justo lo que necesitaba - Genya x t/n

capitulo 34

y no puse resistencia cuando ella me llevó a las duchas y me dijo que me metiera a bañar, la escuché salir cuando largué el agua y puse mi frente en la pared pensando en que se había ido, cuando salí efectivamente ella no estaba, cerré los ojos con fuerza y apreté los puños de la rabia, había perdido la oportunidad de seguir hablado con ella, me sequé y me puse los boxers, el pantalón deportivo y una camiseta…

-toc, toc -dijo t/n asomando la cabeza y tapándose los ojos, ahora de verdad- ¿puedo pasar? -no le pude contestar, en realidad mi cabeza estaba dando millones de vueltas- ¿Genya? -abrió los ojos y me miró

-si… pasa -le dije cuando pude reaccionar- estoy vestido

-mierda, llegué tarde -dijo con media sonrisa y entró, traía una cajita en las manos- siéntate -lo hice de inmediato, ella se sentó al frente de mí y dejó la cajita a un lado mirando mis manos- ¿en qué estabas pensado Genya?

-¿Es necesario decirlo? -le respondí, ella me miró pero desvió la mirada a la cajita y sacó las cosas que traía dentro, eran vendas-

-no, no es necesario, lo puedo imaginar -empezó a limpiar las heridas, aunque ardía un poco no me moví, no iba a perderme ningún momento en donde sus manos tocaban las mías- no debes hacerte el valiente -me dijo- esto debe doler una mierda

-si, duele -le dije- pero no tanto como crees…

-claro… -dijo ella rodando los ojos- dime Genya… ¿por qué es tan importante para ti ser como los demás? -esa pregunta me tomó por sorpresa- creo que nunca me has dicho en verdad que es lo que sientes al respecto…

Sonreí- inútil -dije

-¿Qué?

-que me siento inútil -ella se detuvo en limpiar mis heridas y se puso seria- es difícil ser el único diferente t/n y las personas son crueles…

-dimelo a mi -ella rodó los ojos

Yo suspiré

-Recuerdo que desde pequeño cuando Sanemi entró a la academia que iba a escondidas y agarraba su kataba… la tomaba con todas mis fuerzas con ambas manos para que brillara… nunca lo hizo, pero pensé que era por qué era la katana de mi hermano, el se hizo amigo de todos al instante y venían a casa y yo hacía lo mismo con la katana de ellos cuando no me veían -la miré, ella estaba atenta a todo lo que estaba diciendo, era primera vez que hablaba de esto, pero es que con t/n todo es más fácil- rogaba en voz baja, pero nunca pasó nada, traté de convencerme a mí mismo que cuando fuera mi turno, lo lograría, pero entré a la academia y no pasó nada…las personas empezaron a mirarme raro, mi hermano me protegía de todos, él era aprendiz de pilar y todos esperaban que yo fuera igual que él, pero por más que lo intentara… -suspiré- al final hicieron una reunión para saber si era necesario que yo siguiera en la academia, me sentí humillado, pero Himejima, que lo habían ascendido recién a pilar dijo que él se iba a hacer cargo de mi, siempre pensé que era por qué era amigo de Sanemi

-pero no -dijo ella- él vió el potencial en tí

-si -dije sonriendo- aunque en ese momento juré que me iba a esforzar tanto que si o si iba a ocupar una katana… pero aquí me ves, con un arma que no es una katana

-pero eres el mejor usando tu arma -de inmediato apareció una sonrisa en sus labios, yo rodé los ojos sonriendo igual que ella

-lo tomaré como un cumplido

-hazlo, sabes ocupar muy bien el arma que tienes en la funda y la que está entre tus piernas… -Me reí -¿Cuando dejaste de pensar en una katana?

-cuando llegaste tú -le dije, ella quiso apartar sus manos pero yo se las tomé- a veces aún sigo pensando en eso, pero no tanto como antes… gracias a tí

Sus mejillas se pusieron rosas y apartó las manos, la dejé

-eres bueno en lo que haces Genya -empezó a colocar las vendas en mis manos- debes creerlo por ti mismo y no por qué yo te hago sentir así, ya te diste cuenta, puede pasar cualquier cosa y yo me puedo ir… debes saber que eres valioso por ti mismo, no por lo que los otros piensan de ti

-estoy en eso, pero tenerte cerca ayuda muchísimo… aunque deberías tomar en cuenta tu propio consejo ¿No crees?

Ella se rió

-Estoy en eso Genya, pero es más fácil decirlo que hacerlo

Sonreí, ella había terminado de colocar las vendas de mis manos pero no sé apartó, aproveché la oportunidad- ¿Por qué me ignoraste ese día?

-por qué no me sentía capaz de mirarte y no querer correr hacia ti -me dijo sin titubear, ella siempre ha sido sincera y directa y era una de las cosas que más amo de ella

-tuviste que haberlo hecho

-no -se apartó- habían muchas personas

Se puso de pie y caminó unos paso, yo la seguí y la jalé del brazo, cuando se giró la tomé de la cintura y me acerqué mucho, ella se sorprendió

-Ahora no hay nadie, estamos solos…

-Genya…

-t/n… -me acerqué un centímetro más, ella colocó la punta de sus dedos en mis labios para detenerme

-respeta mi decisión -me susurró

Yo sonreí, ella sacó su mano

-¿y si te beso hasta que se te olvide que fui un idiota?

No le dí tiempo a qué pensara en una respuesta, le tomé la cara y la besé, estuve nervioso por unos segundos hasta que ella me tomó del cuello y me correspondió

¡Bendito Sabito!

.
.
.