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—Hola, mamá —saludó Lily, entrando a su casa.

—Hola, cielo. ¿Qué tal estuvo hoy?

—Bien, me entregaron la nota de Economía y me fue mejor de lo que creí.

—Que bueno—se acercó a su hija para plantarle un beso en la mejilla como saludo—. Vamos a cenar, ya está todo listo.

—¿Y papá?

—Llegará más tarde, estos días ha estado repleto de trabajo. Se acerca fin de año y sabes lo exigente que se ponen las empresas en esta fecha —dijo, abriendo la olla para servir comida en sus platos.

Lily se sentó en el mesón, esperando a su madre.

Media hora después habían terminado de cenar y decidieron platicar un rato más mientras bebían del té que preparó la señora Morrow.

—Cielo, podrías pasarme el azúcar, por favor—pidió la mujer, pues estaba lejos de esta.

—Síp —dijo, girándose un tanto para alcanzar el azucarero.

Con aquel movimiento dejó a la vista el costado de su cuello, y la señora Morrow no pudo evitar llevar sus ojos a la zona rojiza de su hija.

Estaba algo maquillado, pero su madre no era estúpida.

—¡Lily Jin Park Morrow! ¡¿Qué es eso que tienes en el cuello?! —gritó escandalizada, asustando a la chica.

—M-Mamá, yo- yo... ¡Lo siento!

La habían descubierto, el maldito maquillaje de su novia se había corrido y ahora tendría que dar explicaciones que no quería dar.

—¡¿Quién te hizo eso, Lily?!

Las mejillas de la mencionada estaban ardiendo en vergüenza y pequeñas lágrimas salieron de sus ojos.

—¡¿Y por qué lloras?!

—Es q-que yo... —otro lloriqueo se escuchó.

Lily era una persona nerviosa, muy ansiosa y
sensible, el cuestionamiento de su madre la tomó por sorpresa y explotó, aunque en el fondo ella sabía que estaba siendo algo exagerada.

—Cálmate, Lily —el tono de la señora Morrow sonó más tranquilo, pues tampoco quería ver a su hija llorar—. No voy a reprocharte, estás grande y es normal que
hagas ese tipo de cosas...

Lily quería desaparecer, que se la tragara la tierra.

Sentía tanta vergüenza.—Solo... solo me tomó por sorpresa —habló, echándole azúcar a su taza—. Aunque quiero saber quién te hizo eso, Lily—la miró seria.

—Mmh... un chico en una fiesta.

No quería mentir, pero tampoco se sentía lista para decirle a su madre que era bisexual y que estaba oficialmente en una relación.

—¿Un desconocido? Dios mío...

—¡No! ¡No es un desconocido, mamá! Sabes que no soy así—suspiró, limpiando una lagrima que caía por su barbilla—. Es un compañero de clase, uno que realmente me gusta...

El color en sus mejillas aumentó su tonalidad. Lily le estaba diciendo indirectamente a su madre que estaba en algo con alguien, que era verdad. Solo evitó decirle que era una chica, ¿no es tan terrible, verdad?

—Fue en la fiesta del sábado en casa de Jinsol, solo que me lo maquillé para no ir así a la escuela, por eso no lo notaste...

Otra mentira, se lo hizo una chica (su novia) ese mismo día, pero la señora Morrow no tenía porqué saber eso.

—Mmh... Está bien, cielo, mientras te sientas segura con él, todo bien. Aunque hubiese preferido que me contaras tú que saberlo por esa horrible marca en tu cuello... Dios, Lily, no tengo problema con que tengas novio, pero no dejes que hagan esas cosas en ti, se ve mal.

—Lo siento, quise decirte, pero me dio vergüenza.

—Soy tu madre, puedes confiar en mí para todo, ¿si?

—Sí, gracias.

—Bueno, pero maquillate esa cosa que si tu padre lo ve, dudo mucho que sea muy comprensivo. Sabes que es un celoso de primera con su pequeña niñita.

—¡No soy pequeña! —reclamó, haciendo un puchero.

Claro que era pequeña.

La risa de su progenitora llenó sus oídos y no pudo evitar reír también.

Eso salió mejor de lo que esperaba, o algo así.

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Mañana publicaré el otro  Capítulo. Disfruten💗

Gracias por leer 🍓

Chupones | HaelyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora