Capítulo 23

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Can't Help Falling In Love de Elvis Presley sonaba en el pequeño reproductor de música que tenía el Alfa en su departamento. Jungkook observaba como las mejillas de Jimin se tornaban de un color carmesí al estar cerca del vapor.

En realidad, Jungkook no tenía nada preparado para hacer divertir a Jimin y lo único que se le había ocurrido es invitarlo a su departamento mientras preparaba alguna receta de su madre. No es que fuera lo más divertido del mundo, pero le gustaba tener a Jimin a su lado mientras lo observa atentamente mientras cocina.

— ¿Siempre has cocinado? —Preguntó el Omega después de estar unos minutos sumidos en un largo silencio para nada incómodo.

— Si. Mis papás siempre me han enseñado; desde que era chiquito me gustaba estar en la cocina con mamá y desde ahí he aprendido cada platillo que ella prepara para papá y para mí.

Jimin asintió, formando una leve sonrisa en sus labios sin enseñar sus dientes.

— ¿Entonces por qué estudias derecho? Si tanto te gusta cocinar, hubieras estudiado gastronomía.

— Desde que tenía 10 años me gustaron los abogado, no entiendo porqué. Papá decía que tal vez era porque veía muchos programas de eso —El Omega asintió, nuevamente, mientras observaba como el Alfa comenzaba a picar algunas verduras.

Cuando Jungkook terminó de cortar las verduras las agregó a una olla, el Omega cansado de estar parado se sentó en unos de los taburetes que estaban cerca de allí.

— Y tú, ¿Por qué decidiste estudiar medicina veterinaria?

— Me gustan los animales —Fue lo único que respondió.

Volvieron a quedar en un silencio, aunque no era para nada incómodo, solo era Jimin observando como Jungkook se movía de forma ágil por la cocina.

— ¿Te gusta el Tteobokki? Porque te aseguro que el que preparo yo es el mejor que podrás probar en toda tu vida.

— Si, me gusta. Aunque a papá aveces le queda demasiado picante y por eso no lo como —Arrugó su entrecejo. Jungkook pudo jurar que se veía mucho más tierno de lo que era.

Pasaron unos 20 minutos cuando Jungkook terminó lo que estaba haciendo. Sacó dos platos y comenzó a servir aquella comida que había preparado especialmente para el Omega. Sabía perfectamente que el Tteobokki era su comida favorita, pero eso no lo tenía que saber.

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effeminate boy ✿ km auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora