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PIJAMADA

- ¡¡¡EVIE GONZÁLEZ MARTINEZ!!!

Escuché que alguien me grito entre mis sueños, me di la vuelta, dándole la espalda a la puerta e ignoré los gritos desconocidos. Los ojos me pesaban, me siento muy agotada. La preparatoria está siendo un poco pesada, ya que se vienen los exámenes finales del semestre, es cansado, no importa cuánto rendimiento académico tengas, los parciales finales siempre son los más pesados para alumnos y maestros. Dejan muchos proyectos, exámenes entre otras cosas. Gracias a los gritos anteriores estaba alterada, pero cuando se quedaron en silencio, comencé a dormirme de nuevo, cuando estaba tranquila sentí un cuerpo que comenzó a saltar sobre mi cama. Gruñí al sentir que uno de ellos se lanzó contra mí.

-Ya despierta, bella durmiente. Tu grandiosa bestia llegó. -Escuche que dijo con algo de burla.

-Evelin, trae un vaso con agua para que se despierte.

Sentí que el cuerpo se bajó, como si el foquito verde se prendiera, me senté con una velocidad sorprendente, por lo alterada que estaba, solo me talle los ojos, y con cara de confusión vi a mis amigas a un costado de mi cama.

- ¿Qué hacen aquí? – me talle los ojos.

- ¿Cómo que, que hacemos aquí? Le dijiste a Evelin que le ibas a ayudar con la maqueta de educación física, ¿lo olvidaste? -Contestó Cristal.

-Ah, ¿es hoy? ¿no era el sábado? -pregunté confundida.

- Hoy es sábado, babosa. -respondió Evelin.

- ¿¡Hoy es sábado!? ¿Qué hora es?

Agarré mi teléfono, con poca batería, cuando lo encendí marcaban las 10:30am. Pero ¿en qué momento amaneció? Lo único que recuerdo, que cuando llegue de la escuela, me cambie para después acostarme, y como mi madre iba a tardar en llegar para comer juntas, para acelerar el tiempo, comencé a ver una serie en mi teléfono, sentí mis ojos pesados, que comenzaron a cerrarse solitos.

- ¿Enserio me quede dormida desde ayer a las 3 de la tarde?

-Eso nos dijo tu mamá, sabemos que estas cansada de estos últimos días en la escuela, que claro, ya se termino el ciclo escolar. Pero te estuviste exigiendo demasiado estos días. No dormías y comías muy poco, lo único que tomabas era café y té, eso no es alimentarse bien, niña. -Cristal, comenzó a regañarme.

-Pero no me regañes, lo sé, me exigí demasiado, lo admito, pero tenía trabajos y proyectos atrasados por los eventos que se empezaron a acercar, y agradezcan, que los profesores me dejaron mas tiempo para entregarlos, por que saben que la responsabilidad de ser jefa de grupo esta muy difícil.

-Pero lo lograste, ya terminaste tu segundo año de preparatoria. Ahora, ayúdame a hacer mi maqueta que vale mas del 40% de la calificación. -Reclamó Evelin.

Solo sonreí ante su reclamo, en la pequeña sala que esta alado de mi cama, había en la mesita un desayuno con una pequeña nota, me paré y camine hacia ella, confundida, leí la nota y me voltee hacia mis amigas para que me dijeran quien me lo habían mandado.

- ¿Quién me lo mando? porque está recién echo.

Mis amigas solo empezaron a reírse, volví a releer la nota que decía: "Evie, muchas felicidades por tu esfuerzo mi niña, me contaron que pasaste todas tus materias con excelentes calificaciones, se que no tuvimos tiempo para vernos, pero no importa, corazón, estoy feliz a que estes bien, espero verte pronto. Te quiero mucho mi niña de ojitos bonitos." Me quede parada, viendo la esquina de mi habitación, no era solo el desayuno, sino, que también me habían llegado flores, tulipanes, que son unas de mis flores favoritas, y unas de las más difíciles de conseguir, por que no se dan en cualquier lugar.

Un cambio inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora