whatever comes | seongjoong

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Una vez más, Seonghwa se juró a sí mismo no beber tanto cuando salía, porque al día siguiente vivía las consecuencias de sus actos tan impulsivos e irresponsables que ni siquiera vomitando pudo resolver.

Cuando fue por un vaso de agua, todos los recuerdos llegaron a él, como un balde de agua, como si de pronto lloviera tan fuerte que no podía escuchar sus propios pensamientos. Vacío el restante del agua en el fregadero y se sentó en el sillón de su sala, tocándose la cabeza y pensando el porqué, el día de ayer, su amigo de toda la vida, lo había besado dos veces. ¿Podría culpar al alcohol? Las personas hacen cosas estúpidas bajo los efectos del alcohol, pero ¿por qué tardó tanto en separarse?

Decidió no pensar más en eso y atribuir aquello a los efectos de lo alcoholizados que estaban anoche. Su amigo no tendría esa clase de intenciones y estaba seguro de que era un malentendido. Además, no tenía la intención de pedirle explicaciones.

Y, aunque dejó escapar esa clase de inquietudes, otras llegaron, como cualquier cosa que tenía que ver con Hongjoong.

Pensó en volver a hacerse el examen, de hecho, lo pensó muchas veces. Pero tenía miedo de volver a ver el resultado que siempre veía cada vez que buscaba un milagro. Aquella situación era compleja para él. Siempre tuvo esa noción de ser padre, junto a quien fuera el amor de su vida cuando lo conociera al crecer.

Pensó que pudo haber sido su primer novio. Conoció a Kyuhan cuando a los 17 años, cuando aquel chico había llegado como estudiante nuevo y, bastaron tan solo algunos meses para que pudieran volverse cercanos, hasta el punto de comenzar un noviazgo.

Kyuhan era el chico perfecto. Su cabello castaño, sus ojos negros y su hermosa sonrisa eran solo algunas de las cosas que lo hacían enamorarse más de él. Sus padres y sus amigos decían que su relación era muy adorable, típica de chicos con dinero, con sus salidas y regalos costosos.

Pero, cuando ellos tuvieron relaciones sexuales por primera vez, fue cuanto todo se complicó. Unas semanas después Kyuhan le dijo a Seonghwa que iban a ser padres. Y eso era algo que Seonghwa no esperaba, por supuesto que sabía que Kyuhan era doncel, pero no pensó que se iba a embarazar. Seonghwa usó condón y Kyuhan iba a comenzar su tratamiento anticonceptivo. ¿Qué pudo fallar?

Tanto los padres de Kyuhan como los de Seonghwa estaban furiosos, por lo que estuvieron de acuerdo en que, cuando cumplieran los diecinueve años, ellos debían casarse. En sí, Seonghwa no lo vio como un problema porque estaba enamorado de Kyuhan. Así que solo comenzó a comportarse como el chico atento con su novio embarazado que era, pero empezó a notarlo un poco distante con el pasar de los días, como si estuviera nervioso por algo. No le tomó importancia al principio, pero solo una conversación con sus amigos fue suficiente para comenzar a sospechar.

—Creo que con las semanas mi mamá ya se acostumbró a la idea que será abuela —comentó Seonghwa, con su brazo recostado en el respaldo de la banca y Wooyoung con San, sentado junto a su lado—. Quizás por ser hijo único pensó que sería difícil que eso ocurriera.

—Estás muy joven para ser papá —dijo Wooyoung—. Mis padres ya me hubieran desheredado.

—Bueno, mi caso es así, quizás no seguí el mismo camino que mis padres —dijo Seonghwa—. Mi mamá por sus problemas de infertilidad fue complicada tenerme. ¿Sabes a cuántos tratamientos se sometió?

—¿Eso no se hereda? —preguntó San.

—¿A qué te refieres?

—Pues, si es que la infertilidad sea algo que le pueda pasar a los hijos de la persona que ha sufrido eso.

—¡Eso es! —Wooyoung se levantó, mirando a Seonghwa como si hubiera descubierto el secreto más retorcido del mundo—. ¿Hay alguna posibilidad de que seas infértil?