Con tan solo diez años Elizabeth Blackwell se ha pasado toda su vida cazando con su padre y su hermano después de la terrible perdida de su madre.
A los veintidós años consigue otro cambio de vida pero todo se tuerce cuando conoce a dos hermanos mis...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Creo que esta es la última.
Sam dejo una última caja en el maletero del coche de la joven.
-Gracias Sam, no tenías porque -Lizzie habló mientras el mencionado la miraba-
-No hay de que y no es nada -el menor le devolvió la sonrisa-
-Seguro que no quieres que te acompañemos por la carretera? -Dean apareció mirándola-
-No tranquilos, he quedado con mi hermano antes de ir a la universidad -Lizzie habló haciendo que se miraran-
-La universidad? -Dean la miro con una pequeña sonrisa-
-Quede con mi hermano que está era mi última misión como cazadora -Lizzie habló bajo las miradas de los chicos- no voy a seguir con esto.
Sam la miro comprendiendola, Lizzie quería una vida diferente a ser cazadora como él. Y si ella podía seguir ese camino que lo aprovechara.
-Pues Lizzie a sido un placer verte como cazadora en tu última misión.
Sam habló dándole una sonrisa que fue correspondida por la chica.
-Si eres buena -Dean la miro con esa sonrisa de lado- si cambias de opinión y necesitas ayuda con otra misión llámanos.
Dean le tendió un papel que Lizzie cogió mientras los dos se miraban a los ojos.
-Cuidate Lizzie -Sam le dio una última mirada para comenzar a caminar hacia su coche-
Dean se acercó a pasos lentos a la chica y dejó un pequeño beso en su mejilla. Al separarse miro a Lizzie quien lo miro a los ojos por el pequeño espacio entre ellos.
-Y si necesitas ayuda para otra cosa que no sea de caza también puedes llamarme.
Dean le guiño un ojo bajo la mirada de Lizzie. La chica no podía negar que era atractivo pero ya sabía el tipo de chico que era el Winchester.
La pelinegra miro detrás suya cuando Dean se alejó de ella viendo a Sam en el capó. La chica elevó su mano despidiéndose cosa que el chico le respondió con esa sonrisa.
Lizzie les dio una última sonrisa y se acercó subiendo al coche.
Al estar dentro se quedó mirándolo y sonrió inconscientemente mientras arrancaba. Sin duda había sido una misión muy entretenida y divertida.
Y le había encantado conocer a esos hermanos misteriosos.
{...}
Lizzie caminaba por el pequeño cuarto de su residencia.
La pelinegra caminaba de un lado a otro mientras buscaba su libro de química.
-Donde te has metido? -la pelinegra susurro y al abrir su armario vio una caja sin abrir- Lizzie tenías que abrir todas tus cajas, que cabeza la tuya.
La chica cogió la caja y la dejo sobre su cama, pero al ver el título de la caja ya supo el porqué no la había abierto.
