"Tiempos de Traición y Lealtad junto a ti"
Después de la muerte de Lucerys, algo se desató en Alicent; algo cambió dentro de ella. Ya no apoyaba la causa de su hijo como antes. Ya no veía sentido en hacerlo. Alguien a quien amaba había muerto y, con...
En estos días, Rhaenyra no había estado en el castillo debido a su búsqueda de los restos de Lucerys. Exactamente podría decirse que quien estaba recibiendo tales cartas era Daemon.
En la chimenea, lugar que Daemon frecuentaba, Rhaenyra sabía que podía encontrar algo. Metió las manos dentro y sacó cinco cartas con el sello de Alicent, cada una con fechas en las que ella no estaba presente. Dos de ellas eran fechadas unos días antes de la muerte de Lucerys.
Se limpió las cenizas de las manos y comenzó a leerlas.
**Primera carta, dos semanas antes de la muerte de Lucerys**
Querida Rhaenyra,
No tengo palabras para explicar cuánto lamento nuestra situación. Mi ambición desató esta guerra, mi padre me manipuló, eso es cierto, pero fui yo la idiota por dejarme llevar. Forzar a Aegon a subir al trono fue un acto horrendo; él no lo deseaba, pero ahora anhela el poder. Su sed de poder lo cegó, dañando a todos, especialmente a la dulce Heleana, quien cada día es más miserable por mi culpa.
Me pregunto cada día por qué no escuché a Rhaenyra cuando aún había tiempo.
Mis celos y ambiciones me cegaron. Te extraño cada día más, al igual que a mi dulce niño.
Att: Alicent
Sus lágrimas, mezcla de ira y tristeza por Lucerys, empezaron a brotar lentamente.
**Segunda carta, una semana antes de la muerte de Lucerys**
Querida Rhaenyra,
Aunque no espero recibir respuesta, quiero intentar algo. Quiero que esto termine. Dame una propuesta y haré todo lo posible para lograrlo. No quiero alejarme de ti ni de Lucerys, no soportaría ver a uno de ustedes muertos o heridos por el otro.
No me di cuenta de lo mal que fui hasta que nació Lucerys. Todo cambió, pero empeoró cuando Aegon subió al trono.
Tú debiste ser la Reina, debiste gobernar los Siete Reinos. Sigo creyendo que eres la única Reina.
Att: Alicent
**Tercera carta, después de la muerte de Lucerys**
Querida Rhaenyra,
Lucerys nunca fue mi hijo de sangre, pero siempre lo consideré como tal. Lloré y grité al enterarme de su muerte. Amo a Aemond, eso nunca lo dudé, pero ese día, al recibir la noticia, lo golpeé y grité. Él no mostró emoción alguna, mientras Aegon me alejaba, reprochándome. Anhelaba salir, dejar a mis hijos y unirme a ti para darle un funeral digno a Lucerys. Sé que tú lo hiciste. Era tan dulce, Rhaenyra. Mi mente está confundida, necesito apoyo ahora más que nunca.
Por un momento, pensé que preferiría que Aemond hubiera muerto en lugar de Lucerys. No estoy bien, Rhaenyra. Necesito una carta, una palabra, cualquier cosa.
Att: Alicent
Sus lágrimas habían manchado la carta, haciendo borrosa la tinta.
**Cuarta carta, una semana después de la muerte de Lucerys**
Querida Rhaenyra,
Hoy desperté con la esperanza de recibir una carta. Fue un sueño hermoso, debo decir.
Una carta, Rhaenyra, solo una carta.
Pienso en ti y en el dolor que debes estar soportando. Nunca antes he maldecido tanto [parte borrada por Alicent, por no estar contigo y amarte en este momento]. La letra era apenas legible a los ojos de Rhaenyra.
Olvídalo. Solo quiero recibir una carta tuya.
Att: Alicent
**Quinta carta, después de la muerte de Lucerys**
Querida Rhaenyra,
Cada día pierdo la esperanza de recibir una carta tuya. No creo que pueda seguir escribiendo.
Aegon fue claro, soy estúpida por hacer esto, me insultó más. No sé, Nyra, cómo pude llegar a esto. No creo que pueda sobrevivir.
Te necesito Rhaenyra más que nunca, se que yo empeze todo esto pero como lo empeze lo terminare no sé cual sera el costo pero tenlo por seguro que te vere en el trono de hierro gobernando los 7 reinos.
Att: Alicent
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