prólogo

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Fuego eso era lo unico que veía antes sus ojos, una gran torre de estilo japones tradicional  se hacia en llamas  justo ante él, dejandolo hipnotizado o aturdido, no sabria precisar en ese momento, aunque este transe se rompió cuándo alguien lo sujeto del brazo y lo jalaba.

Vamos corre, ¡¿que estas esperando?!, ¡vamonos!- dijo una voz infantil, siendo de la persona que le tiraba el brazo.

Ambos comenzaron a correr por los estrechos pasillos que se hacian ante ellos, ella lo guiaba a él y simultáneamente un niño un poco mayor los conducia a ellos. Todo pasaba entre borrones y destellos de lucidez, como si de un pestaneo estubieran en un lugar y al siguiente en otro muy distinto.
Asi paso hasta que llegaron a un gran patio cuadrado rodeado por paredes del mismo estilo que la torre.

Apresurence, ya estamos cerca de la puerta- hablo el chico mayor, mientras veia hacia todos lados

La pequeña lo ayudo a caminar, ya que este todavía estaba mareado, pero intentando seguir el paso, o al menos hasta que sintió algo impactar contra su pecho para segundos despues desplomarse boca arriba, con sangre brotando de su pecho.

-¡no puede ser! ¡¡hey vuelve necesita ayuda rápido!!- gritó deseperada la niña intentando detener el sangrado

-¡cuidado!- el chico salto embistiendola, evitando que ella sea golpeado por otro ataque

-ustedes, malditos mocosos arruinaron todo- hablo una figura que el no pudo ver desde su posición -pero muy pronto pagaran con la vida, tal y como él-

Con un parpadeo paso de esta escena bélica, a un silencio donde solo podia mirar al cielo con impotencia, incapaz de mover tan solo un músculo para salvarse, podia sentirlo, que sino conseguia ayuda no podria sobrevivir. 
Cada segundo era una eternidad en su situación, suplicando silenciosamente  porque alguien quien sea lo salvará. Ya cuando toda fuerza abandono su y sus ojos pesaban, lo escucho una voz, no sabia si era bueno o malo, de donde o que tan lejos estaba de él, pero tenia que alcanzarlo. Asi que con toda la voluntad que pudo reunir estiro su mano con la esperanza de alcanzarlo, para su fortuna un trozo de tela rozó sus dedos por lo que se aferro a él, ya que su vida dependía de ello.
Antes de cerrar los ojos solo pudo escuchar al hombre de capa amarilla gritar.

"Rápido traigan ayuda, por favor niño no te duermas, vamos despierta, DESPIERTA, ¡DESPIERTA!"

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-Ahhgg- fue el grito de un joven adolecente peliverde, el cual despertaba alterado tras sonar su depertador-

Despues de caer de su cama, este solo se levanto lentamente, soltando un par de quejidos, seguido dirigirse al baño, del cual al salir ya estaba vestido con su uniforme para la secundaria, por lo que bajo a la cocina para desayunar.
Al llegar se encontró con un hombre de edad avanzada y baja estatura, parado sobre una silla, cuidando unos panqueques.

-escuche un golpe hace rato, ¿estas bien?- preguntó en hombre mientras bajaba de la silla para servir los platos y disponerse a comer.

-si solo tuve una pesasilla y me caí de la cama, eso es todo- respondió mientras sacaba un papel de su bolsillo y lo arrojo frente al hombre, que estaba por dar un bocado a su comida.

El hombre canoso bajo su tenedor y tomo la hoja de papel para examinarla por unos segundos, luego de leerla solo guardo silencio y la dejo a un lado, para volver a comer.

-es una autorización para tomar el examen de admisión a la U.A, necesito que la firmes para poder...-

-NO- respondió cortante

-se que no estas deacuerdo y que no quieres que sea un héroe pero si me dejas demostrarte que...-

-dije que NO- reiteró su negativa ahora apretando los dientes

Heroe FumadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora