Prologo

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El concierto había terminado "exitosamente", y Papa Emeritus II se encontraba hablando tranquilamente con sus ghouls, y felicitándolos un poco también, ya que a pesar de un pequeño inconveniente todo había ido relativamente bien.

Hasta que le tocó hablar con uno de los demonios en específico, Omega, quien era la causa de aquel inconveniente durante el concierto.

por lo que le pidió al resto de sus ghouls salir un momento del camerino para poder hablar en privado con el mencionado.

Una vez que los dos hombres se encontraban totalmente solos, el vocalista inició a hablar.

—Es en serio, Omega, ¿tocar con la guitarra desafinada al inicio del concierto?— dijo un enojado Secondo, pero sin levantar tanto la voz, pues tampoco se encontraba de humor para gritar, y además, necesitaba descansar sus cuerdas vocales después de aquel demandante concierto.

—Juro que estaba bien la última vez que la revisé, antes de salir del clero estaba en perfectas condiciones— respondió con cierta vergüenza el mencionado, quien comenzó a jugar con sus dedos, también había un bajado sus puntiagudas orejas; y sus ojos, los cuales solo se podían ver un poco debido a la máscara, se le notaba algo avergonzado.

Por otro lado, sus compañeros ghouls intentaban escuchar lo que pasaba adentro, algunos de ellos pegando sus orejas en la puerta, en parte por que estaban algo preocupados por lo que pasaría con el guitarrista...y por las consecuencias de su descuido.

—¿Creen que lo regresen a...ya saben donde?—Preguntó Zephyr.
Este se refería a "El Abismo", un lugar en donde habitaban almas en pena y espíritus malignos; y también era a donde habitaban los ghouls antes de ser invocados, pero también era a donde eran mandados si se volvían problemáticos o si decidían poner a prueba la autoridad del clero o de cualquiera que llevase el apellido "Emeritus".

Una vez dentro del Abismo, no había vuelta atrás; solo si eras invocado, pero si eras mandado de vuelta, las posibilidades de regresar eran nulas, ni siquiera la invocación más perfecta regresaría dos veces al mismo ghoul al mundo terrenal.

—Por favor, Zephyr, ¿en serio crees que una guitarra desafinada es motivo suficiente para que lo regresen?— dijo el baterista del grupo, Pebble.

—Además de eso, se ha mantenido fiel a todas las órdenes que le dan, no creo que Secondo quiera perder a su mejor perro guardián — agregó con algo de burla la bajista y única ghoulette del grupo, Mist.

Por otro lado Alpha, solo escuchaba a sus compañeros sin decir nada, con el ceño algo fruncido, fingiendo indiferencia, pues Omega era como un hermano para él, y la idea de que lo mandasen al abismo en realidad le causaba pánico, pero estaba seguro de que eso no pasaría.

Todos los presentes guardaron silencio cuando la puerta del camerino se abrió abruptamente, de esta salió Secondo, quien inmediatamente se dirigió a sus ghouls de manera normal.

—Todos ustedes, a excepción de Omega, me harán compañía esta noche, iremos a un bar para celebrar el final de la gira, y nos quedaremos un par de días más para disfrutar de la ciudad— dijo para retirarse nuevamente y esta vez ir directo a su camerino personal.

Aunque ir a la ciudad parecía un premio o recompensa, todos los ghouls sabían que el Papa únicamente los llevaba para cumplir una especie de labor como guardaespaldas, o simplemente para parecer más intimidante e impresionar a una que otra mujer, debido a las estaturas de sus ghouls, y más específicamente de dos, Alpha y Omega, ya que ellos dos eran los más altos del grupo; era de esperarse que ese trabajo era extremadamente aburrido, lo bueno era que si Secondo encontraba rápidamente alguna mujer para divertirse, tenían prácticamente el resto de la noche libre.






Los demonios se encontraban guardando sus instrumentos para dejar todo listo y poder salir más tarde ese día, todo se había mantenido en silencio, ya que ninguno había decidido hablar o preguntar sobre lo ocurrido anteriormente, debido a que no querían entrometerse en los asuntos privados entre Omega y el jefe; hasta que Alpha no aguantó más la preocupación por su amigo y decidió preguntar.

—Oye, Omega, ¿qué pasó allá adentro con Secondo?— preguntó tratando de ocultar su preocupación con un tono de indiferencia.

—No mucho, yo...—

—No te mandarán al abismo, ¿verdad?—preguntó el tecladista del grupo

—¿Qué?, No...—

—¿Entonces?— interrumpió la bajista.

—Mi castigo es regresar al ministerio hoy y cuidar al hermano menor de Secondo—dijo con sencillez y calma total, mientras guardaba cuidadosamente su guitarra, por su parte, los otros procesaban lo que su compañero había dicho.

—¡¿QUÉ?!— dijeron todos al unísono al escuchar tal respuesta, pues todos se esperaban algo totalmente diferente, quizá lo peor, más al ver a Omega tan callado.

—¡¿Tiene otro hermano?!— preguntó esta vez Mist

—¡¿Menor aparte?!— dijo Pebble

—Si, ¿en serio no sabían?— esta vez quien interrumpió fue Omega, pues el ya sabía de la existencia del más joven desde hace algún tiempo.

Lo había visto una que otra vez espiándolos mientras ensayaban o dando vueltas por el ministerio a altas horas de la noche, cuando se supone que los papas y personal administrativo, como Sister, descansaban; y los ghouls y hermanas del pecado se quedaban haciendo sus respectivas tareas; y también una que otra vez había escuchado como Primo y Secondo discutían sobre lo irritante que era, y en algunas ocasiones incluso escucho a Secondo reprendiéndolo o simplemente discutiendo con el, cosa que ahora le preocupaba.

Aunque no sabía su nombre, y no recordaba muy bien su cara más allá de sus distintivos ojos, y su pequeña estatura, suponía que se parecería a sus hermanos, pero seguía sin entender por qué un joven como él más pequeño de los Emeritus necesitaría que lo cuidaran; quizá por el mismo hecho de ser el más joven y rebelde.

—¿Y cuantos años tiene?— preguntó esta vez Alpha, quien solo se había dedicado a escuchar desde que Omega respondió su primera pregunta.

—Seguro tiene como 12 o 13– dijo el tecladista de la banda mientras guardaba cuidadosamente sus teclados.

—Yo también pensé lo mismo, pero hecho tiene 19 años— respondió de nuevo Omega, como si fuese de lo más normal tener una niñera a esa edad.

—¡¿QUÉ?!— gritaron todos los presentes al unísono una vez más, a excepción de Alpha y Omega respectivamente.

—¿No es muy joven?— Dijo Pebble con una expresión confundida.

—Para nada, es demasiado grande como para tener un niñero— dijo Alpha, después de guardar silencio durante mucho tiempo; mostrando un punto de vista totalmente opuesto al de su compañero. —Estamos hablando de años humanos, tengo entendido que a esa edad ya eres considerado un adulto, ¿por qué necesitaría que lo cuidaran?—

—Si tonto, pero estamos hablando de un humano del linaje de Emeritus, posiblemente ahora Cardenal y posiblemente en el futuro un Papa— mencionó algo frustrada Mist, cruzándose de brazos.

—¿Y tú qué opinas de todo esto Omega?— dijo Zephyr, algo harto de todo el alboroto, dirigiendo sus palabras y su mirada a su compañero.

Se llevó una pequeña sorpresa al darse cuenta que el ghoul de quintaesencia ya no es encontraba junto con ellos.

Cirice (Terzo x Omega)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora