Cap.07 Pt.02

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Con los ojos cerrados, Gabriela se sumerge en un trance profundo, concentrando su aura rojiza luminosa. En un gesto fluido, extiende su aura de golpe, abarcando un radio de cincuenta metros.

—ARIA, línea baja con la agente Búho—, solicita Gabriela, mientras se sumerge más profundamente en su conexión con el flujo energético a su alrededor. La espera se vuelve tensa mientras Gabriela busca presencias en el perímetro, sus sentidos agudizados por la concentración y la determinación.

De repente, la voz de ARIA corta el silencio —Conexión exitosa... línea baja activada—.

—Búho, ¿dónde estás?—, pregunta Gabriela ansiosamente, esperando una respuesta. Desde el otro lado, la agente Búho responde después de un sonido de interferencia confirmando. —Te veo... no te muevas, Víbora. Estira tu brazo—.

Los sonidos de la comunicación por radio llenan el aire, y casi instantáneamente, desde las sombras emerge con un vuelo silencioso y fugaz una figura casi etérea. Prácticamente invisible, un búho se posa con gracia en el brazo extendido de Gabriela.

—¡Mwepesi!—, exclama Gabriela con alegría, recibiendo al precioso Otus Elf con una sonrisa radiante. Mwepesi, el búho macho de Mariam, es una criatura de una belleza singular y enigmática. Su plumaje, tejido con tonos terrosos y dorados, evoca los secretos ocultos de los bosques donde habitan las criaturas mágicas. Sus grandes ojos amarillos resplandecen con un brillo inteligente y sabio, como si contuvieran la antigua sabiduría de las leyendas ancestrales. Las plumas alrededor de su rostro forman un delicado "penacho", añadiendo un toque de nobleza y distinción a su majestuosa estampa. Sus alas, largas y poderosas, están perfectamente diseñadas para el vuelo sigiloso y preciso que caracteriza a los búhos de su especie. Cada pluma parece susurrar secretos ancestrales mientras se mueve con gracia y sigilo a través de la oscuridad. A pesar de su compacto tamaño, su presencia es magnética, como si estuviera imbuido con la esencia misma de los bosques encantados. Mwepesi personifica la magia y la belleza de su linaje, siendo tanto un símbolo de la naturaleza salvaje. Su mera aparición evoca un sentido de asombro y reverencia, recordándonos la maravilla y la grandeza del mundo natural.

Con gracia y majestuosidad, el entrenado y letal Mwepesi emitió un ulular suave y melodioso que llenó el aire con una melodía enigmática y encantadora. Su sonido resonó como una serenata nocturna, envolviendo a Gabriela en un abrazo de la naturaleza. Cada nota era como un eco de antiguas leyendas y cuentos olvidados, susurrando historias de tiempos pasados y evocando imágenes de los rincones más oscuros y misteriosos del bosque. 

—¡Hola, precioso!—, saluda Gabriela con una sonrisa mientras sus ojos se encuentran con los de Mwepesi. El búho, como si comprendiera cada palabra, responde con movimientos armoniosos, estableciendo un vínculo silencioso pero profundo. —Llévame donde tu mami—, le pide Gabriela con cariño, y Mwepesi, sin dudarlo, emprende un vuelo rápido y silencioso a través del oscuro callejón. Girando unos metros más adelante, señala elegantemente un edificio casi en ruinas, apenas visible en la penumbra.

Gabriela nota de inmediato el lugar indicado y, con determinación, observa cómo Mwepesi se eleva con agilidad por la fachada del edificio hasta la cima.
—Entiendo—, murmura Gabriela con admiración desde abajo. —Ahí está Mariam, ocultando su aura como siempre—, añade con una sonrisa, reconociendo la astucia de su amiga.

Decidida a seguir a Mwepesi, Gabriela se prepara para abordar su propio camino. Caminando con sensual seguridad, se desprende del chaquetón y coloca las manos en los bolsillos de su chaqueta mientras calcula la distancia hasta la azotea del edificio.

"Unos once pisos aproximadamente", piensa para sí misma, deteniéndose frente a la deteriorada estructura.

Con un gesto decidido, inclina levemente las rodillas y concentra su aura en sus piernas, fortaleciendo y engrosando bruscamente sus músculos y fibras, esta expansión repentina habría sido suficiente para desgarrar un pantalón convencional.

Agente ARGO    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora