Yiziet se encontró atrapado en un mundo de días grises, sin rumbo ni dirección. Pero entonces, en un grupo, vi a alguien hermosa, y me enamoré instantáneamente. Capto todo mi interés y me quede observándola cada vez que sus dedos decidían escribir.
Por fin había terminado de ver un anime que, después de mucho tiempo, podía considerar como lo mejor de la temporada de otoño. Sin embargo, esta sensación de satisfacción se desvaneció rápidamente, ya que ninguna otra serie lograba captar mi atención. Fue entonces cuando decidí explorar un nuevo mundo: los libros. Pero, ¿Cómo encontrar aquellos que realmente me gustaran? No tenía ni idea de por donde empezar. Así que se me ocurrió algo y era unirme a grupos de WhatsApp que se tratara de libros, esperando encontrar una recomendación sin preguntar por que sabría que alguien recomendaría libros y solo tenia que elegir el que me lograra llamar la atención.
Se me ocurrió una idea: si había encontrado comunidad en grupos de anime, ¿por qué no en grupos de libros? Así que me uní a varios, pero solo uno de ellos parecía tener vida. Decidí observarlos más a fondo y me sorprendí al descubrir que, en lugar de debates literarios, estaban forjando amistades y compartiendo sus experiencias cotidianas. El nombre del grupo, "Libros y Amistad", era un indicio claro, pero no esperaba que fuera tan literal. Incluso había un poeta que compartía sus creaciones eróticas, pero lo ignoré, centrado en mi objetivo: encontrar una recomendación y salir de allí.
Sin embargo, algo llamó mi atención: alguien compartió una foto de una colección de lentes en venta. Decidí unirme a la conversación, no solo para evitar ser un fantasma, sino también para pasar el tiempo. Quizás mañana sería un día mejor, o quizás surgiría algo interesante.
Me armé de valor y lancé un comentario inesperado, esperando pasar desapercibido como un simple observador: "¿Te gustaría vender tus lentes? Sé que es improbable que digas que sí, especialmente considerando que somos personas de diferentes partes del mundo, pero quién sabe, quizás hagas envíos por correo." Eso mismo le dije, con una mezcla de curiosidad y locura.
Fue ahí donde inicié la conversación y, para mi sorpresa, logramos mantenerla por más de un minuto. ¡Uf, qué logro! Me sentí como si hubiera alcanzado un récord personal".
Pero luego me fui a cenar y seguí buscando algo que ver, ya que en ese grupo no había visto a nadie recomendar un libro. Después de cenar, escuché que mi celular timbraba insistentemente y pensé que me iban a expulsar del grupo. Sin embargo, me di cuenta de que ahora estaban enviando audios de voz, lo que me pareció interesante. Así que decidí unirme a la conversación y envié un audio de voz de solo unos segundos.
En ese momento, vi que una chica respondía a mi audio de voz, y cada vez que yo enviaba otro, ella también respondía. Me encantó que a alguien le pareciera atractiva mi voz. Estaba pendiente de cada respuesta suya, de los emoticonos que usaba y de lo que escribía. Ese día era 25 de diciembre, Navidad, pero ni siquiera lo recordaba porque solía comer y dormir durante esos días.
También había una persona que escribía largos textos explícitos, algo que me parecía un poco inapropiado, pero decidí ignorarlo y hacer como si no existiera".
Estaba a punto de abandonar el grupo por aburrimiento, pero entonces ella escribió: Amo tu voz'. Me imaginé que había escuchado mi audio de voz una y otra vez. Luego, cuando cayó la noche, volví a encontrármela, pero esta vez al escribirme en privado.
Me sorprendió.
"Si creyera en el destino diría que eso fué"