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—Hemos revisado cada página, una por una, pero nadie es capaz de convencerme.

James estaba sentado en uno de los sofás de la sala de estar, en la pequeña mesa central, que anteriormente la decoraba un objeto abstracto, reposaban un sin número de páginas con información sobre modelos y actrices, posibles candidatas para ser el rostro de la portada del álbum.

—Al menos los tres estamos de acuerdo en esto, no hay ninguna modelo o actriz que llene nuestras expectativas respecto a cómo nos imaginamos el amor encarnado. —esto lo dijo Keanu, quien sostenía en su mano un vaso de vidrio lleno de jugo de naranja.

—Concuerdo, la más cercana a serlo es Cindy Clayton, pero no estoy convencido.

—Cindy es hermosa, eso es indudable. —comentó Petrus, bebiendo por primera vez en mucho tiempo algo que no era alcohol, tomaba un simple vaso de agua— Pero no refleja ese brillo característico que se ve en los ojos del amor, ese brillo singular, algo radiante que incluso se nota en la piel cuando estás enamorado.

—El poeta Petrus. —mencionó James, esbozando una sonrisa— Ahora entiendo porqué se te dan mejor las letras de las canciones que a nosotros dos.

—¿Te das cuenta hasta ahora? —cuestionó Keanu— Eso siempre fue evidente.

—Olvidemos por un momento el tema de la poética y las metáforas, si no conseguimos a alguien para la portada hoy mismo, la idea del diseño tendrá que cambiar, volveríamos a los diseños usuales, lo abstracto y simbólico.

—Estaba entusiasmado por dar este nuevo sentido al álbum, pensar en volver a hacer lo mismo de siempre me desanima un poco.

—Concuerdo con James. Petrus, no podemos decidir cambiar la idea que teníamos en mente por lo habitual, seguramente podamos encontrar el rostro perfecto, solo es cuestión de volver a revisar las fotografías con más cuidado.

—No planeo pasar dos horas más revisando página por página cuando ya lo hicimos.

James dejó la página que sostenía en su mano sobre la mesa, realmente se sentía desanimado, pero era algo normal, en ocasiones las cosas no salían como se planeaban,  eso era parte del proceso creativo.

Aunque todavía quedaba una pequeña esperanza de conseguir el rostro perfecto.

La figura de Ava se vislumbró al bajar las escaleras, iba acompañada de Katherina, ambas usaban ropas un poco excéntricas para solo estar en casa, Ava en especial, quien tenía puesto un vestido amarillo que, si bien no era ajustado, dejaba entrever su bonita figura. Pero no fue eso lo que encantó a James y a Keanu, sino sus finos rasgos que ambos consideraron angelicales. Ava proyectaba una mirada repleta de ternura, sus ojos celestes brindaban serenidad con solo verlos, su tez la consideraron la piel más prolija que hayan podido ver en alguien, pero fue su cicatriz lo que le agregó ese toque de sufrimiento y agobio que James tanto buscaba en la representación del amor. Consideró que esa cicatriz podría simbolizar la lucha en el amor y las heridas que este sentimiento deja cuando no es correspondido o cuando es tóxico.

—El amor hecho mujer... —James estaba fascinado— ¿Quién es ella?

Petrus también la miraba, nunca estuvo acostumbrado a verla vestida de esa forma, estaba tan familiarizado con su ropa holgada y sus chaquetas que no se había dado cuenta de lo que se resguardaba bajo esos trapos. Lo cierto es que, Ava era realmente hermosa.

—Ella es...

Petrus no fue capaz de formular alguna palabra, tampoco Keanu, quien se mostró completamente embelesado por lo que sus ojos estaban viendo. Katherina y Ava se percataron de la presencia de los tres, por lo que decidieron saludarlos. Katherina quiso presentarles a Ava formalmente.

CABELLOS NEGROS. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora