๑๑☆.Arcilla.☆๑๑||

《• 7 •》

–¡Roier! —Gritaron todos a la par, excepto el pelinegro, quien se quedó paralizado en su lugar

Natalan quedo pasmado, verlo enojado de nuevo no hizo más que desenterrar recuerdos de lo profundo de su mente

[ ●○●○●]

Roier atacó al oso rasgandole la ropa, lo único que podía hacer el contrario era retroceder, no se le tenía permitido atacar.

De un momento a otro Roier pudo tirar a su razón de tanto odio, su respiración estaba completamente agitada, la palabra "ira" se quedaba corta a comparación de lo que sentía en ese momento.

–¡No! —Gritó el oso al verse acorralado entre el piso y el hacha del castaño

–Cierra la boca... —Clavo su arma en el césped justo a un lado de la cabeza de aquel ser extraño

Roier, imponente; empezó a abofetear al oso sin importarle que su misma cría a su cuidado lo estuviera viendo, no le importo Bobby, Jaiden, Spreen, ni sus amigos, el solo quería desquitarse

–Aléjese por su seguridad —Aquella voz robotica se había hecho más profunda y seria

–¿Seguridad? A la chingada, nos vas a dejar salir o te mato —Gritó con enojo

–No

Roier sujeto con fuerza la playera del oso y lo levanto para acercarlo lo suficiente, rostro con rostro, la mirada de Roier incrustrandose en los ojos negros del contrario

–¿¡No!? ¿¡NO!? Escúchame bien pinche osito: me sacas de aquí o lo sacas a él —Susurró, no quería que nadie supiera, pero tampoco podía guardarlo hasta que lo volviera a ver

–No

–Entonces yo mismo me encargaré de que se largue de aquí; y deja de joder, deja de meterte en mi pasado... —Mascullo entre dientes para después volver a azotar al ser blanco en el césped

De la nada los golpes se vieron interrumpidos por un segundo oso el cual pateo a Roier lejos del primer oso que se encontraba en escena

Roier se quejo con fuerza, se había quedado sin aire, su mirada se volvió borrosa pero seguía igual de insistente como en un principio; se levantó y poco a poco se reincorporaba sin dejar de apretar el estómago por el dolor punzante provocado solo hace unos instantes

–Suficiente —Hablo con claridad el segundo oso, esa voz robotica no era presente ahora, la voz humana congelo a todos los presentes

–¡Suficiente tengo yo de ti! —Gritó Roier desesperado —Ahora vienes a hacerte el humano cuando todos aquí sabemos como eres

Roier quiso hablar más pero la desaparición pronta de los osos le hizo callar, justo cuando caminaba en dirección a su hacha un objeto brillante y pequeño caía del cielo listo para Golpear la cabeza del castaño, caer y rodar hasta los pies de la multitud donde se encontraba Natalan

El castaño siguió con la mirada el camino que hacia el anillo hasta topar con unos tenis desgastados... hasta topar con ese cuerpo que poco a poco iba recreando en su taller, su mirada viajo por las piernas, subiendo hasta la pelvis, deteniéndose unos segundos en esas pálidas manos qué siempre deseaba tomar; continuo embobado como la primera vez... ese rostro tan peculiar que era difícil de olvidar, esos ojos... esa mitad de cráneo sobresaliendo, poco a poco volvía a entrar en ese trance macabro de hace una noche

Todos guardaron silencio, los demas miraban curiosos aquel anillo; Natalan miro con horror y miedo el anillo en sus pies, subió la mirada y para su suerte las miradas se encontraron, esa pasión desbordante en la mirada de Roier no se había ido después de tantos años, y esa mirada seca y directa de Natalan seguía igual desde hace 4 años...

El pelinegro se lleno de temor escondido por el rostro molesto; dio un paso hacia atrás sin dejar de mirar al castaño mientras que seguía cubriendo a su hijo Sally

–¿Qué fue eso? —Se preguntó Jaiden sin saber que estaba hablando en voz alta lo que logro sacar a Roier del cruel trance

Se dio cuenta que todos habían visto algo caer y que ahora lo estaban viendo más de cerca, corrió para tomar de vuelta al anillo pero fue demasiado tarde; Quackity ya lo había tomado, lo alzó a los rayos del sol y el brillo de aquella sortija se intensificó a pesar de rastros de óxido en sus detalles

—Na... Nattt... naaa... —Decía Quackity intentando descifrar las letras talladas en el interior del anillo pues la suciedad había llenado los trazos de cada letra haciendo complicado leer el "Natalan & Roier" en letras cursivas

En cuanto Natalan escucho el inicio de su nombre volteo a ver preocupado a Quackity esperando que Roier o alguien más hiciera algo para irrumpir su descubrimiento