Claissy Diggory, la hermanita menor de Cedric Diggory, se enamora perdidamente de uno de los tantos pelirrojos de la casa de Gryffindor que se apellidan Weasley, más específicamente del mejor amigo de Harry Potter, Ron, Ronald Bilius Weasley.
Clay...
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Cerca de Ottery St. Catchpole ubicado en Devon, Inglaterra, Claissy Diggory amanece por un grito y sintiendo como su cuerpo se mueve de lugar sin que ella lo haya querido.
—¡Clay, llegamos tarde! ¡Despierta!—le dice Cedric tirando de sus piernas para sacarla de su cama. Tambor, su gato, dirige un arañazo hacia la mano que tironeaba los pies de Clay—¡Ay! ¿por qué siempre hace eso?
—Déjame dormir...
—Créeme que yo también quiero dormir, ¡arriba!—de un solo tirón Clay quedó tumbada en el suelo envuelta en sus sábanas.
—El año pasado fue más emocionante—dice levantándose del suelo.
—Supongo que preparaste tu baúl ayer...
—Sisi.
—Usare el baño primero, tú te demoras demasiado—dice Ced caminando hacia el baño.
—No es cierto, ¡y apúrate!
Clay ya vestida, camino hacia el baño ya desocupado y se observó en el espejo. Su cara mostraba cansancio y las ganas de volver a la cama, sus ojos grises se apagaban, pero no era momento para quejas, si no hace las cosas rápido perderá el tren, así que procede a cepillarse los dientes. Su cabello había crecido bastante y ahora podía hacer más peinados, pero no había tiempo para ello así que guardó un peine en su bolsillo y arrastró su baúl por el pasillo para dejarlo cerca de la puerta, volvió a la cocina para ponerle un poco de queso a una tostada, pero su padre la llamó así que corrió hasta el coche con la tostada entre los dientes, su gato maullando entre sus brazos y el peine en la mano. Sus padres subieron todo al coche con magia para acelerar el proceso y partieron.
—Pienso que tal vez deberíamos haber preparado un taper con nuestro desayuno anoche...—dice Cedric luego de escuchar rugir el estómago de su hermanita.
—Mejor no digas nada, cualquier cosa me recuerda el hambre que tengo.
Ambos rieron, los dos querían dormir durante el recorrido pero su padre iba demasiado rápido, por lo que se sentían bastante mareados. Más tarde Cedric estaba bastante entretenido con la radio recitando de memoria el comercial de la nueva escoba la "SAETA DE FUEGO":
—«¡Este ultimísimo modelo de escoba de carreras dispone de un palo de fresno ultrafino y aerodinámico, tratado con un pulimento durísimo, y está numerado a mano con su propia matrícula. Cada una de las ramitas de abedul de la cola ha sido especialmente seleccionado y afilada hasta conseguir la perfección aerodinámica. Todo ello otorga a la—dice con tono más grave— Saeta de Fuego—vuelve su voz de comercial— un equilibrio insuperable y una precisión milimétrica. La Saeta de Fuego tiene una aceleración de 0 a 240 kilómetros por hora en diez segundos e incorpora un sistema indestructible de frenado por encantamiento! Preguntar precio en local...»
Ced solo pensaba en lo mucho que quería esa nueva escoba. Él es realmente increíble jugando Quidditch, pero esa escoba no le vendría para nada mal, posiblemente sea su nuevo capricho. En cambio, Claissy, por su mente cruzaban las imágenes que ha mostrado las últimas semanas el diario El Profeta, esas imágenes eran nada más y nada menos que el rostro del asesino prófugo Sirius Black. Su madre no le había permitido leer el diario, pero la curiosidad se apoderó de ella, por lo que una noche, a hurtadillas mientras todos dormían, tomó del living El profeta. La información de los párrafos resuena en su cabeza al igual que el demacrado rostro de Black.
