«Roier's POV»
No recordaba qué había sucedido, me sentía desorientado. Sentía mucho dolor y pesadez en el cuerpo, como si una enorme roca me hubiera aplastado, y mi cabeza estuviese a punto de explotar.
Y podría seguir en el suelo tratando de recordar cómo terminé ahí, de no ser porque escuchaba lejos las voces de Aldo y Osvaldo. Sus risas eran inconfundibles, sin importar la distancia en que estuvieran.–Oye, ya despertó. ¿Roier? Roier, ¿estás bien? –Aldo, como siempre, era cuidadoso para preguntar y acercarse.
–Roier, ¿qué te pasó? ¡Llevamos horas aquí cuidándote y nada que despertabas! –Muy contrario de Osvaldo, quien era ruidoso y hasta regaño recibías, y tú sin saber qué pedo.
–Cállate Valdo, estás viendo que se acaba de despertar de un coma y lo atosigas con tus preguntas pendejas.
–¿Q-Qué? ¿Cómo, un coma? –Abrí mis ojos completamente sorprendido y ellos no tardaron en volver a reír.
–Solo has estado desmayado por unas cuantas horas. Llegamos temprano, estabas tirado en medio del salón y tus canes ladrando sin parar así que imaginamos lo peor. Después de corroborar que estabas completito y respirando, les dimos de comer a los animales. Pero dinos, ¿qué pasó papito? ¿Por qué te desmayaste?
–¡¿Estás embarazado?! ¿De Cellbit? ¡Ese pendejo es el padre y te abandonó! ¿verdad? Maldito hijo de puta, lo sabía.
–Él...¿no está? –Pregunté en voz baja. Sentí unas ligeras palmadas en la espalda por parte de Aldo, como si me estuviera consolando antes de responder.
–No estaba aquí cuando llegamos.
¿Realmente habían pasado horas? Con ayuda de mis amigos pude levantarme del suelo, para comer algo y recuperar energía mientras trataba de ordenar mis pensamientos y pocos recuerdos de esa mañana.
Estaba agradecido con la presencia de ellos en ese momento, pues Cellbit no se encontraba ahí para ser mi soporte emocional.
Comencé a contarles todo lo sucedido. Desde el comienzo en que inauguramos la veterinaria con el fin de ayudar a animalitos en situación de calle, hasta la llegada de Jaiden y los niños. Obviamente les tuve que confesar la condición de Cellbit, de Richas y Bobby para que entendieran la gravedad del asunto, pues personas con esa genética podrían ser algo valioso pero peligroso para la sociedad.–¿Entonces el loco de Spreen tenía razón? –Mariana interrumpió mi relato y Aldo se encargó de darle un zape para dejarme continuar.
Entre tanta conversación, yo seguía confundido respecto a lo que ocurrió. Jaiden... ¿Por qué nos habría traicionado? ¿Por qué actuar como si no supiera nada? Ella se ofreció como voluntaria desde un principio y nosotros le dimos la confianza, ¿por qué haría algo como eso?
¿Sabía que los niños aparecerían ahí?Algo debía estar ocultando ella. ¿Quizá era la creadora? Pero entonces, ¿el tipo de cabello blanco quién era? ¿Su jefe?
Y yo... ¿Qué iba a pasar conmigo? Yo me había encariñado, en estas semanas ellos fueron como unos hijos para mí. Éramos como una familia.
¡¿Cómo llegan a dármelos y arrebatármelos así como si nada?!–Maldita sea...
–Roier, por dios, debes quitar esa cara larga. –Para sorpresa de nosotros, Osvaldo se había puesto de pie e interrumpió el momento de silencio.– ¿Vas a dejar que esa zorra y el pendejo billetudo te quiten a los niños? ¡Qué importa que sean mitad lagartos, tú los cuidaste y les enseñaste quizá más que sus creadores! La expresión de horror que los niños te mostraron solo indica que no viven bien ni quieren estar allá, que quieren ser libres. ¡Debemos salvarlos!
–Increíblemente estoy de acuerdo con Mariana. Roier, ¿qué dices?
–No tengo ni idea de quiénes eran ellos, ni por dónde podemos buscar. –Respondí haciendo una mueca, la verdad es que no tenía ninguna pista.
–Para eso me tienes a mí, culón. Dame acceso a tus cámaras, de algún vehículo tuvieron que salir. –Aldo me dejó sin palabras.
Por tonto y tan "de película" que sonara, tenía razón. ¿Para qué servía tanta tecnología si no podríamos rastrear a un grupo como ese? Nadie con una enorme "troca", mucho dinero y cabello blanco con orejas, pasaba desapercibido en una ciudad pequeña como esta.
En el video pudimos observar desde que llegan a la veterinaria, cómo los niños obedecieron enseguida y Cellbit trató de encararlos. La gran explosión de humo y cómo caíamos desmayados al suelo.
Y la razón por la que Cellbit no estaba conmigo, es porque se lo habían llevado también.Sentía rabia, y demasiado coraje. No solo me arrebataron a mis niños, si no que raptaron a mi pareja sin razón alguna. Pero yo mantenía la esperanza en que encontraríamos respuestas de quiénes eran. Así que apenas tengamos alguna pista para identificarlos, lo demás debía ser sencillo.
–¡Los tengo!
–¡¿Los tienes?!
–Sabía que ese logotipo de la camioneta en que venían lo había visto en algún lado. "Medicinas". Así que supongamos pertenecen a una de las franquicias de medicinas más grandes que existen en el país, eso explicaría el maletín lleno de dinero y los muchos guaruras. –Aldo esbozó una enorme sonrisa al encontrar la respuesta.– Además, encontré este anuncio que televisaron hace poco, hablando de los híbridos y un "proyecto" que harían. Me sorprende que no hayan estado enterados de esto antes.
–No, no estaba ni enterado. Y Cellbit no acostumbra ver televisión. Aunque no entiendo por qué llevárselos a la fuerza...
–Lo importante es que ya sabemos a quiénes nos enfrentaremos. Y ahora debemos poner nuestro plan en acción: hay que colarnos en su empresa.
–¿Ya tenemos un plan? –Pregunté más para mí mismo, ellos se notaban más emocionados que yo.
–¡Yo, yo! Déjame eso a mí, tengo a la persona indicada para hacerlo. –Osvaldo interrumpió aprovechando de sacar su celular y llamar a alguien, causándonos mucha curiosidad.
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[HIATUS] ¡¿Y MI FAMILIA?! | Guapoduo/Cellboier
FanfictionSegunda temporada de "¡¿Y MI MASCOTA?!" Esta historia es completamente ficticia, empezada en otra noche de insomnio. ¡Espero que les guste!:D ❣️Cellbit x Roier (AU/Hybrid) ❣️Alert! +18 y mucho, mucho drama ❣️La imagen no me pertenece. Créditos en la...