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Christopher Morgan

Salgo del convento a las siete en punto, la hora acordada con el obispo, conseguí la entrada al Óculus, me esperan en un BMW, no parecen padres.

-Repasemos las reglas -habla el obispo Pablo- Nada de contarle a nadie, eviten problemas, pueden beber y follar hasta que se sacien. Mañana no trabajamos, así que pueden tomarse el día

Asiento, me estoy llenando de paciencia con estos tipos, solo quiero poder atraparlos ya. Nos entrega unos antifaces cuando llegamos al lugar.

-Nunca se los quiten -nos ordena

Una mujer vestida de blanco nos espera, nos llevan a un ascensor de carga que nos hace bajar dos pisos, el panorama cambia cuando se abren las puertas. La música retumba haciendo vibrar los pasillos con cristales, lámparas cuelgan dándole al lugar un aire fino y sofisticado.

-Bienvenidos -una mujer nos señala la entrada, las letras parpadean sobre una puerta doble Óculus.

El salón es enorme entapetado, rodeado de vitrinas que muestran mujeres desnudas, animales exóticos y acuarios gigantes. Voyerismo en su máximo esplendor, muestran parejas teniendo sexo en vivo.

Las mesas están rodeadas de muebles rojos y cada una tiene un tubo de pole dance. Una gran pasarela destaca en el centro, una pantalla que abarca toda la pared y cambia de colores según la música.

Las meseras lucen faldas colegialas y tiene el dorso descubierto solo cubriéndose la aureola de los pechos.

-Tenemos mesa especial-avisa Pablo- frente a la pasarela para ver todo

La mesa está equipada para catorce personas, Patrick y el obispo juan ya están ahí. Los puestos tienen números, me siento en el que me ordenan, Bratt y el cardenal llegan saludando. Celebran como si fuera el gran evento.

Bratt queda a un lugar de mi, Patrick a mi lado. Más hombres llegan entre ellos esta Gelcem, nadie se saluda supongo que es la ley de anonimato. Gelcem se sienta en el lugar que estaba entre Bratt y yo.

El escenario se enciende- Bienvenidos al Óculus, el club que satisface tus fantasías -la voz de un hombre se escucha por todo el lugar- No hay sueño que el Óculos no cumpla

El público aplaude, me inclino el vodka que me dan, el presentador continúa- Hoy es un día especial, tendremos al grupo más famoso del mercado negro, -el público enloquece- la euforia es justa, las Nórdicas están aquí

La pantalla se enciende dejando ver vídeos de las mujeres, bailes y poses sin dejar ver su cara.

-Quiero una de esas -el padre del convento pide

-Todos queremos una, por eso vinimos preparados -Drew habla

-Calentemos la noche con un abre boca -anuncia el animador, le da paso a un grupo de bailarinas disfrazadas, se mueven por las mesas desnudando se y besando al que se encuentren.

No son malas en lo que hacen, pero en mi no logran causar un estrago, mi libido sexual no se levanta,cuatro shows más de colegialas, enfermeras y profesoras simplemente no logran nada

-Señores -vuelve a hablar el presentador-¡Es hora del show principal! -el público se acomoda- El Óculus trae para ustedes, a las cinco diosas nórdicas de la lujuria, mujeres dispuestas a convertirse en lo que ustedes deseen.

El público estalla en aplausos, las luces se apagan y un reflector se concentra en el escenario, la pantalla se prende- Las diosas nórdicas son conocidas en la mitología germánica, -habla una voz invisible- en nuestro cuento son vistas como emblemas de belleza, lujuria y sensualidad.

Tú Desamor [Gema Lancaster]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora