00

25 5 0
                                    

"Nos mantenemos detrás de puertas cerradas"

–¿Podemos... vernos mañana?— Preguntó el más bajo, el chico de cabello rubio quien miraba al contrario con un brillo especial en los ojos, sus cejas levemente curvadas, demostrando que realmente estaba encantado 《enamorado》 del más alto...

—Mañana tengo entrenamiento, no puedo.— respondió rozando sus labios, afianzando sus dedos en su delgada cintura, para después rozar la punta de su nariz con la propia.

Sunoo. El chico rubio suspiro y cerro los ojos, dejándose llevar por el momento, por lo que su corazón le decía e imploraba que era lo correcto pero...

El resto del mundo no.

—Estoy tan cansado de verte detrás de puertas cerradas.— susurró el rubio, soltando un suspiro, pero esta vez era de decepción.

Ir y venir a los salones vacíos por que necesitaban estar juntos... por que sus almas y corazones lo suplicaban al igual que sus cuerpos pero...

Debía de ser así.

—Lamento ser un cobarde.

El pelinegro finalizó, beso sus labios y en cuestión de pocos minutos había salido de aquella vacía aula, dejando al rubio con el corazón rotó.

Por qué no sabía cuando terminaría , no sabía cuando podría gritarle al mundo que su corazón latía.

Por un hombre.

"Tú y yo, las dos, tenemos que escondernos en el exterior."

El rubio mordió su labio inferior, recargo la espalda contra la pared y permitió que de sus ojos color avellana cayeran algunas lágrimas.

Su corazón dolía cada vez que se separaban. Por que sabía que su felicidad era momentanea, cuando estaban juntos.
Cuando nadie les veía, cuando sus corazones conectaban, y nada ni nadie existía.

"¿Sólo yo sufro en silencio? ¿A ti no te duele?"

Se preguntaba mientras veía la espalda del pelinegro alejarse más y más...

"Deseo que te duela... que también añores estar conmigo sin importar que pase..."

Lloro.

Y lloro camino a su casa.

En donde apenas podía escuchar los reclamos de sus padres por nunca llevar una bonita novia que presentar.

Sonreía incomodo, respondiendo que no había nadie de su interés.

Mientras que su corazón latía por alguien en especial.

Alguien que sus padres de mente cerrada jamás aceptarían.

Luego de una conversación incomoda, hizo su tarea con el conocimiento que había quedado en su cabeza al no concentrarse del todo.
La mayor parte del tiempo su mirada terminaba en él...

Si hicieran un examen de su rostro, anotaría la cantidad y ubicación exacta de cada uno de sus lunares...

Una ducha en la tina, mientras se permitía llorar un poco (mucho) más.

Recriminandose así mismo por amar a un hombre.

Como todos los días.

Se sentía culpable de quien era... del por qué no podía ser "normal".

Por que amar a alguien, amarlo de verdad era tan incorrecto.

Secret Love 《SunSun》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora