Entre Balas y Besos

La misma pesadilla

Un miércoles a la tarde-noche, me voy con mi mamá en el auto a comprar para hacer de cenar. Bajamos a comprar ambas y en eso me encuentro con mi mejor amiga, a lo que mi mamá me deja con ella y su padre que la acompañaba. Mi madre se adelanta para comprar más rápido e irnos a casa.

—¿Mañana vienes a casa, Emilia? —le pregunto a mi mejor amiga.

—Obvio, si es tu cumpleaños, no me lo pierdo por nada en el mundo —me dice ella super feliz.

Mi mejor amiga me acompaña con mi mamá, así me quedaba con ella y Emilia se iba con su papá.

—Ari, me olvidé la billetera, ¿te podés quedar con ella un minuto así la busco? —le habla al padre de mi mejor amiga, a lo que él asiente con la cabeza.

Antes de que ella salga del supermercado, la llamo. Cuando ella se da la vuelta, de repente ambas tenemos dos armas de paintball. Las dos estábamos jugando y el supermercado se convierte en un campo donde ambas solíamos jugar demasiado junto a mis hermanos. Me escondo y ella también, empiezo a disparar a mis hermanos para descalificarlos del juego. A la vez, disparo a mis primos de otro equipo contrario también. De repente siento un impacto en el pecho que hace que me manche toda la ropa y la cara de rojo. Empiezo a llorar.

Mi madre corre hacia mí y le dispara a mi primo, me abraza y me dice:

—Tant que je suis là, personne ne peut te faire de mal. (Mientras yo esté aquí, nadie puede hacerte daño).

Me separo de su abrazo y ella estaba manchada de rojo... y yo ya estaba limpia.

Despierto super agitada, toco mi pecho y trato de respirar profundamente para lograr calmarme, lo que poco a poco voy logrando. Me levanto de la cama para buscar un poco de agua y también porque llegaba tarde a trabajar. De repente me entra una llamada de mi hermano, quien siempre me llama para saber si estoy viva.

—Arti, ¿estás bien? ¿Estás en camino? Tienes una reunión ahora a las 8, ¿llegas? ¿Te paso a buscar? —dice mi hermano desesperado.

—Hola Eros, sí, estoy bien, recién despierto... —él me interrumpe.

—¿La misma pesadilla? —pregunta y yo solo respiro—. Espérame allí, paso por ti.

Cuelga la llamada, agarro una toalla de mi cuarto y entro a darme una ducha rápida. Cuando salgo, me pongo mi ropa interior y mi traje blanco de pantalón y blazer del mismo color, con una camisa negra para ir a la empresa. Dejo que mi cabello se seque al aire ya que no me daba tiempo. Agarro mi portafolio y celular para bajar a esperar a mi hermano, ya que vivo en el séptimo piso del edificio.

Allí llega mi hermano en su Camaro rojo. Baja y me da un abrazo, el cual respondo escondiéndome en su pecho, lo que me hace calmarme mucho más. Subimos los dos al auto y arrancamos. Pongo la playlist favorita de ambos, que empieza con "Everything I Wanted" de Billie Eilish. Los dos empezamos a cantar:

"And you say, 'As long as I'm here 
No one can hurt you 
Don't wanna lie here
But you can learn to If I could change 
The way that you see yourself 
You wouldn't wonder why you hear 
They don't deserve you'"

Llegamos a la empresa y estaba mi hermano mayor esperándonos a ambos, quien nos recibe con un abrazo. Los tres entramos al gran edificio que dirigimos junto a nuestro padre. Entro a la gran oficina de conferencias, donde tendría una charla con otras empresas sobre cómo nos convenía seguir con nuestros negocios. Lo malo de todo esto es que me obligaban a estar sola porque debían estar todos los hermanos Percy por la falta de mi padre. Eran charlas aburridas de cuatro horas que no aguantaba, ya que todo lo que venía de mi parte era mucho más rápido.