solo por el tiempo que llevaban compartiendo juntos. 

sus almas ya habían conectado antes, sin necesidad de verse.

— 💌 —

Phuwin contestó el celular. — ¿qué tal tu reunión con el equipo? — bromeó.

— ¿dónde estás, Phuwin? — Pond le hablaba agitado, como si estuviera corriendo.

— camino a mi casa, las clases terminaron, ¿tú que haces?

— envíame tu ubicación, no te muevas de ahí, por favor. — y colgó.

Phuwin no entendía qué sucedía, pero obedeció porque le preocupaba que algo le hubiera sucedido al otro. diez minutos después, Pond apareció en su campo visual, corriendo lo más rápido que podía, casi impactando contra él, en medio de la vereda.

— Phuwin, — habló agitado, deteniendo su carrera. — te recuerdo. — hizo una pausa para recuperar el aire. 

— ¿me recordaste? — se sorprendió agradablemente. 

— ahora tienes muchos amigos, Phuwin, — acarició su mejilla, guiando su mano hasta su nuca. — no tendrás que sentarte con ningún desconocido, porque hay un lugar para ti en nuestra mesa.

Pond lo atrajo a él, juntando sus labios, como tanto lo habían estado esperando. ambos se movieron en una torpe sintonía, hasta moverse al compás de un beso.

— ✨✨✨ —

finalmente tenemos la historia, y besito.

¿Dijiste guapo? | PondPhuwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora